Se movía por instinto y sin mandato. Pero él quería controlar

IRREVERENTE

Les platico:

Era de apariencia cuadrada.

Tenía chofer y guaruras y se movía como fantasma en un “fantasma” negro, aunque tenía otro teñido de níveo color.

Cuando se sentaba lo hacía como los “chuchos” lo hacen: en sus cuartos traseros.

Por el día era un católico devoto que incluso dibujaba a lápiz lo que se le ocurría al escuchar el Evangelio del Día en la parroquiota del lujoso barrio en que con su segunda esposa él vivía.

De la primera se había divorciado tras un sonoro pleito, pues a pesar de que su chequera tenía millone$ -y en Houston dólare$- le había peleado a muerte en un interminable juicio de alimentos.

Como consecuencia, llegó al altar en segundas nupcias con un Amparo bajo el brazo y con la comprada a precio de oro anulación papal, el muy cabrón.

De día se la pasaba viajando, aunque también de noche lo hacía.

Ayudaba cuando podía; sí lo hacía, aunque hacía tanto ruido, que aturdía.

Sus cercanos le llamaban “benefactor”, “filántropo”, “mecenas” y él se los agradecía y sonreía.

“Si éstos infelices supieran…”, para sus adentros se decía.

Entonces quedamos en que durante las misas, dibujaba a lápiz sobre los pasajes del Evangelio que del cura escuchaba.

Y no pintaba ahí en plena misa al óleo porque no podía, pero tenía mano diestra y con una calidad decorosa.

Su ascendencia provenía de las mayorías pobres, que eran controladas en aquella sociedad por unas minorías que resultaban muy selectivas para aceptar en sus cerrados círculos a alguien que no proveniera o perteneciera a sus alcurnias, linajes o cunas tejidas con la ancestral y elegante cofia holandesa, que también era característica de las servilletas de tela almidonada que adornaban las señeras mesas de los ricos.

En el municipio en que vivía se aproximaban elecciones.

Y como muchos de su “estirpe”, decía que votaría por el que por 5a vez contendría, el mismo que tres veces antes alcalde ya había sido y que en una 4a, ante cierto “independiente” su derrota palmaría.

Cajón de sastre:

Lástima por él y por otros como él, porque en los meses venideros, una nueva forma de gobierno ciudadano, sobre el ejido cínico donde vivía, gobernaría.

Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván.

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