Los portazos de Palacio

“Y créanme gente, que aunque hubo ruido nadie salió

No hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró

Solo un borracho con los dos muertos se tropezó

Cogió el revólver, el puñal, dos pesos y se marchó

Y tropezando se fue cantando desafinao

El coro que aquí les traje, mira el mensaje de mi canción

La vida te da sorpresas

Sorpresas te da la vida, ¡ay, Dios!

Pedro Navaja, matón de esquina

Quien a hierro mata, a hierro termina

Valiente pescador, pa’l anzuelo que tiraste

En vez de una sardina un tiburón enganchaste..”

RUBÉN BLADES

La vida te da portazos, portazos te da la vida… Así ocurre con los portazos de Palacio; ofrecen sorpresas a todos, mismo a quien los ha propinado. Recordemos, además, que hay sorpresas agradables y desagradables…

El portazo de ayer a los padres de los 43 no es el primero. Si mal no recuerdo, el número uno de esta administración fue a todas las mujeres que marcharon el 8 de marzo de 2020. A partir de esa ocasión, Palacio Nacional ha estado cerrado y cercado todos los 8Ms. Mañana no será la excepción.

Lo traigo a colación porque a mí me late que todo el show de ayer (hay quienes acusan montaje) es en preparación para una nueva cerrazón mañana con las mujeres de México.

Miren ustedes: de haberse colocado vallas dos días antes de esa conmemoración, este miércoles el recinto hubiera estado más protegido de lo usual. Los blindajes de acero y el dispositivo de la Guardia Nacional habrían dificultado que manifestantes aglutinados bajo la causa Ayotzinapa irrumpieran en Palacio utilizando una camioneta de la CFE para romper la puerta. Al respecto, todo estuvo bien raro…

De llamar la atención, también, la reacción de Andrés Manuel. Siempre aduce que si se ponen vallas es para proteger el inmueble, pero ahora manifestó que lo ocurrido no tuvo importancia, que solo se trató de una simple puerta… Las féminas no gozarán de tanta laxitud este viernes a las afueras de Palacio Nacional, se los garantizo.

Puesta en escena de infiltrados cortesía del régimen o genuino lo ocurrido ayer a manos de los padres de los normalistas, por supuesto López Obrador no podía evitar victimizarse. No quiso hablar con los protestantes, los refirió con el subsecretario de Gobernación, culpó al senador Álvarez Icaza de asesorarlos y repitió lo que les hizo Claudia Sheinbaum al inicio de su campaña: hacerlos a un lado. Nada de verlos ni escucharlos.

En un país donde el presidente es tan popular, todo —falso o no— le beneficia en el corto plazo. Pero es el largo plazo lo que debemos considerar. Cada desplante se le regresa; tarde que temprano vuelve para ser cobrado. La falta de apertura del macuspano es probablemente lo que más caro Ie ha resultado a él y al obradorismo.

Como el “portazo” dado a Javier Sicilia y los Lebaron cuando pedían justicia y un freno a la violencia. El que nos propina a todos los mexicanos que ya no podemos visitar Palacio Nacional, cuando antes la entrada general era por la puerta principal del recinto. El inmueble de todos los mexicanos, decorado con murales y lleno de historia, lleva casi seis años secuestrado por el más austero de los presidentes.

O el portazo más famoso, el que le propinó a Xóchitl Gálvez. Ella, que buscaba ser candidata para gobernar la Ciudad de México, fue lanzada con aquel portazo a aspirar a representar las aspiraciones truncadas de 130 millones de mexicanos.

¿Cuál sería la actitud de Claudia Sheinbaum de ganar la Presidencia?¿Así, o más soberbia? ¿Apertura o montajes en su defecto?

Un consejo en buen plan: para ser jefe de Estado no se necesita ser carismático, pero la empatía y el decir la verdad son ingredientes vitales.

Giros de la Perinola

1. ¿Pues no que las puertas de Palacio Nacional siempre estarían abiertas para el pueblo bueno? ¿O ya de plano los familiares de los normalistas calcinados pasaron a ser unos miserables complotistas?

2. Cría adeptos, revoltosos, dependientes o desesperados. Tarde que temprano te bloquearán Palacio. Por ejemplo, los de la CNTE. Y si bien dan ganas de decir “el presidente se lo merece”, lo cierto es que la niñez no se merece esos ejemplos ni esos inventos ni esos maestros ni nada de eso.

3. Max Cortázar, vocero de Xóchitl Gálvez, considera denunciar a Epigmenio Ibarra por violencia política de género, pues llamó “esperpento” a la candidata de la oposición. Haría bien.

El productor debería saber que, más allá de rivalidades, la educación nunca sobra. Además, que no se queje de motes y apodos, si es el primero en endilgarlos. Ya ven, ese es el verdadero feminismo del oficialismo.

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