Una porquería, pero esa clase política tenemos

Nadie se salva.

 

Ni el frente del Gobierno ni el opositor.

 

En el Gobierno la suciedad corre por todo el país: exigen diezmo a trabajadores de Notimex para pagar la campaña de la morenista Claudia Sheinbaum.

 

Los quisieron esquilmar con 51.2 millones de pesos de los 256 millones extraídos de la hacienda pública para liquidar a sindicalistas de la exagencia noticiosa oficial.

 

Hoy lo niegan todos los actores y Andrés Manuel López Obrador desconoce a la exdirectora Sanjuana Martínez, pero el pleito ha escalado y terminará en los tribunales.

 

Todos queremos ver esta pelea canibalesca, la 4T contra la 4T, gobierno contra gobierno.

 

Hay muchos elementos.

 

En lo electoral, cuando quieran actuar el INE de la consejera Guadalupe Taddei o el Tribunal Electoral de la magistrada Mónica Soto.

 

Pero hay mucho espacio para lo penal por desvío de recursos, tráfico de influencias y otros delitos si se decide a aclarar el fiscal federal Alejandro Gertz Manero.

 

4T vs. 4T

Vayamos a frentes.

 

El morenista, en realidad gubernamental o lopezobradorista, enfrenta señalamientos muy graves porque Sanjuana Martínez ha aceptado el reto de López Obrador: presentará pruebas.

 

¿De qué?

 

De las exigencias del secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños, y del padrino Arturo Alcalde Justiniani, padre de la extitular de la STPS y actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.

 

Claudia Sheinbaum también trae a cuestas disidencias internas -por algo se han retrasado muchas postulaciones-, entre ellas la del jalisciense Carlos Lomelí.

 

Este empresario farmacéutico fue acusado en 2017 por López Obrador como uno de los empresarios favoritos del régimen anterior de extraer la sangre de los mexicanos con medicamentos para el sistema de salud.

 

Pero dos meses después de tal señalamiento, López Obrador regresó a Jalisco y lo presentó como el candidato de Morena a gobernador contra el emecista Enrique Alfaro.

 

Y enfrente, en la disidencia, Marko Cortés rompe la alianza local con el PRI de Alejandro Moreno en Coahuila por negociar posiciones políticas como si fuera remate de jitomates.

 

-¿Cuánto afecta esta separación? -pregunto al exgobernador Miguel Riquelme.

 

-Nada. En Torreón y Saltillo hay dos cuadros priistas –Román Alberto Cepeda y José María Frausto- muy funcionales y nos favorecen las encuestas.

 

A ver.

 

UN RUCO

 

1.- A Movimiento Ciudadano le ha salido un chavorruco.

 

Fernando Morales, expriista él e hijo del exgobernador priista Melquiades Morales, lleva años en campaña y promete una muy disruptiva.

 

De 54 años, se presentará ante la sociedad como un candidato chavorruco con el fin de ganar a ciudadanos de 40 a más de 70 años.

 

Será interesante, pero más cómo se ha allegado a expriistas, expanistas y experredistas para integrar planillas municipales y dar la pelea a los supuestos candidatos fuertes.

 

El morenista Alejandro Armenta y el panista Eduardo Rivera.

 

Y 2.- El exgobernador de Coahuila Miguel Riquelme ha confirmado al dirigente Alejandro Moreno su intención de competir por una senaduría de mayoría.

 

Ayer comió en Polanco con Manlio Fabio Beltrones, otro interesado en hacer campaña por el voto popular y hasta donde se sabe los dos únicos ex gobernadores dispuestos a someter su popularidad al veredicto de las urnas.

 

     @urenajose1

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