Porque Zoé

La decisión de ratificar a Zoé Robledo Aburto al frente del IMSS tuvo que ver con el hecho de que el funcionario será el responsable de crear un sistema de salud integral, a través del programa IMSS-Bienestar, que ya ha dado sus primeros pasos.

 

La labor es titánica y todo resultado, por bueno que sea, parece mínimo en relación con los temas pendientes en el sector salud.

 

El programa IMSS-Bienestar sustituye al experimento fracasado llamado INSABI, con el que el gobierno lopezobradorista sustituyó al Seguro Popular por supuestos actos de corrupción que, si existieron, nunca se castigaron.

 

El programa de salud que se busca aplicar consiste en la cesión de hospitales y presupuestos destinados al sector, de todos los estados del país.

 

Veintitrés de las 32 entidades federativas, todas de Morena, aceptaron allanarse a ese programa con el que se busca unificar una política de salud pues, aún con el INSABI, cada estado era libre de destinar el dinero del sector como le pareciera.

 

Es decir, que había 32 políticas estatales de salud; ahora se busca unificarlas.

 

Hay casos de éxito, desde luego, como el de Guanajuato cuyo sistema de salud estatal tiene reconocimiento de los propios habitantes del estado; la entidad es una de las que se ha negado a firmar el convenio con el IMSS para trasladar sus hospitales, clínicas y presupuestos a la entidad federal.

 

Robledo tiene un reto que, si bien no ubicará al sistema de salud mexicano como el de Dinamarca o Suecia, sí pretende avanzar en las soluciones que permitan al mayor número de pobladores sin seguridad social tener garantizado el acceso a los servicios médicos de los tres niveles.

 

El reto es que 53 millones de mexicanos estén bajo la cobertura del programa IMSS-Bienestar, es decir, el 84% de la población que hoy no tiene seguridad social.

 

Para hacer un comparativo, se trata de garantizar los servicios de salud a una población mayor a la de varios países como España (47.7 millones) o Argentina (46.2 millones).

 

Sumados los beneficiarios del programa IMSS-Bienestar más los trabajadores asegurados en el IMSS (los que pagan cuotas), que son 75 millones (22 millones son trabajadores y el resto sus familiares directos), la población que tendría acceso a todos los servicios médicos sumaría 128 millones de personas.

 

Los números son gigantescos, al igual que las necesidades del sector para atender a la población objetivo.

 

¿Cuántos recursos destinará el nuevo gobierno a este ambicioso programa?

 

Lo sabremos en un mes, cuando se presente el paquete económico para el próximo año en San Lázaro.

 

Ahí se verá también si Zoé Robledo durará un año o todo el sexenio en el cargo.

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Por cierto, las finanzas del IMSS mejoraron en los últimos años.

 

Sus reservas son superiores a los 400,000 mil millones de pesos lo que le garantiza una suficiencia financiera por 13 años, es decir, hasta el 2037.

 

Además, el año pasado el Instituto obtuvo 43,000 millones de pesos adicionales después de la aprobación con la que se modificó el outsourcing o subcontratación, que obligó a las empresas que terciaban servicios a pagar las cuotas de seguridad social de sus trabajadores.

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Ya no se sabe qué número de inauguración fue la de la refinería de Dos Bocas, pero el fin de semana nuevamente fue presentada en sociedad, aunque bien a bien nadie conoce si lo que transportaban las pipas era combustible, gasolinas o diésel o simplemente atole, de ese que parece sí ha refinado en cantidades industriales.

 

     @adriantrejo

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