Ruptura con costura

IRREVERENTE

Les platico:

Eso precisamente fue lo que ocurrió con Marcelo Ebrard y Morena desde que el ex canciller “se inconformó” con los resultados de las “encuestas” que le dieron el triunfo a Claudia Sheinbaum en las primarias del partido en el poder para elegir a quien contendrá desde ese bando por la presidencia de México.

En este mismo espacio publiqué que pese a todos los jaloneos y elucubraciones dentro y fuera del gobierno federal, Ebrard seguía y seguiría dentro de Morena.

Este lunes se confirmó eso en boca de él mismo.

Las demandas y exigencias que promovió al quedar fuera de la carrera presidencial fueron un simulacro y eso se confirmó este lunes con su anuncio de que él sigue siendo parte de Morena.

Fue el último episodio del melodrama que solo los aficionados a las telenovelas de Televisa se creyeron: la supuesta ruptura entre Ebrard y López Obrador.

Desde sus años de militancia en el PRD persiste una simbiosis entre ambos personajes.

De hecho existe desde que ambos eran parte de la nomenclatura priyista.

Ebrard huyó a Francia tras caerle el mundo encima por el descomunal desvío de recursos en la construcción de la Línea 12 del Metro, durante su mandato como jefe de gobierno de la CDMX.

López Obrador lo rescató del exilio en la última parte de su campaña y lo incorporó al proyecto de la 4T.

¿Y Claudia?

Como todos los que forman parte del séquito de Andrés Manuel, está a prueba.

Primera llamada: cuando renunció a su cargo como jefa del gobierno de la CDMX para meterse en estos trotes, quiso que su secretaria administrativa la reemplazara en el puesto, pero AMLO impuso a Martí Batres.

Segunda llamada: Omar García Harfuch era el gallo de la doctora para quedarse con la candidatura de Morena por el gobierno de la CDMX y a pesar de haber ganado las “encuestas” de Morena, quedó Clara Brugada quesque por cosas de equidad de género. Segunda imposición de López Obrador.

En el equipo de la doctora hay dos bandos: el suyo y el que le fue impuesto por el presidente.

Por eso las fallas evidentes de organización, como los eventos del Estadio Azul, la Arena México, los encontronazos entre ambos en los masivos de Monterrey y otros detallitos.

Queda una llamada más para que se levante el telón y si las cosas siguen así, de última hora podría haber un cambio de actor en el rol del personaje principal.

Hoy sigue siendo Claudia, pero hay uno que sigue ahí por lo que pudiera ofrecerse, y su nombre es Marcelo Ebrard.

Cajón de sastre:

En la política como en el beisbol, esto no se acaba hasta que se acaba.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *