Calaveras 2023 (2ª parte)
IRREVERENTE
Les platico que en la escuelaaprendí a escribir en versofue por obra de mi abuelaque escribía siempre terso.De las aulas, diletanteen la vida, doctoradapor oficio, trashumantey por ley condecorada.Mis calacas son cuartetospara nada improvisadasformaditos en octectoscon rimas intercaladas.A su muerte ella quisode mi oficio no vivieradesde el cielo la divisoresguardando mi quimera.
César Garza
Se cansó de ser alcalde
de Apodaca y Guadalupe
la calaca muy amable
dijo: “es muy respetable”.
Iba a la legislatura
La tenía bien panal
terminó en la sepultura
y otros en el hospital.
Armando Garza Sada
Alfa era su baluarte
se confió y fue su error
los negocios son un arte
pero no con alcanfor.
La calaca lo acosaba
por tanta comodidad
no solo a él lo enterraron
también a la utilidad.
Ricardo Marcos
Con el cambio de gobierno
la Cultura lo llamaba
con sus huesos al averno
eso nadie esperaba.
Hay por ahí un Festival
que se quedará vacante
no lo dejen al final
tiene porte diligente
Abel Guerra
Del panteón de tres colores
hay un muerto revivido
es de afanes superiores
y del diablo preferido.
“No le muevas por ahora”
a la muerte él le ordena
“traigo en mente a una señora
que la juega por Morena”.
Clara Luz Flores
A la lucha se incorpora
tiene apoyos poderosos
bien podría ser Senadora
trae a algunos muy nerviosos.
Su velorio fue nutrido
mucha gente no cabía
la reclama su Partido
por la Patria en su porfía.
Enrique de la Madrid
De polendas y apellido
tocó puertas y zaguanes
resultó no ser ungido
le ganaron los nahuales.
Tiene un sitio reservado
ese nadie se lo gana
su sepelio asegurado
por la muerte cotidiana.
Gerardo Fernández Noroña
Peleonero como él solo
hoy se estrena de vocero
se olvidó del protocolo
nunca ha sido caballero.
Es rojillo por afuera
y blanquillo por adentro
compañero, usted quisiera
no más tierra, solo un metro.
Martha Bárcena
La muerte, por Eminente
quiso consultarla un día
acerca de un penitente
que en el fuego mal moría.
Canciller quería cielo
engañando al presidente
enterraron a Marcelo
por pasarse de corriente.
Cajón de sastre:
“—”