Pago de cuota

La realidad se impone en todos los frentes y está cobrando elevada factura. Los votantes mexicanos optaron por un gobierno domiciliado en el voluntarismo y sin capacidad para atender los problemas desde sus orígenes. La pobreza, la corrupción, el bajo crecimiento, la inseguridad o la falta de educación y salud pretendieron resolverse como hoy hace el presidente Donald Trump, por decreto y en el marco de la polarización y el sentimiento de guerra que vuelve al vecino y al de enfrente enemigo. El saldo es desastroso, a pesar de que muchos mexicanos pobres viven en el precario confort que ofrecen las transferencias monetarias y de una estabilidad económica amenazada por el irresponsable gasto público por motivaciones electorales y en estos días por los aranceles que habrá de imponer el presidente Trump.

Lo que ahora se padece, en México y próximamente en EU, es un tema de disfuncionalidad de la democracia. El descontento en ambas naciones y la descomposición política llevó a los electores a optar por el gobierno de las promesas irresponsables y, además, un desenlace sin contrapesos legislativos. Las cuentas del desastre allí están: México no creció, es más inseguro, la impunidad es la divisa de la justicia, hay un deterioro del bienestar social y de la calidad del gobierno y la polarización presenta una nación dividida y confrontada. Las respuestas que ofrece el segundo piso no sólo son insuficientes, en buena parte son contraproducentes, como la farsa de elección democrática de juzgadores. La principal palanca para la superación personal y colectiva, la educación pública, vive su mayor abandono, pero siguen los aplausos y no sólo de los sectores más marginados. Ahora hasta la democracia electoral y el pluralismo están amenazados.

Se puede vivir en el engaño, pero hay que pagar cuota, más temprano que tarde llega el momento de la realidad. Además, por si fuera poco, ciertos “accidentes” cobran factura elevada, que se acentúa por la incompetencia de las autoridades. Allí está la pandemia que significó que México fuera uno de los países con peores resultados en su manejo a pesar de que el presidente señaló que la tragedia le venía como anillo al dedo; no se sabe qué quiso decir, quizá la demostración de que su proyecto político estaba a salvo a pesar de la incompetencia que significó cientos de miles de fallecimientos. Algo semejante ocurre con los asesinatos y desaparecidos; efectivamente, el gobierno fue inmune de sanción social a pesar del saldo trágico.

El arribo de Trump no es castigo divino por mala conducta ni pecados mayores, tampoco consecuencia necesaria de los errores del régimen. Desde luego que no se puede soslayar el triste espectáculo por la ausencia de autoridad en amplias zonas del país reveladora de la derrota del Estado frente al criminal, problema mayor que expone a la nación. El crecimiento del narcotráfico y de la violencia resulta de errores y fracasos, entre otros, las adicciones, tema de salud pública, no de seguridad. Como sea, México es exhibido como un país incapaz de contener el tráfico de drogas y la violencia atroz que le acompaña, inaudito que la mayor condena venga del país del mayor consumo de drogas y permisivo en el tráfico de armas a México, asuntos a los que aludió con acierto la presidenta Sheinbaum ante el anuncio de los aranceles y la imputación de colusión del gobierno con los criminales.

La destrucción de las instituciones de la democracia ha generado una inercia que es preciso frenar. Quizá sea el infortunio más que la oposición la que haga su parte en la contención a la pulsión autocrática. Aunque también es posible que la acentúe, como ha sido el caso de calificar como traidores a los opositores, sin fundamento y con la clara intención de utilizar la indignación social frente a la agresión del vecino como recurso político. El respaldo de los 32 gobernadores a la presidenta Sheinbaum frente a la agresión de Trump es una poderosa respuesta en el camino correcto. El problema de es todos y llega el momento de cerrar filas. También debe refrendarse el respeto a la libertad de expresión, el recurso más eficaz de una sociedad en el freno al abuso del poder y para defender lo que a todos pertenece. Las peores derrotas o pérdidas de la nación han sido por la división entre los mexicanos. Por lo mismo, la iniciativa del régimen debe propiciar la reconciliación nacional y regresar al sentido de la política mediante el diálogo y la participación de la pluralidad.

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