El fracaso ideológico de la Cuarta Transformación

“No todo lo que brilla es oro”

Frase popular

Desde un punto de vista de planeación estratégica, la Cuarta Transformación (4T) debió haber sido un éxito rotundo, pero, desafortunadamente, este idealismo se quedó en el papel.

Con la 4T íbamos a ser independientes energéticamente, íbamos a refinar nuestras propias gasolinas, tendríamos trenes como los de Japón, la gran mayoría de los mexicanos que trabajan en los Estados Unidos como indocumentados iban a regresar a su patria, el campo mexicano ya sería por fin el más productivo del mundo, el sistema de salud iba a ser mejor que el de Dinamarca, el dinero de cada mexicano tendría mucho mayor plusvalía, y, en general, seríamos, desde el 2019, una potencia económica.

Todo empezó a fallar desde que los bancos que ejercen sus funciones financieras en México no aceptaron, al iniciar la 4T, disminuir sus comisiones y sus tan altos cobros de impuestos, pero en el presente ensayo con un solo ejemplo puedo demostrar las causas ideológicas por las que fracasó la 4T, económicamente hablando primordialmente.

Cuando inició la 4T yo compraba un shampoo para el cabello diseñado para bebés, en 45 pesos, ya que tengo los conocimientos que entre menos químicos contengan estos productos más se mantiene el cabello masculino, hoy, el mismo champú, en el mismo supermercado, donde todo está siempre fresco, con la misma presentación, y con los mismos ingredientes, cuesta 81 pesos, y así aumentaron los precios de literalmente todos los productos de los supermercados, incluyendo, a los medicamentos.

Sólo por mantener una charla intelectual le comenté este suceso al gerente del susodicho supermercado, lo que también llama la atención es que en la gran mayoría de estos establecimientos los gerentes son hombres.

Si con el mismo ímpetu que todos los mexicanos teníamos para lograr vivir grandiosamente en este gran país los empresarios que fabrican y venden todos los productos de los supermercados se hubieran solidarizado, y no hubieran aumentado tanto los precios, o si realmente hubieran querido hacer de México una gran nación, los hubieran bajado, hoy seríamos el México que se escribió en los planos de la 4T desde que se idealizaron en la mente de Andrés Manuel López Obrador… Esa solidaridad de todo un pueblo para lograr que el país que conforman “jale parejo” cuando realmente se necesita un cambio radical, la han logrado muy pocos líderes durante la historia, contemporáneamente lo lograron, en su momento, Roosevelt cuando fundió el oro de las monedas norteamericanas para mantener la economía después del crack de 1929, Churchill en Inglaterra cuando sólo les ofreció “sangre, sudor y lágrimas”, Stalin en Rusia cuando estabilizó al país después de la revolución que inició Trotski, Hirohito cuando unió al pueblo japonés en contra del imperialismo occidental, y el mismo Hitler cuando logró que su libro “Mi lucha” consolidara una forma de gobierno, basándose en la filosofía alemana del inigualable Otto von Bismarck.

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