El rechazo universitario a la reforma judicial

Lunes de reforma judicial que avanza a la Comisión de Puntos Constitucionales, con una ligera promesa de cambios. En un inicio, no fueron ni las víctimas ni los trabajadores del Poder Judicial de la Federación ni académicos de las más prestigiosas casas de estudios ni los abogados colegiados en renombradas organizaciones ni economistas ni nadie quienes pudieron generar cambios en algunas propuestas de esta reforma.

Si acaso, una ministra con afinidad al presidente, logró una renovación escalonada y un comité para selección de idoneidad. La lectura es que no somos iguales en democracia. Solo simpatizantes, militantes y abanderados del obradorismo tienen algo de espacio para ser tomados en cuenta al opinar, los demás, son parias de una masa estigmatizada que se combina, en el discurso, con cualquier escoria del pasado, aunque nunca en su vida se hayan involucrado en asuntos políticos. Sus opiniones no solo no cuentan, sino que son acentuadas como enemigas e interesadas.

Pero la voz que hoy se alza es icónica porque entre sus aulas surgieron las complicidades que hoy forman partido, gobierno y equipo. La Universidad Nacional Autónoma de México fue ombligo de la resistencia a la hegemonía autoritaria que se vivió en otros tiempos y que desde el CEU (Consejo Estudiantil Universitario) en 1968 vio nacer la resistencia civil. Una bomba atómica de ideales democráticos, progresistas y feministas que detonó el movimiento con efecto a 30 años que vería fruto político en 2018.

La historia, cómo cíclica y maestra que es, hoy cita a los jóvenes idealistas de este tiempo que anhelan poderes constitucionales autónomos, delimitados, haciendo valer nuestro pacto político constitucional y el Estado de Derecho, lejos de la voz de solo uno entre la que cualquier otra recibirá la sanción del descrédito público y acusaciones de ser enemigo. Los alumnos de la

Facultad de Derecho de la UNAM se han posicionado en contra de la reforma al Poder Judicial llamando a una marcha este 28 de agosto.

La Universidad Panamericana también ha publicado un pronunciamiento advirtiendo que cerrarán filas con juzgadores y trabajadores del Poder Judicial de la Federación en defensa de la Constitución y la democracia. En el caso de la UP, de donde es egresado por cierto, el hijo de Felipe Calderón y Margarita Zavala, caben las críticas de todo tipo ya que ha sido una institución en la que se forma el pensamiento de la centro-derecha del país, bastante clasista y elitista.

Pero en el caso de la UNAM, la historia es diferente. Se trata de un inédito momento en que jóvenes de diversos espectros sociales coinciden en que esta Reforma, trunca los caminos y las libertades democráticas hasta ahora vividas. Como dato interesante, cerca del 80% de juzgadores del Poder Judicial de la Federación han emanado de escuelas públicas y gran mayoría de ellos, de la UNAM.

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— Facultad de Derecho (@MxDerechoUP) August 25, 2024

Tres inquietudes generan ambos comunicados: Por un lado, no hay registro en la Facultad de Derecho de la UNAM de alguna asamblea estudiantil que haya precedido un llamado a marchar. La tradición democrática de la Universidad usualmente toma decisiones como marchas, paros y comunicados después de espacios de consenso entre los que suele existir mucho debate. En este caso, el anuncio tampoco es claro de rastrear en el origen. Es decir que se puede documentar por el horario de publicaciones en redes sociales que fue a partir de cuentas de X, antes Twitter y en grupos de Facebook donde cuentas personales compartieron tanto la convocatoria de marcha como el pronunciamiento, por lo que no es muy claro dentro de los distintos grupos de la Facultad de Derecho, quienes están convocando a esta protesta y si es que existe algún respaldo institucional u oficial. Máxime, en un momento tan delicado en el que se teme por la pérdida de la autonomía universitaria mediante alguna reforma a su ley, o bien, mediante la imposición de algún o alguna rectora afín al oficialismo. Finalmente, en el caso del comunicado de la Universidad Panamericana, tampoco se ha asumido o respaldado en cuentas oficiales o en su página de Internet, aunque tampoco es casualidad que ambos posicionamientos surjan con diferencia de horas. Después de todo, dudar es una virtud.

A pesar de que se debe celebrar que las universidades se incorporen de forma activa a estos debates, también es importante tomar en cuenta que aquel movimiento en donde se logre infiltrar, aunque sea el más pequeño grupo de políticos opositores que han dinamitado todo como los afines a Claudio X. González, es un movimiento destinado al fracaso, así que a las y los universitarios solamente les tengo un mensaje: sean celosos.

Sean muy celosos de esta resistencia y háganla tan genuina y tan politizada, que no quede espacio para los herederos de la derecha rancia que hoy buscan robar el reflector de los trabajadores del Poder Judicial para imponer sus agendas caducas. Sean celosos de los panistas y principalmente, de cualquier “Attolini” que pueda utilizarles como moneda de cambio en cualquier negociación.

Que viva la UNAM, que vivan las Universidades, que viva la libertad, que viva la democracia, que viva la juventud, que viva la protesta y que vivan la Constitución y el Poder Judicial.

POR CIERTO, si es que se ha usurpado el nombre de la UNAM y el colectivo de los alumnos de la Facultad de Derecho para promover un evento que, a ciencia cierta, no se sabe quien convoca sino que ha sido una especie de nodo para agrupar jóvenes en un chat de WhatsApp, qué vergüenza. No sorprendería pues durante la fracasada campaña electoral de la derecha, en innumerables ocasiones, asesores extranjeros sugirieron usurpar marcas, cantantes, influencers y hasta autoridades electorales para posicionar mensajes de su candidata. Así es que esta arroba se queda con la misión de investigar la autenticidad de la convocatoria. Si usted confirma que es genuino y quisiera posicionarse en este espacio, escríbame por favor al mail: fridagmez@gmail.com

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