¡Por favor, cúmplanles su fantasía!

Aún faltan algunos meses para las elecciones, es más aún ni comienzan formalmente las campañas presidenciales en México, pero me parece fundamental hablar de las mismas. Creo que la mayoría de la población está cansada de escuchar los mismos discursos de siempre, la polarización de un lado o del otro, pero ante esto, lo mejor que se puede hacer es participar.

El próximo 2 de junio cúmplanles el sueño a sus candidatos favoritos, su fantasía de vivir como ricos. Esto lo digo porque si algo es claro, es que no quieren los cargos para ayudar a la gente o para hacer un buen gobierno, sino que los quieren para darse la vida que en la iniciativa privada no se podrían dar nunca. Porque en cualquier empresa de este país (si es que encuentran trabajo) no pasarían de ser un empleado más con un sueldo discreto, mientras que en los puestos públicos pueden aspirar a ganar varios miles de pesos y además beneficiarse de los mismos para realizar negocios. Hace mucho la política dejó de servir para servir al pueblo y sólo sirve a muchos para servirse de ella.

Seguramente vendrá alguien a comentarme que no son todos así, que hay muchos políticos que sí se preocupan por su comunidad, pero este país está tan lastimado por tantas y tantas generaciones de políticos corruptos, indiferentes e incapaces que automáticamente ya metemos a todos en el mismo costal.

Desde que era pequeño, recuerdo que nos han vendido la idea de que quieren llegar al poder para cambiar las cosas, pero en la mayoría de las ocasiones sólo quieren cambiar todo, pero para que nada cambie. Pareciera que todo este tiempo lo único que han querido es dejar de andar en transporte público para anda en camionetas blindadas con escoltas. Con tal de lograr sus excentricidades nos han metido el discurso de que unos u otros son la solución

No es que un político no merezca vestirse bien, comer bien o transportarse en camioneta blindada con escoltas, el punto es que, si se dedicaran a otra cosa, el presupuesto no les daría para tener todas esas cosas. No digo que ser político sea fácil pero no creo que se trate de llenarse de lujos.

También nos han dicho que el pueblo es primero, lo cierto es que vivimos en un México de terror, en donde ya no se puede ni trabajar tranquilamente porque la delincuencia ha alcanzado todos los niveles de la sociedad, en donde la única forma de subsistir es sumándose a las filas del crimen. ¿Cómo se puede vivir así? ¿Cómo le va a hacer la gente para sobrevivir?

Y es que la vida de lujos que se dan los políticos, algunos de sus asesores, colaboradores más cercanos y familiares es simplemente increíble. He visto asesores legislativos darse lujos que simplemente no cuadran con los sueldos que reciben. De nuevo, no es que esté mal tenerlos, lo que está mal es que si tuvieran un trabajo honesto todo esto les sería imposible: inmuebles en las mejores zonas de la ciudad, muebles nuevos para la casa, viajes a Europa, conciertos, eventos deportivos, viajes y más viajes, ropa de marcas carísimas. Gente desagradable y vulgar es lo que son.

Además de soberbios, son hipócritas. Conozco a alguien que vende una imagen de corrección, responsabilidad, empatía y progresismo, dejó de ser quien en realidad es. En sus redes sociales postea preocupación por el pueblo de México, para que crean su discurso, aunque la realidad es completamente distinta. Yo conozco a esta persona y la impresión que me ha dado de preocuparse por la gente, en realidad no es otra cosa más que una pose, es una persona sumamente vacía.

Sólo espero que lo anterior no los detenga en votar en junio, hay que elegir a la primer mujer presidente en México, entre muchos otros cargos. Recuerden que hay cientos de personajes que quieren una vida llena de lujos con la ley del mínimo esfuerzo. Por favor, no les rompan esa fantasía, no les quiten la valiosa oportunidad de montarse al poder y vivir una experiencia de portarse como reyes que, de no encontrarse en la política, ni en sueños alcanzarían.

Por Adrián Ixe

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