El regalo de Arturo Zaldívar

Como envuelto en papel celofán, el ministro Arturo Zaldívar le presentó su renuncia a su más estimado jefe: Andrés Manuel López Obrador (AMLO). ¿Y por qué creo que la renuncia de Zaldívar es un regalo para el presidente? Porque se va del lado del team Obrador y eso a él claro que le hace muy feliz. Pero vayamos por partes:

En la Constitución está dicho que un ministro sólo puede renunciar por causas “graves”, y para Zaldívar sus motivos son graves, así lo dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva al decir más o menos en modo Cantinflas que: “Hay quienes han salido de manera espontánea a decir que no es causa grave… es causa grave. La causa grave no es una causa trágica, de enfermedad o discapacidad, es una causa importante y trascendente, primeramente a juicio del ministro que presenta su renuncia. En los antecedentes no hay un contenido único que puede tener diversos contenidos específicos dependiendo las consecuencias”.

Total que no se le entendió nada al ex ministro Zaldívar al considerar grave el motivo de su renuncia: En ella no hay gravedad alguna, yo le llamaría URGENCIA.

Y es que traen tanta urgencia los morenistas, que un ratito después de que Arturo Zaldívar puso sobre la plataforma X su renuncia por medio de una carta dirigida al presidente, salió fotografiándose con Claudia Sheinbaum. El mismo día la renuncia. El mismo día la foto. Así de discretos.

Esa era la real gravedad: Sumarse al proyecto de Claudia Sheinbaum.

¿En algo abona o algo aporta Arturo Zaldívar a la campaña de Claudia Sheinbaum? Me parece que no.

Desde tiempo atrás el ministro empezó a desdibujarse. Cobró relevancia y notoriedad por un momento  porque parecía que era de esos ministros rectos y correctos, con pensamiento propio; sensato, pues.

Pero poco a poco la inclinación hacia AMLO fue notoria y las flores que desde la mañanera aventaba Obrador a Arturo eran ya muy evidentes.

Había un pacto entre ellos de lealtad, de secrecía, de complicidad; se notaba. Después, el propio Arturo al ver tanto tropezón del presidente, de pronto, siento que empezó a alejarse de él, para volverse un ministro influencer  y se dedicó de manera muy extraña a grabar TikToks dirigidos básicamente a la juventud, comprándose el disfraz de fan de Taylor Swift, y grabándose cantando en el concierto que la cantante dio en la CDMX. Un disfraz que nunca le creyó prácticamente nadie pero se la jugó queriéndose el sentir “chavo” hablando el mismo lenguaje que usan ellos y compartiendo temas que son de interés de ese sector (el último TikTok dirigido a los gamers, es decir aficionados de los video juegos).

Ganarse a los jóvenes es algo  que le ocupa mucho al ex ministro, o es un nicho de oportunidad o lo ve como futuro votos o quiere que los jóvenes conecten con él para luego vérsele muy pegadito a Claudia Sheinbaum, como para “regalarle” la simpatía de los jóvenes que han conectado con Zaldívar a la futura presidenta.

No me queda claro aún.

Y al no ver claro que pudiera haberse lanzado como candidato para la Presidencia, ahora se “arrima” a Claudia Sheinbaum,  en modo “exprés” en medio de un evidente desprestigio de Arturo Zaldívar.

Sin embargo, cabe aceptar que su presencia es fuerte y no pasa desapercibida para nadie, o  al menos para un gran sector de la población. Imagino que para la gente más pobre y más sumida en la ignorancia no tienen la menor idea de quién sea Arturo Zaldívar.

Pero Claudia Sheinbaum quiere ganar simpatías de donde más se pueda, porque el presidente en sus desvaríos y su egocentrismo se ha olvidado de enarbolar su bastón de mando, (digámoslo así: se ha olvidado un poco de Claudia Sheinbaum) por lo que creo la ex jefa del gobierno capitalino ahora ya no enfoca mucho en las cosas que diga o haga  Obrador sino en poder lograr que más gente simpatice y conecte con ella.

No sé si con la presencia de Zaldívar logre algo la candidata a la Presidencia, pero queda claro está armando su equipo-batallón, tomando figuras relevantes de donde puede y que le sean fieles y cercanas para blindarse de alguna manera.

Hasta ahora no me parece que esté de su lado alguien que tenga el cariño y credibilidad de la gente. Si acaso Omar García Harfuch me parece el único elemento atinado que Claudia ha escogido hasta el momento para estar junto a ella.

AMLO tendría que aceptar la renuncia de Zaldívar y por supuesto, feliz, feliz, feliz, se la va a aceptar. Y ahora el presidente tendrá la posibilidad de elegir a un ministro, colocando cinco propuestas de su parte en la SCJN… Siempre le salen bien las jugadas.

Arturo Zaldívar pasó de tener esta figura que siempre hemos respetado los mexicanos hacia los magistrados a convertirse en un porrista más.

No sé qué sucede que quien se acerca a todo lo que tenga que ver con Morena, enloquecen. Imagino que el poder sabe muy bien y por eso vemos cosas y hechos inauditas como la renuncia de Zaldívar.

No creo que nada cambie con la llegada de él al equipo de Claudia. Lo que creo que pasará es nada; es decir él seguirá grabando TikToks porque esa es su chamba ahora.

Que los jóvenes lo volteen a ver y que estos mismos jóvenes que por primera vez votaran en el 2024 giren su voto hacia donde él está, quizá sea el beneficio que le traería a Sheinbaum.

Cada día cuesta mas confiar en los políticos y mucho más difícil es confiar en los magistrados que se quitan su traje talar para disfrazarse de políticos apasionados por el bienestar del país.

Y de estas maromas veremos cientos más… ¡Y todavía no es 2024!

Es cuanto.

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