Es posible ganar 9 de 9; Morena sigue imponente
Al momento de cerrar los fragmentos de esta columna estaba en marcha el primer debate presidencial que, se sabe, se transmitió en cadena nacional y en distintas plataformas informativas. Seguramente hoy, en el post del intercambio de ideas, comenzará el análisis puntual y aquellos momentos que, sin duda, pueden marcar la elección. No necesitamos ser muy suspicaces para saber que, ese momento, significó uno de los instantes más ansiados de la oposición para tratar encontrar, así parece, un pulmón que los haga respirar después de tanta agonía que han vivido, producto de las malas decisiones que han tomado. Hablamos del debate que, anticipándonos a lo que aconteció, sabemos que Xóchitl salió con una estrategia a rajatabla que, de un tiempo para acá, es la única herramienta superflua que saben utilizar.
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial de Morena, ganó de pies a cabeza el debate. Mesurada, tranquila, pero también ágil y sagaz, supo contener la narrativa de Xóchitl y, de paso, nos ha dado nuevamente una demostración porque es, de acuerdo con todas las encuestas de opinión pública, la favorita para ganar la elección. De hecho, entre todo lo que envolvió el clima del intercambio de posturas, Sheinbaum se mostró contundente en cada réplica y participación. Al mismo tiempo, manejó perfectamente las emociones y el lenguaje corporal. En pocas palabras, fue imponente su intervención. Por ese motivo, ahora más que nunca estamos seguros de lo que pasará el próximo dos de junio. Además de ganar la silla presidencial, Morena se llevará, en una de esas, las nueve entidades federativas.
La caída en las encuestas de la candidata del Frente Amplio por México en Guanajuato, sumado al buen momento que vive Alma Alcaraz, encienden la vela de la esperanza para ganar, en definitiva, uno de los puntos claves para la izquierda como Guanajuato. La encuesta que publicó hace unos días MetricsMX —para SDP Noticias— muestra datos muy interesantes y, sobre todo, el posicionamiento de la abanderada del lopezobradorismo que, en cuatro semanas, creció cinco puntos para posicionarse con el 40% de la intención del voto. De hecho, la coalición Seguimos Haciendo Historia, entre muchas cualidades más, ha sabido trabajar en unidad y en equipo. Se nota, está comprobado, la coordinación clave de Néstor Núñez, encargado de la planeación, organización y logística de la segunda circunscripción.
Donde también están haciendo las cosas muy bien, se percibe, es en el estado de Jalisco. Siendo otro de los puntos estratégicos para Morena, la unidad es el principal común denominador del proceso democrático. Las bases del partido y los mismos liderazgos —lo han manifestado así— coinciden en la coordinación clave de Mery Pozos, una mujer clave en el engranaje presidencial de Claudia Sheinbaum. Ese efecto se ha visto capitalizado en la carrera por la gubernatura donde Delgadillo, con paso contundente, ha tomado la cima de las preferencias para que la alternancia que anhela la población civil, sea una realidad.
Y qué decir de Chiapas, uno de los bastiones más importantes de Claudia Sheinbaum. De hecho, la entidad del sur, de acuerdo con las encuestas de opinión, es uno de los estados que mayor estimación promedia el lopezobradorismo. Apenas comenzó la campaña, es realmente impresionante la multitud de simpatizantes que jala el efecto de un fenómeno social como Eduardo Ramírez. Así como esa efervescencia se percibe en cada acto público, el desenlace no puede ser otro que el triunfo inminente de Morena. En mi opinión, aquel territorio será, en definitiva, uno de los puntos más activos en participación democrática. Al mismo tiempo, seremos testigos de la inercia que favorecerá a todos los aspirantes a cargos de elección popular. Hablamos de la fórmula del Senado y diputaciones federales. Tenemos muy claro que, hoy por hoy, el Jaguar Negro, como le conocen, va aumentando cada vez más su poder político. Eso, a primera vista, se nota en el entorno, sobre todo en el activismo y trabajo a ras de tierra. Sin ir más lejos, Ramírez será, queda claro, el próximo gobernador constitucional de Chiapas.
A pesar de la férrea estratégica de manipulación que ha puesto en marcha el PRIAN desde las redes sociales, Morena ha salido bien librado en la Ciudad de México. Clara Brugada, en ese sentido, será la próxima jefa de gobierno. En conjunto, sabemos, el lopezobradorismo ganará la mayoría de las alcaldías que están en juego, incluyendo la Cuauhtémoc. En efecto, este fin de semana Catalina Monreal, en un acto multitudinario, cobijó a Clara en la explanada del corazón de la CDMX. De hecho, se ha puesto de manifiesto que— en este clima— la unidad es uno de los componentes fundamentales. Tanto Caty, como Brugada, serán partícipes de este momento histórico que vive la coalición “Seguimos Haciendo Historia”.
Por si queda alguna duda de ello, las propias encuestas de opinión, con datos muy confiables, muestran la ventaja que ha tomado una y otra. Inclusive, eso se ha reflejado en el posicionamiento del proyecto y, de manera más específica, en la muchedumbre que se da cita en cada colonia, conjunto habitacional y todo espacio en que la manifestación de la ciudadanía haga sentir su punto de vista, tal y como pasó con el encuentro de Catalina y Paco Ignacio Taibo II. De hecho, ambos, una vez que el movimiento triunfe, pondrán en marcha un programa de cultura integral. Enhorabuena.
Donde también no hay ninguna duda que ganará Morena, es el estado de Veracruz. Ahí, al igual que otros puntos del país, la oposición arreció la guerra sucia contra Rocío Nahle. La mala noticia para el Frente Amplio por México es que, por cualquier ángulo que quieran ver en escenario, perderán la elección. A favor del lopezobradorismo, desde luego, están todas las encuestas de opinión y, por supuesto, la mayoría de veracruzanos que, desde este momento, ha tomado la decisión de seguir respaldando a Morena. Así que, con ello, la exsecretaria de energía, con esa lógica, se convertirá en la próxima gobernadora constitucional.
Lo mismo sucederá en Morelos, Puebla, Tabasco y Yucatán. Siendo así, Morena tiene la posibilidad de ganar las nueve entidades federativas que se jugarán a la par del proceso presidencial. De hecho, el PRIAN ha perdido terreno y, en retrospectiva, Morena ha cerrado la brecha para afianzarse como la fuerza política más imponente del país.