La CNDH requiere de la intervención de una CNDH

Hay instituciones que, por su sola existencia, me brindaban una especie de certeza y de seguridad, entre ellas la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Vaya, uno sabía que había un organismo defensor de los derechos humanos de las personas, alguien que podía velar por nosotros ante atropellos e injusticias.

Pero ayer, la CNDH se convirtió en polvo de estrellas, como organismo ha desaparecido como así lo había anhelado el expresidente López Obrador, y digo ya es desaparecida, una causa perdida, porque impusieron a Rosario Piedra, quien no hizo absolutamente nada más que mostrar su rostro compungido como no entendiendo nada, solo se supo que ahí en su flamante oficina aparecieron un buen día unas buenas botellas de vino y unos buenos cortes finos de carnes.

Y seguramente no era esto para repartirlo entre los más necesitados.

Pero, como todos los mexicanos, rápidamente pasó al olvido ese tema. Y durante mucho, mucho tiempo no se le vio a Rosario Piedra.

Hasta ayer, que de pronto, la reeligen en el Senado siendo la que menos votos obtuvo para obtener el hueso.

Los reporteros la quisieron entrevistar, se le veía desencajada y confundida , ni ella misma podría haber respondido porqué perdiendo, había ganado. Se fue del lugar evadiendo la prensa.

¿Por qué López Obrador la quiere ahí? Porque desde y a través de Rosario López Obrador sigue manteniendo el control de todo.

Cada día más, una desdibujada Claudia Sheinbaum tiene que enfrentar este tipo de cosas, que segura estoy no está de acuerdo con muchas de ellas. Pero ni hablar, el líder habla, da instrucciones; el hijo opina y se entromete, y Claudia pareciera verse como una mujer a la que no se le está respetando como tal y como que tampoco es la que toma decisiones.

Afortunadamente creo que nuestra presidenta ha entendido la importancia de tener mucho más cerca de ella a Omar García Harfuch, le da certeza y me imagino ella se siente mucho más arropada junto al mando de Omar, ante los brotes de violencia que se han suscitado en el país. Eso me parece muy bien.

Total que justamente el organismo que vela por los derechos humanos, transgrede los propios derechos humanos de muchos al estar de nuevo dirigiendo la misma persona a la CNDH.

Total que como mexicanos no tenemos exactamente hacia donde “hacernos” porque todo pareciera que está a favor de unos cuantos y en contra de miles.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos necesita de una Comisión Nacional de los Derechos Humanos de los mexicanos para que en verdad alguien vea por todos.

No entiendo este país y su convulsión.

Me tocó estar ayer en la CDMX en el concierto en el Foro GNP de Paul MacCartney y ahí estaba la gente contenta, pagando por un boleto que no te ofrece nada más que asientos pegados unos con otros, donde no puedes ni caminar porque las filas están tan milimétricamente juntas que es fácil poder caerte, el sobrecupo y colapso en la salida fue aterrador, todo un mar de gente aglutinada.

El concierto me quedó debiendo, mi padre que le tenía un profundo amor a The Beatles no hubiera soportado que no cantara Paul “Yesterday”. Y pues no, no la cantó. Pero hubieron fuegos artificiales y la gente encantada.

Es decir, que creo que todos tenemos esta necesidad imperiosa de ponernos alegres con algo y nos contentamos con bien poco.

Por eso es que ni imaginar que ayer mientras se discutía en el Senado quién quedaría como dirigente de la CNDH, la gente estaba ocupada en otra cosa.

Dejó aquí mi comentario de lo pésimo que me parece como auditorio para dar conciertos el autódromo, que no cuenta con la más mínima posibilidad de estar seguro.

No quiero ser ave de mal agüero pero si llegara a temblar habiendo un concierto en ese lugar, sería catastrófico.

En fin… Voy de regreso hacia Querétaro que me tiene algo nerviosa pero sabiendo que Mauricio Kuri es el que tiene el control de todo, me sereno.

Es cuanto.

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