Querido y admirado Enrique Krauze, ¿en serio es elección de ‘vida o muerte’ la de 2024?

Una de las grandes ventajas de la democracia es que nos permite cambiar de gobernantes sin tener que matarnos cada vez que alguien se cansa del grupo en el poder. Por tal razón considero altamente preocupante que un hombre tan influyente —sobre todo entre las clases medias altas y altas— como el historiador Enrique Krauze haya diagnosticado, en su artículo de ayer domingo 7 de enero en Reforma, que la presidencial de este 2024 será una elección de vida o muerte si no se da en un ambiente de “concordia”.

La crudeza de la expresión utilizada por el destacado intelectual me impide restarle relevancia pensando que él simple y sencillamente salió con su —inofensivo— domingo siete.

Curiosamente, también ayer domingo 7, en mi columna cité una frase de Adam Smith —o atribuida al autor de La riqueza de las naciones—. Es esta: “Si abordas una situación como asunto de vida o muerte, morirás muchas veces”. Con tal expresión quise sugerir a la ministra Lenia Batres que no se apasione excesivamente en los debates de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Fue una sugerencia respetuosa y con ganas de ayudar, no de molestar. Pienso que Lenia hará su trabajo con buenas calificaciones si logra poner a un lado la ideología y se concentra en el derecho y la Constitución cuando analice los numerosos asuntos que le corresponderá juzgar. En el caso contrario, esto es, si Lenia Batres insiste en ver su nuevo cargo como una especie de guerra santa contra el poder judicial que le parece diseñado para perjudicar al pueblo, difícilmente convencerá a la mayoría de ministros y ministras tanto en el llamado pleno del alto tribunal como en cualquiera de sus dos salas y, por lo tanto, perderá todos los debates.

El hecho es que nunca conviene abordar las situaciones como asuntos de vida o muerte. ¿No lo sabe Enrique Krauze? Cito lo que dijo ayer, en Reforma, tan importante intelectual al finalizar su escrito: “Esperar concordia del presidente sería ingenuo. En su propio corazón anida la discordia. Esperarla de la contienda electoral y sus protagonistas es cuestión de vida o muerte”.

Entiendo que Krauze piense que en el corazón del presidente López Obrador “anide la discordia”. Tan fuerte opinión, ni hablar, la explica un conocido refrán: “Cada uno habla de la feria como le va en ella”. Por cierto, este refrán probablemente lo utilizó antes que nadie el Marqués de Santillana y no el autor de La Celestina como yo pensaba: lo leí en un artículo de David Toscana publicado en la excelente revista propiedad de Krauze, Letras Libres.

Sin duda, el mencionado dicho aplica al historiador Enrique Krauze y a otros escritores, como Héctor Aguilar Camín: dado que han sido muy cuestionados durante todo el actual sexenio por AMLO, lógicamente ellos piensan que el tabasqueño solo se dedica a sembrar la división. Otras personas, desde luego, tienen mejor opinión de Andrés Manuel. Pero, aunque importante, este no es el punto.

Lo relevante ahora mismo es preguntar a qué se refiere Enrique Krauze cuando afirma que la concordia en la contienda electoral presidencial de este año “es cuestión de vida o muerte”. Ojalá Enrique en un próximo artículo sea más específico y defina lo que para él es la concordia electoral como condición imprescindible para que no nos matemos durante las votaciones del próximo 2 de junio.

Mientras llega su explicación le haré algunas preguntas a Krauze:

1. ¿Concordia electoral significa evitar la propaganda negativa basada en calumnias a la que ya recurren los estrategas de la candidata de derecha, Xóchitl Gálvez, que no solo atacan con terribles mentiras a Claudia Sheinbaum en redes sociales, sino inclusive a familiares de la abanderada de izquierda?2. ¿Piensa Krauze, como Aguilar Camín, que es discordia electoral la difusión de encuestas —todas, absolutamente todas las encuestas: no hay excepciones— que dan ventajas enormes y crecientes a Claudia?3. ¿Sugeriría el historiador, como ha sugerido Aguilar Camín, limitar la libertad de expresión de los medios de comunicación que publican estudios demoscópicos que a una parte de la comentocracia le parece no aportan, sino restan concordia al proceso electoral ya en marcha?4. ¿O acaso Krauze considera que solo habrá concordia si los resultados de la elección NO le dan a Morena la presidencia de México para el periodo 2024-2030 ni, tampoco —algo que también cabe dentro de las posibilidades—, una amplia mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados y Diputadas?5. ¿O en el colmo de la desesperación el historiador está tratando de que se generalice la idea entre las clases medias altas y altas de que la elección de 2024 será una cuestión de vida solo si Sheinbaum y la izquierda pierden, mientras que tal elección será una cuestión de muerte si Claudia y Morena ganan?6. ¿Lo que sigue es que un intelectual tan serio como Enrique Krauze salga también con la ficción de que, por la falta de concordia, estamos inmersos una elección de Estado, algo que lógicamente solo puede ser evitado mediante procedimientos no democráticos?

Si se me preguntara qué es para mí la concordia electoral, respondería: simple y sencillamente aceptar el triunfo de la opción política que logre la mayoría de votos. Como en 2018, en efecto, cuando AMLO ganó la presidencia.

¿Que Andrés Manuel ha gobernado generando discordia? Eso dice Enrique Krauze, pero no es necesariamente verdad. Yo no pienso de esa manera. Pero, para no perder el tiempo discutiendo quién tiene la razón, propongo que la gente decida.

Una encuesta serviría para tal propósito. ¿Se animará Letras Libres a encargar el estudio a una casa encuestadora de prestigio, como Buendía & Márquez, De las Heras Demotecnica o Covarrubias y Asociados? Probablemente en la revista de Krauze no lo considerarán necesario, ya que sus editores, incluyendo al propio Enrique, deben estar tan convencidos como yo de que, en cualquier encuesta —telefónica o de vivienda—, la mayoría de la gente dirá que el presidente López Obrador ha conducido en concordia al poder ejecutivo.

En lo personal pienso que en las presidenciales de este 2024 habrá concordia democrática si quienes pierden aceptan la derrota. ¿Reconocerán la casi segura victoria de Claudia Sheinbaum los empresarios, intelectuales y periodistas que tanto desean el fin de la 4T?

Aunque quizá ya lo leyó, le recomiendo a Enrique Krauze un escrito de Felipe González, expresidente de España. Lo editó el INE cuando se llamaba IFE: “La aceptabilidad de la derrota, esencia de la democracia”. Si Enrique no lo ha leído, aquí podrá hacerlo porque me parece que, sin más rollo, la concordia electoral únicamente es eso: quien gane a celebrar y quien pierda a aceptar la derrota y seguir trabajando para cambiar las cosas en la siguiente elección.

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