Monreal llega al Senado para tomar la coordinación y construir acuerdos

La mejor manera de entender las cosas es poder leer el trasfondo de los movimientos estratégicos que se comenzarán a dar en el Senado de la República. Siguiendo esa lógica, Eduardo Ramírez, recientemente electo precandidato de Morena en Chiapas, solicitará licencia en la segunda semana de diciembre y, ante la ausencia de un líder, el que mejor cumple con esas características es Ricardo Monreal Ávila. De hecho, se veía muy complicado tomar determinaciones sin un guía de peso a sabiendas de lo que representa una responsabilidad de esa naturaleza. Con esa razón poderosa, quién mejor que el zacatecano que, en su primera etapa legislativa, tomó el control político de la cámara alta para sacar adelante toda la agenda.
Y Ricardo Monreal, más allá de la coordinación eficiente que ha manejado perfectamente, es un líder que sabe negociar y conciliar con todas las fuerzas políticas que integran el pleno del Senado de la República. Incluso, no hay duda de que la voluntad y el deseo del presidente fue que, para lo que viene en puerta, regresara el mejor operador del movimiento, pues los asuntos que hay pendientes, como sabemos, son de suma importancia para cerrar el sexenio del mandatario federal. De esa forma, es muy obvia la maniobra que, no tengo duda de ello, salió de Palacio Nacional. De hecho, mucho se especulaba por la posición crítica que tomó Alejando Rojas Díaz, sin embargo, el tema pasa por la capacidad que se necesita para sacar adelante los rubros. Así de fácil.
Es verdad, Ricardo Monreal ha dicho que llega como un senador más. De cierta forma, es cuidadoso y cauto; sabe que, en este instante, hay un coordinador que lleva a cabo esa tarea; empero, su incorporación en calidad de líder será cuestión de tiempo. El mensaje es claro: Monreal llega a seguir construyendo el proceso de transformación desde el Senado de la República, pero como guía. En ese sentido, su labor, como en meses pasados, será tejer acuerdos y encontrar coincidencias para empujar temas de mucho interés del presidente. Algo similar a las reformas constitucionales que sacó adelante, incluso librando momentos de mucha tensión en el pleno. Aun así, su influencia fue una palanca para sellar iniciativas y proyectos.
De esa forma, Monreal llega a tomar el control de la fracción y, con ello, la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República. Las reacciones no se hicieron esperar, el legislador César Cravioto, por ejemplo, dijo que será el colectivo quien tomará la determinación final. De cierta forma sí, sin embargo, las razones son muy claras: la línea presidencial es, una vez que Ramírez pida licencia, proponer y nombrar a Ricardo Monreal, nuevamente como coordinador de la fracción. Un claro mensaje de ello es la propia atención que los medios de comunicación han resaltado a su regreso.
De entrada, el primer punto de discusión será, ni más ni menos, la terna que mandó el presidente López Obrador para elegir nueva ministra de la SCJN. De ahí la importancia de una operación fina y quirúrgica para saber tejer acuerdos con las fuerzas del pleno. Incluso, el propio zacatecano esbozó su concepción sobre el propio tema hace un par de días. De esa misma forma, explicó algunas premisas de la constitución, con lo que queda claramente justificada la propuesta que envió el mandatario federal. Para poder encausar la terna que mandó López Obrador hay que operar con mucha capacidad y oficio.
Y no solo será eso, hay, de igual forma, nombramientos pendientes por sacar adelante en el pleno. Se trata, entonces, de una agenda completa que, para el caso, requerirá de toda la experiencia y madurez para que sean exitosas. La respuesta para todo ello es, ni más ni menos, el liderazgo de Ricardo Monreal. Esto, desde luego, será a la brevedad posible. Está casi confirmado que, en la segunda semana de diciembre, Eduardo Ramírez, líder actual, pedirá licencia para ir en busca de la gubernatura de Chiapas. Una vez que ese hecho pase, el zacatecano tomará su lugar. Al mismo tiempo, regresará a la presidencia de la junta de coordinación política. O sea, tal y como las cosas funcionaban hace cinco meses.
Es sencillo: Ricardo Monreal llega al Senado para ser líder de la fracción de senadores de Morena. Es decir, el guía que tendrá el control político de la toma de decisiones.
A la par de ello, llevará temas relacionados con la coordinación de los trabajos territoriales de Claudia Sheinbaum. Así lo dijo en sus propias redes sociales. Eso significa que, de manera paralela, será líder y estratega de campaña. De hecho, ambas tareas requieren de gran experiencia, cosa que, para el caso, Monreal tiene esa capacidad y disposición, eso sí, de una forma eficiente.