Preludio legislativo en la cámara alta

Ayer, a través de este espacio de opinión, hemos dado nuestro punto de vista acerca del proceso de transición en la Cámara de Diputados. Eso, evidentemente, tiene que ver con el resultado abrumador que, para el caso, fue ratificado por el Consejo General del INE luego del resolutivo final. A comparación de otras legislaturas, Morena ha hecho historia al conseguir la mayoría calificada, si tomamos en cuenta el papel que jugarán los partidos que han acompañado este ejercicio de construcción progresista. Hablamos del PT y PVEM. De hecho, no tenemos ninguna duda que los tribunales avalarán la determinación que tomó el pueblo de México en relación con la distribución de posiciones en San Lázaro. Se sabe, en efecto, que los mismos ganadores, en distintos espacios del fin de semana, se fueron registrando al oficializarse su ingreso.

En ese sentido, la oposición no tendrá más remedio que aceptar la realidad que vive la transición sociopolítica del territorio nacional. Inclusive, a partir de la primera semana de septiembre comenzarán los trabajos en tres iniciativas claves para modificación del marco constitucional. Aunque el proyecto de reforma al poder judicial resultó más mediático, será la prioridad en el arranque, pues los quehaceres en la comisión de puntos constitucionales— durante ese lapso— han arrojado resultados positivos en la previa. Para tal efecto, los referentes de este asunto han tomado la batuta pese a las resistencias de la oposición y de los grupos minoritarios. Eso, en realidad, llegará a buen puerto ante las condiciones inmejorables que tiene el lopezobradorismo.

A pesar de todos los intentos por polarizar y meter presión, la oposición no logrará su cometido de frenar, hay que describirlo así, la piedra angular o, mejor dicho, la joya que coronará el sexenio del presidente López Obrador. De hecho, sustituir el lastre de la corrupción del poder judicial, y democratizar su vida institucional, son una mezcla de prioridades que, está claro, son inminentes en los ajustes. Y, ante la mínima reacción de la oposición, Morena hará valer su condición. Sea cual sea la maniobra para intentar detener el avance inexorable, la coalición Seguimos Haciendo Historia sacará la minuta en San Lázaro. Como fuerza dominante, eso nos hace pensar en el escenario que viviremos en un par de semanas más. Luego de ello, naturalmente, el tema llegará al Senado de la República.

La buena noticia es que, al igual que en San Lázaro, Morena tiene una fuerza sólida de legisladores que, se sabe, defenderán a capa y espada la minuta. Muchos dirán que, para tal efecto, el lopezobradorismo no tiene los votos suficientes para modificar la constitución. Como se trata de un asunto de suma importancia, el papel que asumen los protagonistas de este proceso de transición, tendrá dividendos, pues, al parecer, resulta que hay negociación con tres senadores para alcanzar la anhelada mayoría calificada. Eso, a propósito, fue parte de la estrategia después de haber hecho los cálculos de la distribución de espacios. Se nota que, tras bambalinas, el mismo Adán Augusto, futuro coordinador de la fracción parlamentaria de Morena, está operando el tema al más alto nivel político.

Para ser más precisos, los senadores electos del PRD, después de atestiguar la hecatombe que vivió el Sol Azteca, todo parece indicar que se encaminan a formar parte de la fracción parlamentaria de Morena en la cámara alta. Estamos hablando de Araceli Saucedo y José Sabino, ambos ganadores de la primera minoría en la pasada elección. El origen de todo ello, evidentemente, se justifica en el desdibujamiento del perredismo a nivel nacional. Hoy podemos decir, como suele suceder, que uno y otro están en la orfandad y, de paso, sin un liderazgo que los guíe. En efecto, Jesús Zambrano, luego de la sacudida electoral, perdió toda credibilidad como “líder”. Siendo así, y bajo la correlación de fuerzas que vivimos, damos por hecho que, por mucho, está planchado el acuerdo para que se unan al lopezobradorismo.

Y justamente en este momento, con las emociones a flor de piel, será crucial la operación política que lleve a cabo Adán Augusto, próximo coordinador de los senadores. Él, en efecto, tendrá la tarea de organizar, planear y conducir las tareas que veremos en los próximos seis años. De hecho, el tabasqueño, en su paso por gobernación, demostró capacidad para operar temas de esta índole. Lo hizo como titular de la secretaría de Gobierno, concretamente en los asuntos del interés del presidente López Obrador. Eso, en definitiva, lo hizo catapultarse a la lista de presidenciales. Inclusive, eso lo colocó en la posición que se ganó luego del resultado final de la encuesta.

Así que, más allá de la presión del PRIAN y de la resistencia, Morena, como se anticipa, tendrá mayoría en ambas cámaras legislativas. Se sabe que en el Senado, de acuerdo con los cálculos, hacen falta tres votos para modificar la constitución. Hoy, todo parece indicar, el lopezobradorismo tiene esos tres votos en la bolsa para poner en marcha el plan C. Eso, en términos legislativos, es la llave de acceso para acentuar los ajustes inminentes. Tal parece que así será, especialmente con una oposición en detrimento, pues el resultado de sus actuaciones reflejan la decadencia. Desde luego, Morena, como ha venido actuando, debatirá cada punto en el pleno, empero, consumará el mandato popular que, déjenme decirles, cuenta con el apoyo de más de 36 millones de mexicanos que acudimos a las urnas.

Notas finales

Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador constitucional de Michoacán, está por cumplir tres años en el poder institucional. Él, además de ser uno de los mandatarios estatales con mayor aprobación social en México, se ha convertido en un liderazgo sólido. El fin de semana, como se sabe, se llevó a cabo el Consejo Estatal Ampliado de Morena con un marco abarrotado. Con esa premisa, el encuentro, así puede percibirse, sirvió para ratificar dos aspectos fundamentales en un momento inmejorable como el que vive Bedolla. De entrada, los referentes regionales arroparon las acciones que se han puesto en marcha que, de paso, ha apuntalado la unidad. Otro elemento, en definitiva, fue casi casi el preludio de lo que pasará en el ejercicio interno de Morena para el relevo gubernamental del 2017.

Ahí, en primera fila, figuró el secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña. Es verdad, el termómetro político es muy prematuro, sin embargo, es un hecho que el titular de gobernación, llegado el momento, participará para buscar ser el abanderado y, con ello, el próximo jefe del ejecutivo estatal. Habrá que ver los reacomodos, y lo que no podemos impedir que suceda, pues lo adelantado de los escenarios nos encamina al proceso de transición que viviremos en tres años más. Solo para poner un ejemplo, la sucesión presidencial, con el apoyo del presidente, se gestó tres años antes. Eso, en Michoacán, parece comenzar a dibujarse a favor de Torres Piña.

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