Inician las bases del Plan C

Ayer, en medio de la madrugada del miércoles, la coalición Seguimos Haciendo Historia aprobó el proyecto de reforma al poder judicial. Eso explica la desesperación de la oposición que, una vez más, ha caído devastada por el golpe contundente que ha recibido en el salón del pleno de la vieja Casona de Xicoténcatl. Fue, a grandes rasgos, una intensa batalla que supo sobrellevar la fracción parlamentaria de Morena, especialmente al resistir los ataques hostiles que lanzó el PRIAN. Entonces, a pesar de la atmósfera que se sintió, nada pudo frenar un hecho que, en definitiva, pintaba para alcanzar la mayoría calificada. En representación de esa columna vertebral, podemos darles el mérito a los coordinadores

Recordemos que, desde una sede alterna, Ricardo Monreal comandó los trabajos al arranque de este proceso legislativo. Fue, evidentemente, una operación al más alto nivel político. Es verdad, Morena tiene los votos suficientes para no tener contratiempos. Sin embargo, la clave de todo es, ni más ni menos, los buenos oficios que puso en marcha Monreal, sobre todo en un espacio distinto al de San Lázaro, y bajo la presión de los manifestantes. Lo que sucedió, entonces, fue la manifestación de una buena planeación, organización y logística del zacatecano. Él, para ser más precisos, dio el primer paso para allanar el camino del proyecto de reforma al poder judicial. Y no solamente eso, también defendió cada uno de los puntos que contiene el asunto.

Con ese mismo compromiso, el Senado de la República ha dado el paso definitivo para aprobar la minuta de reforma al poder judicial. Siendo así, no hay duda de ello, se pone en marcha el inicio de la construcción del segundo piso de la llamada cuarta transformación. Además de ello, el presidente López Obrador, en vísperas del final de su sexenio, coronó una plataforma democrática, basada en las políticas públicas, que son el principal sostén del equilibrio y desarrollo del territorio nacional. O sea, cumplió el compromiso puntual de servir al pueblo de México con honestidad, humanismo y transparencia. Así lo reconoce la población en su inmensa mayoría, con los altos niveles de aprobación con los que cerrará el mandatario federal.

La buena noticia es que habrá más tiempo para continuar transformado la vida pública de México con el triunfo abrumador de Claudia Sheinbaum. De entrada, la fracción de Morena —en ambas cámaras legislativas— ha iniciado, por así decirlo, los cimientos del segundo piso de la 4T, o mejor dicho el denominado Plan C. El propio Ricardo Monreal, coordinador de los diputados en San Lázaro, ha mencionado que, en los próximos días, se abordarán los proyectos de reforma sobre los pueblos indígenas y afroamericanos, lo mismo que la Guardia Nacional. De manera clara, estos tópicos forman parte del paquete de veinte iniciativas que, hace meses, mandó el presidente López Obrador al legislativo. En pocas palabras, la fracción parlamentaria seguirá con ese mismo ritmo y motivación que, a la postre, le traerá más conquistas que son elaboradas para beneficio colectivo de la población civil, y mejor aún, para seguir democratizando al país.

En lo legislativo, se sabe, Ricardo Monreal ya planea los trabajos para las siguientes iniciativas, sobre todo en un momento crucial como el que vive la plataforma de la cuarta transformación. Mientras eso suceda, son tiempos en que la pelota está en cancha de los congresos locales para avalar el proyecto de reforma al poder judicial y, con ello, tenga el cauce legal como modificación al marco constitucional. En Oaxaca, por ejemplo, Morena ha dado una demostración de fuerza, pero principalmente del compromiso político con el mandato popular. Todos, incluyendo a la oposición, votaron a favor del dictamen. Eso pasó en el mayor número de congresos en los que, por supuesto, la izquierda tiene amplio dominio en los espacios para tomar decisiones.

Seguramente, como atestiguamos hace un par de días, la oposición seguirá intentando frenar el avance en los congresos. En la mayoría de los casos, está comprobado, se dejaron ver manifestantes afines al PRIAN. Hijos, primos, amigos y compañeros de legisladores del PRIAN fueron los que protagonizaron el asalto al Senado de la República. A ellos se sumaron personeros de los grupos conservadores que, ante el estupor, han quedado sumamente noqueados. Ellos, de hecho, desprecian la voluntad de las mayorías depositadas en las urnas. La derecha, entonces, no ha entendido la dimensión de la decisión que tomó el pueblo de México.

Y mientras la oposición sigue sumergida en un laberinto sin salida, Morena cimienta el Plan C luego de aprobar el proyecto de reforma al poder judicial. Éste fue el escenario que, afortunadamente, nos ha tocado vivir luego de muchos años de estar sometidos a los gobiernos neoliberales. Hoy, para fortuna del país, vivimos en democracia. Con esa concepción, de hecho, serán electos los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y no solamente eso, también se acabarán las excentricidades y la corrupción de la toga y el birrete.

Hay Plan C. Hace unos días inició su construcción.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *