Un narco en el gabinete. Hay cinismo, sí

“The one you warned me all about

The one you said I could do without

We’re in an awful mess

And I don’t mean maybe, please

Papa, don’t preach, I’m in trouble deep

Papa, don’t preach, I’ve been losing sleep

But I made up my mind, I’m keeping my baby, hmmm

I’m gonna keep my baby, hmmm”

MADDONA

“Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar.”

REFRÁN

La sentencia dictada a García Luna crea un antecedente; la hace de ejemplo y de disuasión. Ese fue el objetivo del fiscal estadounidense y el mensaje que manda el gobierno de los Estados Unidos a México. Debe combatirse la narcopolítica no importando la ideología, el estado de la política o del sexenio que se trate. Creo que hasta allí todos estamos absolutamente de acuerdo con el mensaje.

Ahora, algunos dirán que el ex secretario García Luna salió ganón, pues la sentencia no fue de cadena perpetua, sino de casi 39 años de prisión. Se le conmutan los cinco que ya estuvo preso, puede apelar y, si muestra buena conducta, salir en algo así como 15 años. Otros dirán que fue demasiado duro el castigo que se le impuso. Habrá quienes subrayen que los testimonios que terminaron inculpándolo provienen de declarados criminales de la peor ralea. Algo de razón hay en todo ello.

La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que el exsecretario de Seguridad federal es un cínico al reiterar que él fue víctima de un sistema. Claro, la mandataria olvidó decir que ha sido cínico como muchos de Morena; pájaros (gansos) de mucho cuidado que siguen tan campantes como gobernantes, miembros de las Fuerzas Armadas (en funciones o en retiro), legisladores y servidores públicos. Elementos del morenismo sobran para señalar posibles vínculos con el crimen organizado. Por lo mismo algunos no se dejan ver por los Estados Unidos… En este momento quien más “brilla” y teme es el gobernador de Sinaloa, Rocha Moya. Hay muchos más.

Subrayo: me congratulo que nuestro vecino país del norte combata la narcopolítica mexicana. Debe aplicarse toda la fuerza de la ley para que paguen los delincuentes.

Un aspecto curioso del sistema de procuración de justicia norteamericano es que los testimonios —así sean de criminales confesos — tienen valor probatorio. Y en ese sentido valdría no pasar de largo que los mismos testigos que señalaron a Genaro García Luna son los que ahora han declarado que Andrés Manuel López Obrador obtuvo recursos del narcotráfico para sus campañas electorales… Veámoslo así: la fiscalía local estadounidense buscó hacer ejemplo de Genaro García Luna en su lucha contra el narco. Será el primero, pero no el último.

Hoy, el régimen en funciones en México celebrará la sentencia y se congratulará. Pero el fallo y la pena contra el ex funcionario mexicano NO fue un logro de Regeneración Nacional. Por el contrario, se trata de una advertencia de lo que vendrá para no pocos morenistas en Estados Unidos.

Urge saber otra cuestión: así como en Estados Unidos son implacables contra los narcos del nivel que sea, ¿cuándo será igual en nuestro país? Porque hasta el momento la Cuarta Transformación (primer y segundo piso) los apapacha, los exonera y hasta los premia; la impunidad existe, vaya que sí. En ocasiones llegando al extremo de los… abrazos.

Así que tomen nota: ante la pregunta, ¿por qué involucrar al obradorismo —ahora claudismo— en un proceso judicial que corresponde exclusivamente a un exservidor panista?, la respuesta que emite Estados Unidos dice algo así: no estamos estudiando el proceso judicial, se trata de la narcopolítica en la cual, los de Morena también están metidos.

La diferencia entre García Luna y el general retirado Salvador Cienfuegos, siendo que ambos fueron acusados por Estados Unidos de vínculos con el narcotráfico, es que el segundo fue rescatado —y condecorado— por López Obrador. Nuestro gobierno, ese que celebra la justicia de Estados Unidos por haber sentenciado a Genaro García Luna (y mismo eso, no por ser narcotraficante, sino por haber formado parte del gabinete de Felipe Calderón), es el mismo que puso “en pausa” la relación con ese país, nuestro mayor socio comercial…

El mismo régimen que da un tiro de gracia al Poder Judicial, a la justicia y que entrega el país al crimen organizado.

Sí hay cinismo. Este alcanza nuevas cotas con la 4t. Observando cómo la presidenta (con A) defiende a Rubén Rocha, mientras celebra la condena de García Luna.

Con la condena de García Luna existe la certeza de que hubo un narco en el gabinete; los delincuentes de cuello “morena” (que no blanco), ¿para cuándo?

Giro de la Perinola

La Sedena informó que el Ejército sostuvo 1,543 enfrentamientos con criminales a lo largo de todo el sexenio de López Obrador y que durante estos mataron a 1,182 civiles. En otras palabras, ocurrió un enfrentamiento cada 34 horas y un muerto civil cada 44 horas. ¿Hay que suponer que todos ellos eran delincuentes?

Haciendo la misma cuenta para las víctimas del delito (199,621 asesinados, TResearch International) en el sexenio pasado se tiene que cada 15 minutos fue asesinado un inocente. O, lo que es lo mismo, por cada delincuente/civil muerto a manos del ejército, 168.88 civiles eran ultimadas por el crimen organizado.

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