El patriarcado en el PAN y las ventajas competitivas de Adrián Rubalcava encabezando al Frente CDMX

El “feminismo” blanquiazul existe por temporadas, se trata de un feminismo de ocasión en el que algunas mujeres continúan confiando a la hora de militar. Recuerdo cuando la diputada de la Ciudad de México, Ana Villagrán, un día apoyaba el aborto, pero otro no, un día sostenía que el PAN era un partido feminista y al otro pasaban cosas como las de este sábado, cuando la dirigencia nacional de Acción Nacional hizo que las mujeres de aquel partido se perdieran la oportunidad de ser medidas en conocimiento, competitividad y preferencias. El PAN al que ella se refería es solo el que surge cuando alguna víctima es ultimada, cuando hay alguna marcha o algún tipo de represión, y conviene utilizar al movimiento legítimo de mujeres para golpear a los gobiernos.

A las aspirantes les negaron la oportunidad de participar en un procedimiento y ganar o perder, por la buena, por la democrática. Sin imposición o acuerdos. Probablemente habrán prometido jugosas candidaturas al Senado, tal vez se les ofreció la propia dirigencia partidista. Ni Santiago Taboada tiene certeza de su propia competitividad frente a sus pares, aunque para él, no son sus pares sino fichas que se mueven a contentillo de una dirigencia que apaga aspiraciones igual que sueños.

Según el Diccionario de Asilo de la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi, el patriarcado “es un sistema de dominio institucionalizado que mantiene la subordinación e invisibilización de las mujeres”. En el PAN se anunció que Taboada, el dirigente vinculado al Cartel Inmobiliario de la Benito Juárez, será su único precandidato.

Todas las mujeres que aspiraban a competir por la precandidatura del Partido Acción Nacional a la jefatura de gobierno de la ciudad declinaron de un día al otro. Se terminó la aguerrida Lía Limón que aseguraba causar miedo en Morena por la negativa a su solicitud de licencia, unas horas después anunció que desistía de sus intenciones. Margarita Zavala, a pesar de vivir en Álvaro Obregón, a un costado de la Benito Juárez, decidió no asistir al evento del ungido y enviar un video anunciando que sus aspiraciones se encausan en favor de Taboada. Kenia López Rabadán que desde el Senado se vuelve una fiera, lanzó un mensaje también de sumisión. Uno que otro medio de comunicación despistado anunció que Taboada se enfrentaría a Clara Brugada, ignorando que el PRI capitalino tiene una tradición democrática incompatible con el dedazo blanquiazul en que las mujeres son piezas clave del éxito electoral.

El PRI aclaró a tiempo que desconoce a Taboada como candidato único de la alianza, dejando las puertas abiertas a las mujeres del PRI y que accedan a medirse. Ojalá que las autoridades de aquel partido no ejerzan el patriarcado sistémico de México.

Adrián Rubalcava, el más competitivo en términos de crecimiento potencial

Coincidiendo con Don Federico Arreola en su columna de este domingo, existe una desventaja competitiva con la que arrancará Clara Brugada, al conseguir la candidatura con 13 puntos de desventaja frente a Omar García Harfuch. La apuesta que tenía una certeza de cohesión, si la izquierda a la que representa Brugada hubiese colocado como prioridad la seguridad y la continuidad para el Proyecto de Nación obradorista, hará falta y ahora abre a la oposición una oportunidad.

Esa oportunidad de triunfo no está garantizada por Santiago Taboada, cuyo nombre evoca inmediatamente al grupo político más corrupto del PAN: el de Jorge Romero, el que amenaza a los comerciantes de la Benito Juárez para votar por ellos mientras observa inmuebles que son sujetos de apropiación por abandono en aquella alcaldía, con la que han construido una mega red de corrupción en la que cambian usos de suelo para hacer condominios, fingen haber comprado propiedades para expulsar inquilinos, rematan influencias y cuya principal desventaja es la de haber formado parte del “Cartel Inmobiliario”.

