Kona II: Brume Reseña: Misterio para los amantes de las aventuras gráficas

Kona II: Brume es uno de esos juegos que buscan salirse del molde de lo convencional, con el fin de mantener su esencia para un público muy específico.

Lo cual puede jugar tanto a favor como en contra de Kona II: Brume, pues se queda enclavado en un nicho muy particular.

En este caso, hablamos de las aventuras gráficas, donde premia más la ambientación que el gameplay general de un título.

Aún así, la obra resulta bastante interesante, por lo menos para darle una revisada, ya que impliementa muy bien sus mecánicas y cuenta con una historia fácil de enganchar.

¿De qué trata Kona II: Brume?

Si bien Kona II: Brume es una “secuela” de un juego que salió hace 6 años, en realidad no necesitas conocer este para entrar a esta segunda parte.

En Kona II: Brume tomas el papel de Carl Faubert, un agente del Gobierno de Canadá y veterano de la Segunda Guerra Mundial, el cual es asignado a investigar los sucesos alrededor del industrial William Hamilton.

Este ha reportado diversos ataques en su contra por parte de los habitantes de un poblado al norte de Quebec, donde ha instalado su industria minera, sobreexplotando el territorio y a la gente.

Sin embargo, al llegar al lugar Carl Faubert se topa con que Hamilton ha sido asesinado, su mansión está en ruinas y una intensa niebla cubre la ciudad, haciendo que los animales se vuelvan agresivos y la población se congele.

Ahora su deber será resolver el misterio detrás de la muerte del industrial y qué es esa extraña bruma que cubre todo el lugar.

Kona II: Brume cuenta con una gran historia, llena de misterio, la cual te mete de lleno en este mundo desde el primer momento.

Tiene unos toques de thriller de asesinatos, combinado con historia de terror y algo de las obras noir de mediados del Siglo XX.

Se nota que Ravenscourt, la desarrolladora, metió gran parte de los recursos de Kona II: Brume en crear una trama lo suficientemente profunda para mantenerte pegado al control.

Aunque esto se cobra con ciertas falencias en el gameplay, pues este está supeditado al desarrollo de la narrativa.

¿Cómo se juega Kona II: Brume?

Kona II: Brume es una aventura gráfica en toda la extensión de la palabra, aunque te mueves libremente, en realidad las interacciones con el mundo son limitadas.

El punto central de Kona II: Brume es resolver acertijos, a veces en términos de rompecabezas, en otras ocasiones buscando objetos clave para seguir avanzando en la historia.

Recordando un poco al Silent Hill original, aunque aquí no tienes encuentros con enemigos como tal, pues todo se basa en esquivar a los animales salvajes, sin llegar a la tensión del título de Konami.

Para lograr tu objetivo cuentas con un contador geiger, el cual te indica el lugar al que debes ir, pues en lugar de alejarte de la radiación, el juego te obliga a ir a ella.

Esto debido a que el “radio” tiene mucho que ver con lo que está pasando en el poblado.

Además que al encontrar elementos radiactivos desatarás escenas especiales que te darán un mayor contexto de lo que ha sucedido; aunque en algunas ocasiones también entrarás en una especie de “viaje psicodélico”.

Si bien tienes mecánicas extra como saltar y otros objetos, tal es el caso de una cámara, en realidad son cosas meramente anecdóticas, ya que no se usan para nada en realidad.

Fuera de esto no hay nada más de relevancia en el gameplay de Kona II: Brume, de ahí que mencionemos que todo está subsumido a la trama.

Aunque puedes reducir el nivel narrativo de la obra, no es lo recomendable, porque estarás afectando el mismo núcleo de la obra.

¿Cómo se ve Kona II: Brume?

Kona II: Brume es un juego difícil en términos estéticos; si bien los ambientes logran una buena atmósfera de misterio, dando un espectáculo siniestro, conforme pasa el tiempo notarás que todo es repetitivo.

Esto se siente sobretodo en los interiores de Kona II: Brume; cuando estas en la mansión llega un momento en que todos los cuartos se ven iguales.

Tampoco ayuda que para hacerlo más “terrorífico”, se uso una paleta de colores gris y se redujo el brillo de la pantalla al mínimo, lo que no te permite apreciar los detalles.

Que a decir verdad no son muchos, ya que en general los gráficos son promedio; no están mal, pero tampoco es nada para sorprender.

Lo mismo podemos decir del audio de Kona II: Brume; la música, voces y efectos de sonido cumplen, pero no aportan nada extra.

Quiza lo que más destaca es la música, al ser esta parte fundamental de la mencionada ambientación; sin embargo, tampoco es nada que te vuele la cabeza.

Podemos decir que es “formuláica”, logra crear los momentos de tensión que requiere el juego; pero no por sí misma, ya que depende de lo que se ve en pantalla.

¿Vale la pena Kona II: Brume?

Kona II: Brume es un juego que sólo agradará a los más fans de las aventuras gráficas clásicas, otro tipo de jugador lo encotrará aburrido.

En ese sentido, como juego narrativo Kona II: Brume es bueno, toma lo mejor del género y lo aplica muy bien en todas las áreas.

Sobretodo en la trama, la cual es lo mejor que tiene la obra y que será lo que te impulse a seguir avanzando para desentrañar el misterio.

Si no fuera por esta, el gameplay y la estética del título se caerían a pedazos, pues que no tienen los argumentos para cargar con todo el peso de este interactivo.

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