¿Cómo llamar al voto sin influir?

Y no, no estoy hablando de los candidatos. Su labor es buscar que el electorado los voltee a ver para que se decidan por ellos.

Leo que Salvador Villalobos, presidente del Consejo de la Comunicación “Voz de las Empresas”, está promoviendo una campaña donde se busca incentivar el voto de los empleados de las empresas privadas mexicanas. Esta campaña se promocionará con el nombre de #MeVeo y tiene la intención de que se logre al menos un 65 de participación, cosa que nunca ha sucedido en nuestro país.

Dice Salvador Villalobos en una declaración publicada por El Norte: “La polarización ha venido creciendo y eso genera mayor violencia e inseguridad en el país, pues tristemente podría suceder que nuestros gobernantes no hayan sido electos por la mayoría”. Dice Villalobos que si se fracasa en el objetivo de participación ciudadana en el proceso electoral sería un aumento en la polarización social.

Me parece importantísimo que las campañas que hacen los de la Voz de las Empresas busquen que las personas que trabajan en el sector privado ejerzan su derecho al voto. Lo complicado de estas campañas es buscar que se haya de manera neutral pues si no contribuirían a lo que tantas veces enunció Villalobos en la entrevista, la polarización.

Le explico con un ejemplo banal de mi antigua vida laboral. En Monterrey siempre ha habido un tema de polarización, al menos deportiva. La primera pregunta que te hacían hace tiempo en las empresas regias era “tigre o rayado”. De ahí empezaba una conversación cordial o no, dependiendo del jefe. Yo, desde siempre, soy Rayado, o sea le voy al Monterrey. Me ha tocado estar con jefes que le van al equipo rival, Tigres. Con estos jefes nos sentábamos y siempre tuvimos una buena plática de futbol donde yo siempre tuve la habilidad de poder quitarme los colores para hablar sin apasionamientos de algo que se trata de pasión como es el futbol. Es mas, llegue a ir con mis jefes a los juegos de Tigres y me seguían invitando pues decían “tu sí ves el futbol y no vienes por la cerveza gratis”, es decir no quieres quedar bien. Mis jefes nunca buscaron convencerme de cambiar de equipo o me veían mal cuando Rayados les ganaba en los Clásicos del Norte. ¿A que voy con eso?

Si leemos entre líneas las declaraciones de Villalobos podríamos ver una cierta inconformidad sobre los resultados de las ultimas votaciones achacados a que no hubo la suficiente participación. Las encuestas dicen lo contrario.  También siento que las “empresas” están buscando influir en la decisión de la gente con la idea “si no votas por tal candidato, te quedaras sin trabajo”. Es como si uno de mis anteriores jefes hubiera dicho, “no te contrato porque le vas a los Rayados”, o “a todos les aumentaremos el sueldo excepto a ti porque le vas al Monterrey” o aún peor, “ponte este jersey de Tigres pues los patrocinamos y no me importa que a ti no te guste el equipo”.

Para disminuir la polarización hay que tener la intención y la visión de la pluralidad. Es decir, hay que entender que, dentro de nuestro grupo de amigos, compañeros de trabajo o conocidos, puede haber una persona que va a votar por una opción diferente a la que votaremos nosotros y no por eso tenemos que denostarlo. Entiendo que los empleadores pueden tener visiones políticas diferentes a la de los empleados y no por eso el empleado se tendría que sentir obligado a votar por alguien que no va con sus ideales de vida. En las empresas, el día de mañana te pueden “dar las gracias” y de nada sirvió que les hayas entregado el voto.

También hay que aclarar que el voto es un derecho y no una obligación. El ejercerlo es responsabilidad de cada quien y no votar también es ejercer una decisión. En los católicos , la Cuaresma obliga a ayuno y abstinencia, al menos los viernes. En los judíos, en el Shabat obliga al descanso y la reflexión. Pagar los impuestos es una obligación y algunos de los del Consejo “Voz de las empresas” no lo hacen.

Entiendo que las donaciones que hacen las empresas a este consejo obligan a las personas que llevan a cabo este tipo de campañas a medir los resultados y si no tienen uno positivo podrían cuestionar la efectividad de estos. Yo sinceramente deseo que la campaña de los de la “Voz de las empresas” sea exitosa y lleve a tener una participación exitosa y con la mayor cantidad de votantes ejerciendo su derecho al voto de la historia. También espero que busquen que la campaña impulse al voto y no busque que se vote por el candidato que quieran los patrones que se vote.

Aunque ya lo sepa, recuerde que ni el padrecito ni el rabino ni el jefe ni su pareja puede ni debe influenciar en su decisión del voto. El voto es una decisión personal y el votar o no es un derecho.

¡Ánimo!

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