López Obrador y los gobernadores del país
En unos meses más, el presidente López Obrador terminará su periodo de gestión al frente del gobierno de la república, y por su trabajo ha sido calificado de acuerdo con estudios de opinión nacional e internacional, como uno de los mejores mandatarios del mundo. Es verdad, el mandatario ha tenido momentos de mucha presión, especialmente en temas prioritarios de la agenda, sin embargo, siempre ha sobresalido a cualquier adversidad. Por esa razón, queda claro, se ha ganado el cariño de la inmensa mayoría de la sociedad. En ese sentido, hay que poner mucha atención en vísperas del cierre de actividades, pues él, confiado en lo que pasará en las elecciones del próximo 2 de junio, ha dicho que la transformación quedará en buenas manos.
Efectivamente, el presidente López Obrador se refiere a Claudia Sheinbaum. En vista de ello, sabemos, no puede mencionar públicamente el cariño por la abanderada de Morena, empero, hay una identidad sociopolítica muy fuerte que los liga a ambos. De igual forma, hay otro vínculo muy profundo con todos los mandatarios a lo largo y ancho del país y la razón es muy clara: con varios de ellos —durante muchos años— han caminado para cimentar las bases del proyecto de transformación. Esa cercanía, de hecho, sigue promoviendo acciones de beneficio colectivo.
Y no solamente en acciones, obra e infraestructura hay coordinación, sino también en la comunicación. Ha trascendido que, el fin de semana pasado, el presidente López Obrador comisionó al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, para acudir en su representación, al informe de actividades del mandatario estatal de Yucatán. Se sabe que, más allá de la militancia y las convicciones de cada actor político, hay una coordinación con todos los gobernadores del país para concretar, de forma significativa, las prioridades de la agenda social. Entre ellas, por supuesto, los rubros de salud y educación. Juntos, desde esa perspectiva, han tomado decisiones para llevar la transformación a buen puerto.
Con Alfredo Ramírez Bedolla, desde hace muchos años, existe una relación añeja. De hecho, uno y otro son militantes y fundadores de Morena. Con esa premisa, queda claro, hay confianza para caminar por la misma dirección. Eso lo mostró el gobernador constitucional de Michoacán con su asistencia al informe de actividades del mandatario de Yucatán. Ha trascendido que, en medio de esa buena comunicación, AMLO le pidió que fuera, pues el presidente, con la agenda llena de compromisos, visitó algunos puntos claves de la geografía nacional, en especial Zacatecas.
De hecho, con un mensaje muy alentador, el mandatario federal reconoció el buen quehacer que está llevando a cabo el gobernador de Zacatecas, David Monreal. Han sido muchos avances significativos y podríamos decir, con conocimiento de causa, que la entidad enclavada en el norte del país tiene resultados muy alentadores, en particular en materia de seguridad. Inclusive, al establecer mecanismos y estrategias que han permitido avanzar en ese rubro, se han ido construyendo mejores condiciones sociales, especialmente por la pacificación. De hecho, se estima que conforme los meses avancen, cada vez se notará mas la mejoría gracias al trabajo coordinado.
No ha sido fácil. Recordemos la inseguridad que se vivía antes de la llegada de la Cuarta Transformación en Zacatecas. En ese sentido, David Monreal, con base en una estrategia integral, ha ido reduciendo la brecha. En pocas palabras, el mandatario ha dado un giro positivo. Como sabemos, lo único que se requería era compromiso y responsabilidad, cosa que, sin duda, se ha cumplido a cabalidad. De hecho, desde la llegada del nuevo titular de gobernación, Rodrigo Reyes, la política interna ha dejado un balance alentador. El acuerdo y la coordinación con todos los ámbitos sociales ha experimentado una mejora significativa en la atención de cada una de las demandas colectivas, lo que ha generado soluciones y propuestas que, a la postre, mejoren la calidad de vida.
Y eso que pasa en Michoacán y Zacatecas, sucede en todo el país. El presidente López Obrador tiene una buena relación con todos los mandatarios de las 32 entidades federativas. Hay coordinación, trabajo y suma de esfuerzos, pese a que, políticamente hablando, existan diferencias, especialmente con los servidores públicos emanados de la derecha. En pocas palabras, es un quehacer institucional que es indispensable para que México siga caminando en aras de la transformación.
Esa idea, por supuesto, la comparte perfectamente Claudia Sheinbaum, que será, dentro de unos meses, la primera mujer que llegue a Palacio Nacional como presidenta constitucional. Esto, en realidad, seguirá asegurando resultados satisfactorios en temas prioritarios de la agenda pública. Será un año clave para ello y, mientras eso sucede, AMLO deja un buen legado a la abanderada de Morena a la presidencia. Es, desde luego, es una forma de gobernar que tiene el sello principal de los gobiernos emanados del pueblo.