Ricardo Salinas Pliego, empresario, millonario y dueño de Elektra responde a sus seguidores si se ve como “el Donald Trump mexicano”.

Esto después de que el dueño de Elektra compartiera en sus cuentas de redes sociales su documental “Constructor de realidades” del año 2022, reavivó entre sus seguidores sus críticas al gobierno actual y propuestas, sin embargo algunos le piden ir por la presidencia de México.

A lo que Ricardo Salinas Pliego, dueño de Elektra ya respondió a sus seguidores que hasta lo comparan con Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos.

Ricardo Salinas Pliego, dueño de Elektra responde a sus seguidores si se ve como “el Donald Trump mexicano”

En su cuenta oficial de X de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Elektra ya le respondió a sus seguidores si es que se ve como “el Donald Trump mexicano”, esto ante la insistencia de alguno de sus seguidores de que el empresario se vuelva candidato presidencial o presidente de México.

Y con un “mis queridos sobrinos, yo no nací para ser presidente”, Ricardo Salinas Pliego negó ser como “el Donald Trump mexicano” porque asegura que no cumple con los “requisitos básicos” para ser un “corrupto gobiernicola”.

Y de manera sarcástica dijo que a su familia sí le gusta trabajar, porque son “trabajadores, innovadores, inversionistas, inteligentes y hasta guapos”, esto en respuesta a una de sus seguidoras que le pedía ser presidente.

Ricardo Salinas Pliego, dueño de Elektra y su herencia que le permitió llegar como rico desde la cuna como Donald Trump

Por si fuera poco las similitudes entre Ricardo Salinas Pliego y Donald Trump son varias, pero de las más destacables es que ambos heredaron un imperio familiar.

En el caso de Ricardo Salinas Pliego heredó el Grupo Elektra, compañía familiar encargada de la venta de electrodomésticos que se tuvo que hacer cargo como parte de sus responsabilidades con su familia.

De igual forma Donald Trump heredó el negocio familiar llamado Organización Trump pero este es de cerca 15 inmuebles conocidos como “Tower Trump” en Nueva York, Estados Unidos por lo que ambos empresarios tuvieron que hacerse cargo de sus negocios familiares y convertirlos en imperios.