Los matones y la mafia en la política
IRREVERENTE
(Es un hecho: la realidad supera a la ficción.)
Les platico esto que sucedió hace 13 años en el ejido cínico de San Pedro Garza García, NL. ¿Arre? ¡Arre!
A las 11 de la mañana del martes 10 de noviembre de 2009, Mauricio Fernández se presentó en las instalaciones de la FGR en NL para rendir su declaración respecto a la información privilegiada que obtuvo sobre el homicidio del mafioso Héctor Saldaña Perales, alias “El Negro”, ocurrido el 31 de octubre de ese año en la Ciudad de México.
Saldaña Perales y tres personas más fueron encontrados muertos en el interior de una camioneta abandonada en la Delegación Miguel Hidalgo de la hoy CDMX.
La investigación de ese caso fue atraída por la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada, SIEDO, y 13 años después el caso sigue insólitamente insoluto.
Mauricio fue citado a declarar sobre este caso porque al rendir protesta por 2a vez como alcalde de SPGG, interrumpió su mensaje para informar a la audiencia sobre el citado cuádruple asesinato !varias horas antes de que las autoridades capitalinas conocieran del asunto!
Con el ojo cuadrado
Su antecesor Fernando Margáin Berlanga y todos los invitados al Auditorio San Pedro se quedaron atónitos ante semejante anuncio.
“El Negro quería matarme y ahora él es el muerto”, declaró Mauricio en la FGR.
Para explicar tal nivel de anticipación dijo que tenía servicios de inteligencia vinculados al consulado de EU (no dijo de que ciudad mexicana) que le informaron del asesinato de Saldaña Perales.
Y fue más allá al afirmar que muchos alcaldes mexicanos “están pasivos y no activos” pues “hemos llevado al exceso la impunidad; por eso yo propongo la creación de un grupo de inteligencia para partirles la madre”.
Así consta en el expediente que vio este irreverente servidor de ustedes.
Buenitos contra malitos:
De ahí se derivó lo que fue conocido como el “grupo de los rudos”, que terminó en un escándalo cuando gente vinculada a su administración comenzó a vender protección a comerciantes del Centrito Valle y de otros sectores sampetrinos, presumiendo que eran enlaces de los buenos con los malos.
Hasta el hijo de un ex gobernador priyista que desarrolló la colonia Bosques del Valle, fue involucrado en esos enjuagues.
Como parte de dicha estrategia, la autoridad municipal filtró a los sampetrinos una versión que corre de manera informal hasta la fecha:
Los malitos pactaron con los buenitos para que haya una “seguridad controlada mediante negociación”.
Cuando tres años después Ugo Ruiz relevó como alcalde a Mauricio, acabó con el grupo de los rudos… o al menos eso dijo el hoy militante de las naranjas podridas de Samuel García.
Oppenheimer, pero no el de la película:
El pasado jueves, Andrés Oppenheimer, el reconocido analista político argentino avecindado en Miami, Florida, dijo en una conferencia a la que asistí, que es muy peligroso e inefectivo tratar de resolver el problema de la delincuencia organizada negociando con ella.
“A los mafiosos no se les anuncia que se les va a combatir; se les combate sin ambages ni negociaciones”, dijo Oppenheimer, al referirse a la estrategia que siguen Bukele en Honduras, con la Mara Salvatrucha y AMLO, con los cárteles de la droga.
No se refirió a Mauricio ni a su anuncio del 2009 de “partirles la madre”, pero el mensaje del experto internacional atañe directo a quien ahora quiere ser alcalde de San Pedro por 4a vez.
Para terminar, una anécdota:
Durante la filmación de la primera película de “El Padrino” (1972), la mafia sintió curiosidad por saber lo que sucedía en el rodaje.
Seguían a los actores y rondaban por los foros y locaciones.
Marlon Brando en particular no estaba muy contento.
En algún momento, Brando, Al Pacino y Robert Duvall iban a bordo de un automóvil cuando su conductor vio a un grupo de mafiosos que viajaban a la misma velocidad y distancia, mirándolos.Brando dijo que ya estaba harto de “esos bastardos de la mafia”.
Entonces, bajó la ventanilla del auto, se bajó los pantalones por completo y ¡se burló de ellos!
Sin desanimarse, los capos enviaron al matón, luchador y portero de la mafia de la vida real, Lenny Montana, al set de filmación, para interpretar el papel de Luca Brasi.Montana era un gran admirador de Brando, al igual que muchos de los mafiosos que respetaban a la estrella salvaje por sus maneras irreverentes.
Montana estaba tan alelado con su famoso coprotagonista que se equivocaba constantemente en sus parlamentos.
Hasta que Brando intervino, lo tranquilizó y le ayudó a brillar en su papel.
El mafioso, convertido en actor, estaba increíblemente agradecido… y sus jefes también.
Cajón de sastre:
– Mauricio, tú no eres Marlon Brando, y los mafiosos de San Pedro no son “Luca Brasi” ni sus jefes ficticios de la película.
– Sampetrinos, la realidad actual del ejido cínico donde viven se parece más a Lenny Montana y a sus jefes de carne y hueso.
– Esos tipos de la vida real viven entre ustedes.
– Sus hijos y nietos están en las mismas escuelas que los suyos.
– Y sus parejas comen, medran, compran, se lucen, alardean y pasean en los mismos clubes y lugares de postín a donde van las de ustedes, ?o a poco no se han dado cuenta?
– Es más, también le dan al mecenazgo o la filantropía, nada más que ellos lo hacen en forma anónima, como debe ser, sin tanta alharaca…como la de algunos de ustedes.
– Capito?
– Mañana, cambio completo de programa, sin faltar el Incomparable Iván.