Captura de “Billy Álvarez’’, ¿sacudirá al futbol mexicano?

Algo se movió dentro del gobierno de la 4T luego de que la Cooperativa de la Cruz Azul denunciara, el lunes pasado, que el gobierno de Hidalgo, a cargo de Julio Menchaca, retrasaba el cumplimiento de las órdenes de aprehensión en contra de los líderes del grupo que tienen secuestrada la planta cementera en Tula.

 

Este grupo, afín al expresidente de la cooperativa, Guillermo Héctor Álvarez, mejor conocido como “Billy Álvarez’’, ha usufructuado indebidamente -de acuerdo a la nueva dirigencia- los bienes y beneficios que genera la unidad productiva.

 

Cuatro días después de la queja, enviada a la presidenta Claudia Sheinbaum, Billy Álvarez fue detenido en una casa en el Pedregal, sin mayores actos de fuerza.

 

En los videos de su captura, se ve cómo el exdirigente de la Cruz Azul es enterado de la orden de aprehensión en su contra; no se le ve alterado e incluso pareciera que estaba esperando a los agentes.

 

¿Qué prófugo de la justicia mantiene el portón abierto de su guarida, como si no pasara nada?

 

La detención de Álvarez genera muchas expectativas en el ámbito del futbol profesional, sobre el que pesan serias y justificadas dudas en torno a su ética.

 

Pero la expectación tiene que ver con el hecho de si, por primera vez, un gobierno estaría dispuesto a echarse un clavado dentro de la administración del deporte profesional más visto en el país.

 

Ya un equipo, el Querétaro de hace unos años, tuvo una directiva que recibía dinero de (ni tan) dudosa procedencia, lo que obligó a sus dueños a venderlo.

 

El caso de Álvarez tiene que ver con una mala administración de los fondos de la Cooperativa y de los negocios que se hicieron al amparo de la compraventa de jugadores.

 

Hasta ahí va la historia.

 

Pero apenas es el pitazo inicial.

****

Siguiendo la lógica morenista, ¿cómo sería posible que el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández no estuviera enterado de que su jefe de la Secretaría de Seguridad era un presunto delincuente?

 

La pregunta viene al caso por el escándalo que se ha detonado hace semanas en Tabasco, que sufre una ola de violencia histórica la cual, a decir del gobernador Javier May, tiene su origen en la disputa entre dos cárteles, uno de ellos, La Barredora, presuntamente encabezado por el exjefe policiaco Hernán Bermúdez Requena.

 

Fue Adán Augusto quien lo nombró secretario de Seguridad estatal, a pesar de que ya traía algunos señalamientos en contra.

 

Como sea, la acusación contra Bermúdez Requena no lo hacen los medios, sino el propio gobernador May, a quien ya le andan tendiendo la cama, quizá por eso.

 

Los morenistas cuestionan que Calderón no se haya dado cuenta de las tranzas de Genaro García Luna; en Tabasco pueden ir haciendo la misma consideración.

 

¿O no?

****

Mucho ruido hicieron las primeras denuncias del Gobierno de Morelos en contra de exfuncionarios estatales de la administración de Cuauhtémoc Blanco… por un faltante de 40 millones de pesos.

 

La cifra es irrisoria, dado el tamaño de los negocios que se hicieron en la entidad durante el sexenio pasado.

 

La Auditoría Superior de la Federación había detectado faltantes por casi 4,000 millones de pesos hasta el 2022, pero, suponemos, las primeras demandas ante la Fiscalía Anticorrupción serán las primeras.

 

Porque ni modo que la gobernadora Margarita González Saravia nomás les quiera dar atole con el dedo a sus gobernados y, de paso, a todo el país, que sigue atento a lo que sería una inédita acción contra la corrupción.

 

A esperar, que la telenovela va para largo.

 

      @adriantrejo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *