Dos marchas distintas, la misma prensa
La marcha de la llamada Generación Z, en la que había mayoría de gente opositora que está lejos de ser joven, no fue una marcha más importante ni más numerosa, de hecho resultó 20 veces menor, que la del pasado domingo para celebrar los siete años de gobiernos de izquierda en México.
No exagero, 20 veces menor: 30 mil personas en la manifestación Z y 600 mil en la encabezada por la presidenta Sheinbaum.
¿Por qué si la marcha opositora fue bastante menor generó más cobertura periodística, y además casi toda esta en términos positivos? Respuesta: Porque fue más funcional para el relato mediático de quienes aspiran a que fracase el segundo piso de la 4T.
Nadie organizó a los medios para magnificar la marcha Z y minimizar la otra. Noam Chomsky diría que los medios, en tanto empresas que buscan utilidades, no necesitan recibir órdenes: es su estructura de propiedad, en la que participan algunos de los más grandes empresarios de México, la que los alinea contra un gobierno que atenta contras sus intereses no necesariamente legales, lo que la 4T hace, por ejemplo, al sí cobrarles impuestos —antes, a los dueños de los medios y a sus colegas de otras industrias, se les exigía pagar pocos impuestos y se llegaba al extremo de regresarles lo que habían pagado—.
Lo importante, para los medios, no es lo que ocurre, sino lo que quieren que entienda la sociedad. Por eso le dieron más relevancia a la marcha opositora, 20 veces menor que la de la izquierda.