Ryanair, una aerolínea que presiona
No hay día en que la aerolínea reina del bajo costo, Ryanair, no nos sorprenda; y se los digo con toda la seriedad posible: a esta empresa de aviación no hay que perderla de vista.
Al parecer en el Reino Unido ya se cansaron de esta línea área de origen irlandés; y es que resulta que los legisladores ingleses están trabajando en una nueva legislación, que contempla que las aerolíneas tendrán la obligación de ofrecer el precio real de los boletos de avión en cuanto se compren; para ser más claros: acabar con los costos ocultos.
Ustedes sabrán, estimados lectores, que el éxito de las aerolíneas de bajo costo es ofertar boletos de avión extremadamente baratos; sin embargo, es nada más un gancho, pues conforme se va avanzando durante el proceso de adquisición de los pasajes el precio va aumentando, jugando con todas las posibles variables: por ejemplo, si llevas equipaje de mano, si quieres seleccionar asiento, si tu equipaje pasa de un límite de peso, entre otros costos que no venían en la oferta inicial.
Hemos hecho el ejercicio entre aerolíneas de bajo costo y tradicionales y al final resulta que terminamos con precios muy parecidos, llegando -en ocasiones- a ser más cara la aerolínea de bajocostera que la tradicional. Claro que esto depende también de muchos otros factores, como el día, la ruta y el horario.
Pues bien, en el Reino Unido quieren acabar con este tipo de prácticas, que desde mi punto de vista más que marketing, es una cuestión nociva, porque no es sano hacer cargos posteriores a la adquisición de un boleto.
También se les conoce como “Precios por goteo”; legislarlo sería un durísimo golpe a dicho modelo de negocio. El argumento de este tipo de ofertas super baratas es para atraer clientes potenciales, pero en realidad se trata de un engaño al no decirles en realidad cual es el precio del boleto de avión.
El pasado mes de septiembre, el gobierno italiano puso bajo la lupa a Ryanair. La Autoridad Garante de la Competencia italiana algo así como la PROFECO mexicana, inició una investigación por considerarla “dominante” dentro de Italia.
Así lo hizo saber a través de un comunicado de prensa, argumentando que es el principal operador de transporte aéreo en vuelos domésticos en Italia, así como en vuelos internacionales.
Desde mayo de 2022 la Autoridad Garante de la Competencia italiana recibió varios informes sobre las prácticas de esta línea aérea que, fiel a su personalidad de bajo costo y aprovechándose de ello, obstaculizaba a las agencias de viajes, y además les daba boletos de avión más caros para vender.
Y es que generalmente las agencias de viajes no solo ofertan venta de boletos de avión, sino que ofrecen más servicios como reservaciones en hoteles o la renta de un automóvil, así que, al limitarle los boletos de avión a una agencia, la termina perjudicando.
Solamente en Italia, Ryanair transportó durante el 2022 a 45.6 millones de pasajeros, de acuerdo con cifras de “Ente Nazionale per l’Aviazione Civile (ENAC)”.
En el año pasado hubo 164.3 millones de pasajeros transportados en el país de la bota, y el pastel se dividió de la siguiente forma: después de Ryanair, Wizz Air -otra aerolínea de bajo costo- transportó 11.5 millones de pasajeros, y detrás de ella otra bajo costera (Easy Jet) con 11 millones de usuarios, quedando en último lugar, con 10.3 millones de pasajeros transportados, la italiana ITA Airways, que nació a raíz de la desaparición de Alitalia.
¿Cuál es la diferencia en el precio de los boletos de avión? A las agencias de viaje los boletos que la aerolínea les deja disponibles pueden llegar a costar hasta 200% más que si se adquieren directamente en la página de Ryanair.
Otra presión que ejerce Ryanair es a la fabricante de aviones Boeing. A finales de octubre, la armadora esperaba entregar entre 375 y 400 aeronaves en lo que resta del año, y es que según la propia empresa estadounidense tiene pendiente de entregar poco más de 4 mil aviones, tan solo del modelo B373MAX; 4,339 para ser precisos.
Ante estos retrasos, el CEO de Ryanair, Michael O´Leary, ha estado presionando a Boeing, diciéndole que tiene que acelerar sus procesos de entrega, o si no le cumple estaría considerando seriamente cancelar los pedidos que ya tiene con la armadora norteamericana.
Imaginen cómo está el asunto de los retrasos en las entregas de Boeing que solo fue capaz de distribuir 15 aviones modelo B737MAX, derivado de la falta de suministros de algunos componentes, entre otras razones por la guerra entre Rusia y Ucrania que han encarecido ciertos productos vitales para la fabricación de estos aviones.
Es evidente que Ryanair tiene colmillos muy largos, y no quiere dejar pasar la oportunidad de que varias líneas aéreas -sobre todo en Europa- se están viendo obligadas a poner en tierra a sus aviones por los problemas que han causado los motores Pratt & Whitney.
Su objetivo es simple y perverso a la vez: tratar de robarse el pasaje, pero para poder llevarlo a cabo requiere de aviones que le faltan y la culpa de esto es de Boeing.
Por eso Ryanair está presionando a la fabricante de aviones de que si no tiene para el mes de junio del año entrante los 37 aviones que había solicitado, se olviden definitivamente del resto de equipos pactados.
El diario “The Telegraph” recogió una declaración del CEO de Ryanair en el que dice: “Es hora de que se pongan las pilas y empiecen a entregar los aviones”, de cierta manera esta expresión corresponde a alguien al que se le está yendo el dinero de las manos como si fuese agua.
Ryanair no es una aerolínea que se caracterice por jugar limpio, al contrario, este modelo de negocio es en parte responsable de acabar con la aviación, de abaratarla hasta límites insospechados, haciéndole creer a la gente que el transporte aéreo es cada vez más accesible, pero todo es producto de una muy grande ilusión.
Déjenme contarles que a Ryanair “le gusta hacer, pero no que le hagan”. Ante la huelga que tuvo lugar en Francia el pasado 20 de noviembre por parte de los controladores aéreos, la aerolínea irlandesa tuvo que cancelar varios vuelos.
Por supuesto, esto generó gran malestar; pero la aerolínea irlandesa optó por “pasarle el balón a otro”, y ha instado a la Comisión de la Unión Europea a que tomen medidas de forma inmediata para proteger los vuelos que se vean afectados por las huelgas de los controladores de tráfico aéreo, pues estas aumentaron durante este año.
No debemos olvidar que si existe una línea aérea que odie los derechos laborales es precisamente, Ryanair. Lo que busca esta bajocostera es que se avise con anticipación sobre las huelgas, para que puedan modificar su operación y minimizar sus pérdidas, argumentando que son a causa de algo que no está en manos de la línea aérea, y que se salen de su control. No por proteger a los pasajeros, más bien porque no desea realizarles ninguna compensación monetaria.
Creo que el comportamiento de Ryanair es todo lo que una aerolínea no debe ser; todas las malas prácticas que suceden en la aviación, las padece esta aerolínea de bajo costo. Yo quiero traerla a cuento, porque no quiero que en nuestro país se le ocurra a un “emprendedor” hacer una empresa copiando este modelo.