Tal vez por ello, hubo un vacío de resonancia en aquello de las acciones de la Fiscalía capitalina sobre supuesta vigilancia en registros telefónicos a lo que mal llamaron “espionaje”. La realidad es que Taboada cuenta con múltiples actos y acusaciones que no son ajenas a sus cercanos con las que bien se entiende que haya investigaciones, en caso de que las hubiere. Ese escándalo, así como su lejanía con las clases trabajadoras y universitarias es parte de su inviabilidad como candidato del Frente Amplio. Santiago Taboada ante una medición de popularidad es ampliamente conocido, pero no por su trabajo, sino por aquello en lo que ha abusado con pretexto de sus cargos. Los negativos que acumula, como es natural en una campaña que coloca el foco periodístico en aquello cuestionado, son un altísimo riesgo que, de hecho, amenaza hasta su propia situación jurídica, abriendo la puerta a la imposibilidad de su postulación.

Ahí se encuentra una ventaja competitiva de Adrián Rubalcava, quien dentro de las encuestas del PRI capitalino se coloca a la cabeza, seguido de Cynthia López Castro. Adrián Rubalcava se ha mantenido lejos de los excesos de propaganda, banderines o espectaculares. Lo suyo es andar a ras de piso. Más de dos veces por semana tiene eventos masivos de ayuda en distintos puntos de su alcaldía, todo el mundo tiene su número de WhatsApp y aquello le ha permitido por más de 12 años ganar en Cuajimalpa. Si bien, en términos de conocimiento se encuentra algunos puntos por debajo de Taboada, la realidad es que sus negativos son mínimos, casi inexistentes y más bien, asociados a la marca “PRI” como partido político.

En resumen, su potencial de crecimiento en contienda brinda dos certezas: la primera que puede dar es que su tope de crecimiento no ha sido alcanzado, eso implica que si brinda a conocer la fórmula de éxito que hoy garantiza que Cuajimalpa se encuentre dentro de las alcaldías más seguras de la ciudad, junto con su carisma y simpatía muy lejana a la sangre pesada de Taboada, sus positivos podrán dispararse encabezando la candidatura por el Frente Amplio en la Ciudad de México.

La segunda certeza es que, dentro del votante capitalino, el concepto que generó éxito y atracción de Omar García Harfuch fue el de un perfil que brinda la sensación de tranquilidad por su capacidad de brindar seguridad. El perfil policiaco también es característica de Adrián Rubalcava, quien hace años es el “Jefe Dragón”, un estilo de equipo civil-policiaco en el que ha conformado a su equipo que, a su vez, se hace llamar “Familia – Dragón”. Todos cargan con radios y uniformes policiacos mucho antes de que Sandra Cuevas tomara el estilo. El primero en vestir de army encabezando operativos fue Rubalcava y después de que Harfuch quedara fuera de la contienda, Adrián Rubalcava podría atraer al votante que justamente buscaba el gobierno de un súper policía que proyecte la posibilidad de tener una vida tranquila.

El electorado capitalino ya no es el que perseguía ideales poéticos con altas cargas de puritanismo ideológico. Ya no es el que apuesta por el progresismo innovador que resistía ante gobiernos federales conservadores. Las libertades ganadas ahora piden seguridad para poderse vivir sin miedo. Ahí es donde Rubalcava, antes que Taboada, puede conseguir en la paz, la cercanía que un candidato requiere.

Este domingo, durante el evento de Xóchitl Gálvez, Santiago Taboada salió corriendo de ciudadanía que se le acercaba. El ceceo de sus palabras por tanta vida “fresa”, el clasismo de sus prioridades que se preocupa más por las empresas que por las vidas humanas, la lejanía de un barbudo blanco que evoca a un conquistador español más que a uno de los nuestros aspirando a gobernar, son claves del fracaso que, sin duda, le restaría puntos al Frente Amplio, eliminando toda posibilidad de triunfo.

X: @ifridaita

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