Se busca un presidente conciliador
La política mexicana, especialmente tras el arribo de AMLO a la presidencia, ha estado marcada por una profunda polarización que ha dañado gravemente el tejido nacional.
AMLO, con ese olfato político que le ha permitido leer los vientos, optó por la polarización consciente de que ante un escenario dividido él podría ganar las voluntades de la mayoría de los mexicanos.
Días tras día y año tras año, AMLO, en vez de asumir la dignidad como jefe de Estado, se ha comportado como jefe de facción y ha dedicado todo su sexenio a la descalificación en contra de quienes él considera sus opositores: funcionarios de organismos autónomos los partidos políticos, periodistas, intelectuales, la clase media y el rey de España.
Él, al igual que los ambiciosos que miran la política a través de la lente de la división, buscan azuzar a sus bases electorales mediante el denuesto contra los que no “son como ellos”. Se trata, sin duda, de una exitosa estrategia política en países desiguales como México. Sin embargo, conlleva profundos daños en términos del desarrollo y la sana convivencia democrática.
Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez tendrán la titánica labor de hacer sanar las heridas del pasado.
En el caso de la ex jefa de Gobierno, deberá, si busca en realidad promover la cohesión nacional, integrar en su equipo de gobierno a hombres y mujeres que lejos de ser incendiarios (como el caso del diputado Noroña) comprendan la importancia del diálogo político y que actúen en favor de la unidad sin distingos de clase, color de piel, clase social o preferencia política.
Claudia se verá obligada, pues, a apartar de su entorno a los elementos más radicales y radicalizantes de la 4T, en aras de la conformación de un equipo de trabajo serio, conciliador, competente y que sea capaz de enfrentar con visión de Estado los desafíos del futuro.
Xóchitl, por su parte, en caso de se presidente de México, deberá abrir las puertas de su gobierno a morenistas, en un signo de reconciliación que haga posible que todos los mexicanos formen parte de un núcleo nacional. Para ello deberá contar con la fortaleza personal y política para poner un freno a las ambiciones y apetito de personajes como Alito Moreno y Marko Cortés.
En suma, México exige a gritos a una presidenta que tenga la voluntad y capacidad para reconfigurar la cohesión nacional, con el propósito de ofrecer mejores oportunidades de desarrollo para todos los mexicanos.
Finalmente, quisiera enviar a través de estas línea una calurosa felicitación al valioso equipo que integra SDPnoticias, y sobre todo, a los lectores. ¡Felices fiestas!