El primer día del año
Me gusta pensar en esa leyenda que tanto amaba mi mamá y en la que creía y a la que le llaman “las cabañuelas”. Me gusta el sentido que cobra y el simbolismo que conlleva. Siempre desde pequeña ponía mucha atención y anotaba en un pequeño diario cómo iban transcurriendo mis primeros 12 días del año nuevo.
Las cabañuelas, para los que no lo sepan, se trata de un procedimiento y de una creencia, arraigado principalmente en las personas mayores de todo el país, que realizan sus pronósticos climáticos basándose en los 12 primeros días de enero. Pero también más allá de creer que dependiendo el clima que tengamos estos 12 primeros días así es como será el de todo 2024 también me gusta pensar que dependiendo de cómo pases estos primeros 12 días del año es como en realidad te irá.
Así que por eso, hoy decidí escribir muy temprano esperando con esto tener la sensación y casi la certeza de que podré hacer esto que tanto me gusta que es expresarme a través de la escritura el resto del año.
También me gusta revisar mis emociones e intento estar positiva y en paz porque creo que entonces así será todo mi mes de enero.
Aunque esto se cumpla o no, es mi intento por querer construir mi 2024, haciendo mi mejor esfuerzo de controlar y cambiar lo que sí está en mis manos hacer, pero sabiendo y estando consciente de que hay cosas que no están bajo mi control cambiar y es ahí donde también suelto toda la expectativa y curiosamente también me da paz hacer esto.
Escuchar el mensaje de año nuevo del presidente tampoco es algo que me haya motivado mucho para empezar con toda la actitud este 2024.
Dice que ojalá seamos “muy felices y que no existan calamidades”.
Pues creo que es bastante pretencioso de su parte desear esto. Que nos desee la felicidad en medio de un país atormentado por la inseguridad es una cosa contradictoria y casi imposible de desear. Apenas ayer a un vecino lo encañonaron unos jóvenes para intentar asaltarlo. A plena luz del día. Es difícil ser “feliz” así.
Y luego desear que no hayan calamidades pues no sé a qué se refiera el presidente. Estas siempre estarán desgraciadamente pero depende de cómo se enfrenten y con qué eficacia se combatan. O a lo mejor para él la oposición es la calamidad de la que habla. No lo sé.
AMLO dio su mensaje desde la cima de una pirámide, a la cual no debería de haber subido porque supuestamente está prohibido hacerlo, pero ya sabemos que él todo lo puede, y eso sí: con una condición increíble (a menos que lo hayan subido en helicóptero) como para demostrarnos que no es cierto que está enfermo o que algo no anda bien con su salud, porque, ¡ah, cómo sufrió el camarógrafo que lo grabó!; a ese sí le pidieron que escalara la pirámide. O dejaba de jadear todo el tiempo por la falta de aire y el cansancio y pues, finalmente, el mensaje del presidente de todos los mexicanos fue como un “ahí te encargo Diosito del Olimpo a México, ahí tú ve por el ‘pueblo’ de México y hazte bolas”, y ya.
Sin entusiasmo, sin que me provocara ninguna reacción positiva o emotiva, estaba el presidente como muy de “a fuerza” dando su mensaje de año nuevo.
Y es raro porque por lo general siempre los presidentes lo dan en la noche del 31, pero yo creo López Obrador, hablando y pensando en calamidades dijo: ”Mejor me espero, no vaya a ser que pase algo la noche del 31 y yo mandando mensajes de amor”.
Creo que hasta el mismo ya no confía en que México sea un lugar seguro para vivir. Pero por supuesto jamás lo va a decir ni muchísimo menos aceptar.
Pues sí, que aquí me tienen escribiéndoles en este día 1, que para mí es un día cero porque es como arrancar todo desde una posición de inicio. Es literal empezar desde el principio intentando que las historias que se vayan escribiendo de nuestro 2024 sean mejores que las del año pasado.
La gente piensa que este año será complejo porque vienen elecciones y no serán las más amables.
Pero tenemos que ser prudentes, usar la cabeza y el corazón para mantener un clima de paz y de estabilidad. Eso no nos lo va a dar AMLO que ya sabemos que le encanta confrontarnos. Entonces, es trabajo de uno empezar unidos, no para ir contra nadie sino para sobrevivir y mantenernos a flote.
Les deseo como siempre que lo mejor esté por venir para cada uno de ustedes. Y que Dios, en el que creo profundamente, me de la oportunidad de seguir escribiéndoles y a ustedes, seguir leyéndome.
Bienvenido 2024, te estábamos esperando.
Es cuanto.