Las armas aquí
Tienen razón las quejas mexicanas que denuncian el contrabando de armas de factura americana a territorio mexicano y que han logrado fortalecer a los grupos delictivos como organizaciones armadas ilegales de alto poder.
Sin embargo, México está obligado a dar un primer paso propio que hasta ahora no ha querido ser reconocido: las armas provienen de Estados Unidos, en efecto, pero atraviesan con facilidad la línea fronteriza mexicana por la corrupción de funcionarios locales.
Uno de los principales negocios ligados al armamentismo estadounidense está en el hecho de que de manera oficiosa -en que no oficial- las autoridades estadounidenses permiten a los comerciantes de armas usadas vender sus productos fuera de regulación a grupos legales e ilegales en otros países, convirtiendo al Gobierno de EU en el principal contrabandista de armas en el mundo.
Por cierto, una de las películas que debe ser difundida por las autoridades mexicanas se titula Lord of War o El Señor de la Guerra, la vida de un comerciante de armas usadas que con el apoyo del sector militar estadounidense se dedica a vender sus productos a cualquier grupo, a veces armando a dos organizaciones en guerra entre sí. La gente del FBI lo persigue, lo atrapa y lo encarcela, pero una llamada desplaza a un alto mando militar que llega a la prisión a liberarlo para que siga con su tarea de promover la guerra.
Las estructuras de seguridad de México tienen capacidad para cerrar la frontera física México-EU y evitar las escandalosas cifras de contrabando que revelan todos los documentos mexicanos de seguridad, fortalecidos esos datos con el control de registro de armas que existe en Estados Unidos.
La preocupación por el tráfico de armas que ha fortalecido la capacidad de fuego de los grupos delictivos de diferente especialidad debe comenzar con la decisión mexicana de sellar la frontera para cerrar el tráfico de armas y municiones.
Zona Zero
Aunque la presidenta Sheinbaum puede tener otros datos y a partir de la mala intención oficial mexicana de esconder encuestas sobre consumo de droga en México, las cifras que se manejan en algunos niveles de seguridad y de salud podrían estar hablando de que alrededor de 25 por ciento de la población mexicana consume algún tipo de drogas y, por lo tanto, ya el mercado doméstico nacional es un problema de seguridad pública y de seguridad nacional. Las cifras oficiales sobre el narcomenudeo apuntalan la preocupación por el consumo interno de drogas.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh