Carolina del Sur revivirá el fusilamiento como pena capital en EU

Carolina del Sur marcará un hito sombrío el próximo viernes: la primera ejecución por pelotón de fusilamiento en su historia. Brad Sigmon, de 67 años, condenado en 2002 por el doble asesinato de los padres de su expareja, optó por este método ante el temor de que la inyección letal —usada en las tres últimas ejecuciones estatales— provocara una muerte agonizante.

Según su abogado, Gerald King, Sigmon basó su elección en autopsias recientes: Marion Bowman Jr., ejecutado en enero, recibió el doble de pentobarbital estipulado y murió con los pulmones inundados de líquido, “similar a ahogarse”. El estado alega que Sigmon, al elegir el fusilamiento, renunció a cuestionar la inyección. Sin embargo, King insiste en que Carolina del Sur oculta datos cruciales sobre la calidad y dosificación de sus fármacos.

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La muerte por pelotón de fusilamiento es excepcional en EU: solo tres casos desde 1976, todos en Utah. No obstante, estados como Carolina del Sur, Mississippi e Idaho legalizaron el método ante la escasez de fármacos para inyecciones y la reticencia de profesionales médicos a participar.

Así sería el fusilamiento como pena capital en Carolina del Sur

Especial

De acuerdo a medios estadounidenses, el protocolo de Carolina del Sur incluye tres francotiradores voluntarios, rifles con munición real y un blanco sobre el corazón del recluso. A cuatro metros y medio de distancia, separados por vidrio antibalas, los tiradores actuarán tras una capucha colocada al condenado.

El último fusilamiento en Estados Unidos ocurrió en 2010 cuando Ronnie Lee Gardner, asesino de Utah, murió en cuatro minutos tras recibir cinco disparos. Testigos describieron su brazo convulsionando, pero las autoridades aseguraron que fue instantáneo.

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Mientras Sigmon aguarda su destino, entre arrepentimiento y lectura bíblica, su caso cuestiona el futuro de la pena capital.

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