Acertado el plan de la presidenta Sheinbaum para aumentar la productividad en el campo

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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó este martes 22 de octubre los resultados del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) del octavo mes del 2024, los cuales señalan con cifras desestacionalizadas una contracción 0.3% a tasa mensual, y con ello frenó tres meses al alza, esto debido al desplome del sector agropecuario y en menor medida por la caída de la industria.

La presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo afirmó en la conferencia de prensa que el estancamiento económico que está sufriendo el país actualmente se debe sobre todo a una menor producción del sector primario debido a la sequia que ha azotado al territorio nacional los últimos dos años, afectando sobre todo a la agricultura, aunado a una menor inversión en el sector secundario, sin embargo, ya su gobierno esta tomando medidas para paliar esta situación y que el sector primario tenga una mayor productividad y se tome otra vez el rumbo del crecimiento de la economía.

Al interior del IGAE, las actividades primarias (agropecuarias) cayeron 9.1% en agosto, después de la expansión de 11.6% en julio, cuando se benefició por la temporada de lluvias, tras fuertes sequías y las secundarias (industrias) bajaron 0.5%, terminando con tres meses de ganancias al hilo, debido al retroceso de 3.7% en la construcción.

Por su parte, las actividades terciarias (servicios) crecieron 0.3% en el octavo mes de 2024, con lo que hilaron cuatro meses al alza, con cifras ajustadas por estacionalidad.

La escasez de agua que, está afectando a una gran parte del territorio mexicano por problemas de sobreexplotación de acuíferos, contaminación de cuencas hídricas, sequia por falta de lluvia de los últimos dos años e inequidad en el acceso del vital líquido, ha provocado una menor producción agropecuaria, además de conflictos sociales y económicos.

México ocupa el lugar 24 a nivel mundial en mayor estrés hídrico, de una lista de 164 países elaborada por el World Resources Institute, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país, 76% del agua se utiliza en la agricultura; 14% en el abastecimiento público; 5% en las termoeléctricas; y 5% en la industria.

En México, según datos de Conagua, el 42.11% de los acuíferos están sobreexplotados, ya que la extracción excede en 10% a la recarga, lo que ocasiona un problema de suministro inmediato.

La mayor extracción de agua de la que se introduce en los mantos acuíferos, implica un costo ambiental, social y empresarial extremadamente alto, el cual requiere un gran esfuerzo de distintos actores, tanto de la sociedad civil, como de los sectores públicos y privados, para detener este grave problema.

El agua es un asunto de seguridad nacional, por lo que requiere de acciones urgentes ante escenarios cada vez más complejos para el abastecimiento del recurso a las poblaciones, así como los usos en el campo, la industria y la conservación, además, se requieren leyes más estrictas para los que contaminen las cuencas hídricas, acaparen el vital líquido y para funcionarios encargados del bien que se corrompan.

En el territorio nacional se vivió un periodo prolongado sequía, durante todo 2023 y el primer semestre de este año, esto se debe al cambio climático que está sufriendo el mundo, pero se acentuado más en el país azteca.

Los gobiernos de la Cuarta Transformación, han apostado por incrementar los distritos de riego para aumentar la productividad del sector primario y así producir más alimentos del campo y tener un uso más eficiente del vital líquido.

En la conferencia de prensa mañanera del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador del pasado 29 de agosto, el que fuera el titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), German Martínez, señaló que el 30 de septiembre se concluirán 120 mil nuevas hectáreas de riego, una cifra histórica, ya que solo en los últimos cinco gobiernos se crearon en conjunto 22 mil hectáreas para el riego.

Con los cuatro distritos de riego que se construyen en la administración que recién acaba de terminar, aumentará la producción agrícola en México, a 1.7 millones de toneladas anuales.

Germán Martínez, enfatizó en la conferencia matutina que 16 mil 720 productores agrícolas, serán quienes fortalezcan la seguridad y soberanía alimentaria del país, pues serán ellos los beneficiados con esta nueva infraestructura hídrica.

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha prometido renovar la gobernanza del agua en el sector agrícola, el principal usuario del escaso recurso, con una inversión potencial de 20 mil millones de pesos al año.

El riego en las zonas agrícolas es indispensable para la realización de la actividad agropecuaria, ya que el agua de lluvia no es suficiente para el crecimiento y desarrollo de los cultivos, con esta infraestructura hídrica generalmente se cuenta todo el año con el vital líquido evitando que las sequias acabe con las cosechas, como se dio en el 2023 y en el primer semestre de este año.

El incrementar las zonas de riego y mejorar las técnicas del uso del agua en la agricultura, hacen que haya un aumento de la producción de alimentos y provoca su uso eficiente del recurso y ahorro del vital líquido.

En la conferencia matutina del este martes 22 de octubre, Julio Berdegué Sacristán, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder) presentó el plan del gobierno federal para fortalecer la política alimentaria de México, cuyo eje central es la soberanía alimentaria, y para conseguir esto, será necesario aumentar la productividad del sector agrícola.

El secretario de agricultura dijo en la conferencia de prensa matutina que lo que se pretende es incrementar la productividad en el campo con la participación de la producción nacional en el abasto de alimentos, garantizando la autosuficiencia en maíz blanco no transgénico y frijol. Esto no solo busca cubrir las necesidades alimenticias de la población, sino también mantener un superávit comercial que beneficie la economía del país.

El titular de la Seder agregó que la eficiencia en el uso del agua es crucial, ya que el sector agrícola consume el 75% de los recursos hídricos del país. Berdegué destacó la importancia de fortalecer la adaptación de la agricultura a la escasez hídrica y mejorar la tecnificación del riego. Esto implica un uso más racional del agua, asegurando que la producción agrícola no comprometa los recursos hídricos.

El secretario enfatizó que la política agropecuaria del gobierno no solo se centra en aumentar la producción, sino también en asegurar el bienestar de quienes la generan. “Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, se logró reducir la pobreza extrema en el campo en un 18%, pero aún queda trabajo por hacer”.

Se creará una empresa del gobierno federal que mejore la calidad de las semillas del frijol y del arroz, con lo que se mejorará la producción y calidad de estos alimentos.

El segundo piso de la Cuarta Transformación tiene un plan muy serio para hacer más productivo el sector primario de la economía y que más personas de la población rural del país salgan de la pobreza en que los dejaron los gobiernos neoliberales.