Hay talento y “cubrimiento”, falta público y reconocimiento
Irreverente
Les platico:
Primero, una pertinente aclaración: la palabra correcta en el título es “cobertura”, pero para que rimara me di esa libertad, entre otras que leerán aquí.
¿Arre? ¡Arre!
De sábado a lunes hubo en Monterrey siete eventos entre obras de teatro, ópera y conciertos.
Un recital más tendrá lugar este jueves y teatro todos los días restantes de esta expropiatoria semana acortada por el inexplicable puente, por los ya sabidos motivos patrios.
3a llamada, comenzamos:
Romances de una Cellista
Florentino no es el primer violoncello objeto de los afectos de su dueño.
Carlos Prieto tiene un Stradivarius de nombre “Piatti” o “Chelo Prieto” y viaja con el cellista en su propio asiento de primera clase, siempre.
“Catalina” vive el amor y sus dolores con toda intensidad.
Tenía tres amores: Vladimir, Franco y “Florentino”, su cello.
Pero mandó al rancho de AMLO a Vladimir y Franco para quedarse con Florentino, quizá por su elegancia (siempre viste de frac).
“Catalina” tiene la virtud de despertar sin saber la hora, rara vez tenía idea del tiempo; privilegio de la gente feliz.
Acaricia a “Florentino” -lo seduce- frotándolo con un algodón empapado de aceite de almendra para quitarle el brillo.
Su vida con él es siempre de manteles largos.
Navegan juntos en la melancolía y se subliman incluso cuando hay sufrimiento.
Están juntos en el centro de un ciclón de inquietudes y a ella le gusta y excita escuchar los lamentos de su amado, principalmente, los graves.
“Florentino” ora y llora por Catalina.
Ambos son muerte sin amuleto y al mismo tiempo, sortilegios de la vida.
Se regalan todo el uno a la otra y no les escandaliza ser uno el títere de la otra.
Los dos recuerdan juntos las virtudes y canalladas de sus anteriores parejas.
Bailan al compás de Libertando, de Astor Piazzola.
Ella le lee a “Florentino” El amor en tiempos de cólera, del Gabo García Márquez.
A él le gusta que le gusta el poema “Si tú me olvidas”, de Pablo Neruda.
Son de botellas de vino vacías propias de un vicio retomado y de cartas nunca enviadas.
Los diez dedos de ella compiten en calidad de sonido.
Ella lo busca en la baraja española aunque no cree del todo en esos azares.
¿Les gustó mi relato?
Pues espero que hayan ido al único concierto “Romances de una Cellista”, que tuvo una única función el pasado domingo a las 5pm en el Teatro del Centro de las Artes, dentro del Parque Fundidora.
Este performance se basa en el libro del mismo nombre, de Brenda Elizondo, que fue llevado a escena por ella en la lectura; Adriana Oliveira, en la danza y el excelso cellista español José María López.
Un público que casi llenó el lugar, con Tatiana Clouthier entre la audiencia y delante de nosotros dos parejas, una de hombre-hombre y otra de hombre-mujer, abrazándose por igual pero…
Hubo agradecimientos al final, por parte de la autora. Mencionó a medio mundo menos a quien debió citar primero: Ricardo Marcos, el cerebro de Conarte, cualesquiera que sea el burocrático puesto que le asignaron, nomás para no hacerle sobra a Melissa Segura, la postiza Secretaria de Cultura, que brilla por su ausencia y que bueno que así sea porque mucho ayuda quien no estorba.
Huellas de mis Memorias
Este jueves próximo 20 de marzo en el Centro Cultural Plaza Fátima, de San Pedro Garza García, el pianista Carlos Fuentes, Rocky Martínez, bajo y el baterista Fernando Rodríguez “El Teacher”, prometen una velada inspiradora.
Para muchos, este es el ensamble jazzístico más sólido del momento en todo México.
Son músicos que han marcado huella con una experiencia sensorial madurada como los buenos vinos, cuidadosamente.
Llevan años de trabajo ininterrumpido y producto de ello es el poder con que interpretan las glorias del pop de los 80´s y 90´s, en arreglos para jazz difícilmente escuchados en otros músicos.
Este concierto del jueves incluirá también música original y como invitada de lujo, Balbina Sada nos mostrará sus dotes de bailarina.
La promoción de este evento ha sido orgánica 100%, aunque medios como Detona los está apoyando porque aunque la mayoría de las localidades están vendidas, todavía hay algunos lugares disponibles y queremos que se llene hasta las banderas.
Talento hay de sobra, solo falta que el público responda y también las autoridades, que espero se hayan puesto “guapas” con la renta de Plaza Fátima, porque finalmente, son nuestros impuestos los que mueven el presupuesto del municipio más acaudalado de todo México.
Boletos en Ticketopolis.com/carlosfuentesmx
¡Qué Tosca!
De pronto, “Isabella Capri” estremece a la audiencia de Casa MUSA con una frase lapidaria a los 3 minutos de arrancada la estrujante obra “Malas Raíces”, del dramaturgo Hernán Galindo, director también de esta puesta en escena que tuvo lugar la noche del lunes 17.
“El amor vuelve estúpida a la gente”, dice “Isabella”, interrumpiendo a “Abril” (Claudia Zapata), que lisonjeaba la mansión que pretende venderle a la inmensa matrona que se le aparece con un custodio modo guarura de anteojos oscuros y elevada estatura.
¡Sopas!
Viéndola actuar en la voz y magnífica presencia escénica de Lupita Treviño, esa frase taladra hasta los huesos.
Algo tiene de siquiatra “Isabela”, además de un ego que hace eco.
Desde mi segunda fila estaba esperando que de un momento a otro nos explicara que la corteza insular anterior del cerebro procesa la empatía, cuya ausencia es la característica principal de los psicópatas.
Vayan a ver esta obra y sabrán por qué les refiero esto…
Por algo “Isabella” tilda de estúpidos a los enamorados: los psicópatas son incapaces de sentir amor y moralidad.
Mezclando palabras en castellano e italiano, la señora “Capri” se almuerza a la enamorada vendedora de bienes raíces, que sueña con irse a vivir a Londres con su amado.
Cuando el custodio aparece con la cesta del almuerzo, para cogerla, debe de haber hecho a un lado lo que había también en el maletero del auto…
Las vidas que habían habitado esa mansión están empacadas en unas cuantas cajas, aunque la vendedora le dice a “Isabella” que mobiliario y obras de arte fueron vendidas y subastadas.
El final es tan dramático, que no aguanta luces en escena.
Y la música de fondo es portentosa, con el aria culminante de la ópera Tosca, de Puccini: “E Lucevan Le Stelle”.
Cajón Desastre:
Talento hay; falta público y también apoyo de las entidades de gobierno que deben soportar el descomunal esfuerzo de los artistas y productores.También falta reconocimiento, en varios sentidos, a saber:Ya les platiqué la ominosa omisión hacia Ricardo Marcos, que cometió la autora de la obra del cello.Los medios que apoyamos estos esfuerzos culturales, creo que también merecemos al menos, una mención -que no se da- a la hora de que actores, productores y directores reciben el aplauso del público.No es reclamo, pero parece…Mañana, retomo para mis lectores el espinoso tema de la Rotación de Personal.