PAN: cortesía, ingenuidad o complicidad
A punto de terminar el 2024, debemos hacer serias reflexiones sobre el sistema de partidos: sobre el oficialismo prácticamente todo está dicho, política pública inexistente, un grupo de actores políticos que convirtieron el espacio público en un espectáculo grotesco que pretenden legitimar poniendo de pretexto al pueblo. ¿Van a cambiar? No se ve cuándo y menos por los enormes dividendos políticos electorales que incluyen ganancias espectaculares para los prominentes miembros de la 4T.
Por eso es importante detenerse en la oposición, lamentablemente poco ha cambiado el escenario con los dirigentes actuales cuya apuesta es más a que la Cuarta Transformación se autodestruya, que a construir ellos una alternativa para los mexicanos.
Varios políticos se han pronunciado por hacer nuevos partidos, en parte porque no encuentran una representación en los institutos tradicionales, pero también porque hay demasiados generales y los soldados ciudadanos no encuentran quien lo encabece con congruencia, rumbo y claridad.
Acción Nacional
El PAN fue el partido de oposición más votado en este año, sin embargo de no corregir sus errores y continuar por el mismo camino -lo cual es muy probable- perderá lo poco que todavía tiene, es en gran parte el responsable de la pulverización opositora y lo será más sino se logra consolidar como un partido que represente a quienes están hartos de la cuarta y sus malos y corruptos gobiernos.
El actual dirigente si bien es cierto ganó su elección interna con amplio margen, lo hizo también usando todas las prácticas antidemocráticas que le critica al oficialismo, 200 alcaldes le ayudaron, 32 jefes estatales le operaron su elección usando los recursos del propio partido y comprando voluntades a diestra y siniestra, se sumaron también legisladores que en su mayoría pagaron el favor de sus propias designaciones., “eficientaron” sus tramposos métodos electorales, mismos que paradójicamente no pudieron detener cuando Morena se los aplico en la elección de junio.
Su triunfo lo hicieron legal a la fuerza, al estilo 4T, poco o nada ético, torciendo y burlando las normas establecidas, pero a pesar de decir que es legal, queda largo camino para legitimarse; y para conseguirlo se deben dar muestras de cordura, van algunas señales que desde la opinión pública, consideramos deben darse:
1. Cuestionar y exhortar a un comportamiento ético y congruente a sus dirigencias estatales que se encuentran postrados a los pies de los gobiernos morenistas, ya sea por su silencio ante los nulos resultados de los guindas o por los votos de sus bancadas que sin “chistar” aplauden al oficialismo.
2. Diferenciarse con contundencia del régimen, ser una alternativa que atienda a los agraviaos por este gobierno y entusiasme a los incrédulos apartados de la política.
3. Deslindarse de las acusaciones sobre corrupción que pesan sobre él, sus cercanos y rechazar cualquier práctica en ese sentido, de sus militantes, especialmente los que tienen cargos públicos.
4. Luego de las diversas voces que señalan que el próximo coordinador parlamentario en el Senado, será Marko Cortés o Ricardo Anaya, el dirigente nacional debe dar muestras de que esos rumores por ningún motivo se van a consumar, en el primer caso porque es evidente el daño que el michoacano le ocasionó al PAN, en el segundo porque más que buenos debatientes u oradores, se requieren políticos sin señalamientos al frente de la oposición.
5. El PAN se ha caracterizado, aunque no coincidamos con su ideología, por ser propositivo, por generar políticas públicas que atienden realmente a la ciudadanía, sin demagogias baratas o slogans chistosos tipo 4T, que riman pero no llegan a nada, que asuman la postura del dialogo, no de la confrontación o la sumisión.
En los siguientes meses, cuando haga sus nombramientos operativos, veremos cuanta disposición tiene la nueva dirigencia panista de incluir a profesionales de la política, en lugar de seguir pagando facturas a quienes les debe el favor con votos manchados de oficialismo como en el caso de Veracruz o Estado de México.
El PAN nació como un partido opositor con grandes ideas, propuestas y grandes talentos que pese a la cerrazón del PRI como partido hegemónico siempre tuvo la capacidad de influir positivamente, lo que lo llevó al final de cuentas a la presidencia de la república y ser un partido que demostró en los hechos la capacidad de gobernar. Hoy la exigencia no puede quedarse en la sumisión, en convertirse en el espejo del morenismo y de la cuatro.
La responsabilidad del PAN va más allá del partido, si la actual dirigencia no entiende esto y los nombramientos operativos se llevan por la vía del pago de facturas o la sumisión al oficialismo, no solo el PAN será un partido testimonial y trapeador, sino que el país pagara las consecuencias de estas decisiones que permitirán el arribó de una dictadura.
X: @diaz_manuel