La fuerza de la Iniciativa Ciudadana

El 9 de diciembre, en rueda de prensa se presentó una Iniciativa Ciudadana en materia electoral que, por su origen y su forma, representa mucho más que un documento legislativo. Se trata del ejercicio pleno de un derecho consagrado en el artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que permite que el 0.13% de la lista nominal impulse una iniciativa de ley sin intermediación de los partidos políticos.

Aunque este esfuerzo lo impulsaron Ana Lucía Medina y Claudio X. González, acompañados por el colectivo Salvemos la Democracia y diversas organizaciones de la sociedad civil, sería un error reducirlo a sus vocerías visibles.

El verdadero motor fueron los jóvenes que se organizaron, que tocaron puertas, que aprendieron a usar la app del INE para recabar firmas y que lograron involucrar a miles de ciudadanos dispuestos a defender la democracia.

En un país donde con frecuencia se acusa a las nuevas generaciones de apatía, esta iniciativa demuestra exactamente lo contrario.

Un fenómeno digno de atención

Como ocurre cada vez que la ciudadanía decide participar sin pedir permiso al poder, la iniciativa fue blanco de ataques. Desde el oficialismo llegaron descalificaciones y señalamientos y resistencia desde la propia oposición: llamados a no firmar, campañas de desinformación asegurando —sin fundamento— que la app del INE robaba datos personales, e incluso intentos de competir por la nota presentando otra iniciativa electoral el mismo día en que se anunciaba la entrega formal de firmas a la Cámara de Diputados.

Pese a todo, la Iniciativa Ciudadana avanzó, cumplió con los requisitos constitucionales y ya se encuentra en la Cámara de Diputados.

Este hecho no es menor, viene a confirmar, una vez más, que la sociedad civil organizada rebasa por mucho a los partidos políticos tradicionales. Ocurrió en las calles con las marchas de la Marea Rosa, con los esfuerzos que luchan por impedir que muera la participación ciudadana y que le apuestan a innovar, a proponer y a hacer que la democracia se ejerza defendiendo derechos constitucionales.

Todo un ejemplo de lo que se está gestando ante el hartazgo ciudadano: iniciativas que dependen principalmente de liderazgos y estructuras sociales y mediáticas que han centrado su proceso en la organización comunitaria, que haciendo presencia en plazas públicas, mercados, universidades y espacios vecinales ha ido consolidando una red de simpatizantes que no se limita a firmar por compromiso, sino que está dispuesto a involucrarse y participar en actividades informativas y de difusión.

Esta capacidad de movilización y organización, evidencia un punto importante: la que muestra la construcción de una base social que muchos partidos no logran desarrollar.

El mensaje es claro y contundente

O las fuerzas opositoras entienden que deben unirse y acompañar a la ciudadanía, o la llamada 4T seguirá filtrando —dentro de todos los partidos y sus dirigencias— cualquier posibilidad de que prosperen iniciativas ciudadanas auténticas. La fragmentación, la mezquindad y la simulación sólo fortalecen al régimen.

Tomando como ejemplo la iniciativa que concibieron organizaciones como Salvemos la Democracia y otras, vale la pena preguntarse, con honestidad: ¿Alguien ha visto una iniciativa de algún partido político que en serio busque transformar a México?

Toda propuesta emanada de los partidos tradicionales parece reactiva, contestataria o una simulación. A la hora de votar en el Congreso, lejos de rechazar, hablan de votos nulos como si fueran actos de resistencia. Un engaño con el que se pretenden negar que son parte integral del sistema.

La dinámica política y parlamentaria hace especialmente valioso que, finalmente, un grupo de mexicanos se haya decidido a proponer y no sólo a oponerse.

No, no es casualidad que nuevamente sea la fuerza ciudadana la que salga al paso: la misma que ha demostrado en las calles, en la organización y ahora en el Congreso, tener una capacidad que ningún partido ni dirigencia ha tenido frente al oficialismo.

Porque la democracia se defiende participando y esta Iniciativa Ciudadana es prueba viva de ello.

X: @diaz_ Manuel

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