Los hashtags de la oposición, riesgo para la democracia
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“La Influencia de los Hashtags y Bots en X Durante el Gobierno de López Obrador”
Desde el inicio del sexenio del presidente López Obrador, nos hemos habituado a observar en lo que antes se conocía como Twitter y ahora es X, una avalancha de hashtags que parecen buscar desacreditar a la 4T o a figuras políticas específicas. Estos van desde #kks hasta #Narcopresidente, suscitando un debate sobre su origen y si realmente son impulsados de manera orgánica.
La existencia de bots en X es un secreto a voces: aunque son ampliamente reconocidos y su presencia es indiscutible, nadie admite operar uno y la plataforma no ha confirmado oficialmente su existencia. Estos bots logran alterar el algoritmo mediante una intensa actividad de publicaciones o reacciones, consiguiendo así posicionar ciertos temas en las tendencias. Además, es común ver miles de tuits que comparten un mismo hashtag o mencionan a una cuenta en particular.
Un ejemplo reciente es un artículo de SDPnoticias que destaca un chat titulado “Las reglas del chat de Sociedad Civil México de Claudio X. González”, coordinado por una diputada del PAN y establecido por la sociedad civil liderada por González. Este chat dicta directrices para manipular X, apuntando contra Claudia Sheinbaum mediante hashtags como #NarcoPresidenteAMLO y #NarcoCandidataClaudia.
En busca de profundizar sobre este tema, entrevisté a Pepe Galaviz, un consultor especialista en redes, indagando sobre el funcionamiento de estas campañas de hashtags. Galaviz explicó que, aunque X posee reglas que intentan limitar este tipo de campañas, las personas han encontrado formas de “engañar” o manipular el algoritmo para su beneficio. Esta situación no es exclusiva de X; plataformas como Facebook, Instagram, TikTok y YouTube también enfrentan problemas con cuentas bots. Sin embargo, la naturaleza inmediata de X y su función de microblogging hacen que este fenómeno sea más notorio allí, especialmente porque el objetivo suele ser aparecer en las ‘Tendencias’.
La presencia y actividades de estos grupos en X son alarmantes, no solo por su capacidad para influir en la opinión pública sino también por lo que representa para la democracia. El hecho de que figuras populares y líderes de opinión articulen ataques contra opositores políticos, especialmente con acusaciones tan graves como el narcotráfico, plantea cuestiones éticas profundas. Aunque estas prácticas pueden no ser ilegales, definitivamente se cuestiona su moralidad y el impacto que tienen en el discurso público y la política.