Omar García Harfuch ya ganó

La contienda capitalina mostró un rostro interesante por parte de la militancia fundadora con mayor arraigo y trayectoria, quienes observaron con mejores ojos a Clara Brugada y desde la resonancia mediática que tienen, lograron posicionarla hasta alcanzar ser la mujer más competitiva de todas las que aspiraron a ser candidatas. Sin embargo, quien conquistó las opiniones del pueblo, la ciudadanía y las personas capitalinas encuestadas fue Omar García Harfuch. Aunque la paridad logró una ventaja para Brugada, el papel de Harfuch fue de altura. El ejercicio le permitió crecer hasta alcanzar poco más de 40 puntos, eso implica que aún no alcanza su tope de simpatías. A pesar de las feroces campañas en su contra cargadas de calumnia por parte de voceros y altavoces de voceros simpatizantes de la propia Cuarta Transformación. Autófagos de excelencia.

Desde la perspectiva de las virtudes aristotélicas, el honor de ganar una elección política, aunque haya sido interna, por encuesta y que finalmente le hubiese abierto las puertas al Senado de la República, puede ser analizado a través de varios aspectos relacionados con la eficacia en el desempeño de la administración pública, la lealtad a un grupo político, la disciplina y la personalidad noble que evita atacar o descalificar a los oponentes.

1. Eficiencia en el desempeño de la administración pública:

– Virtud relevante: Aristóteles aboga por la virtud de la prudencia o phronesis, que implica la sabiduría práctica y la toma de decisiones informadas. Un líder político honorable debería ser eficiente en la administración pública, demostrando habilidades de gestión, conocimiento de los asuntos públicos y la capacidad de tomar decisiones que beneficien a la comunidad en general. García Harfuch podría aspirar al Senado, como bien se le ha ofrecido, aunque también su perfil sería clave en el gabinete de la primera mujer presidenta, sea en la titularidad de la Guardia Nacional, en la Secretaría de Seguridad Ciudadana federal, en Gobernación o posiblemente, sería un relevo serio de Gertz Manero, cuya ausencia parece sospechosa y su manejo de las facultades que le confiere la ley han sido negligentes. Omar García Harfuch es un político joven que ha probado la aprobación y sería un aspirante natural en 2030 al mismo cargo.

2. Lealtad a un grupo político:

– Virtud relevante: La lealtad puede asociarse con la amistad o philia en la ética aristotélica. La lealtad a un grupo político puede ser vista como un compromiso hacia el bien común y la promoción de políticas que beneficien a la sociedad. Sin embargo, Aristóteles también advierte sobre la lealtad ciega y destaca la importancia de la lealtad informada y ética. Desde un inicio, se sabía que Harfuch a pesar de su eficacia y eficiencia, no contaba con la confianza ciega del presidente López Obrador. Más por prejuicios que por hechos, los rumores sobre García Luna, Ayotzinapa y otros tantos influyeron en que el presidente guardara distancias. Más allá del debate sobre si debió o no apoyar al equipo de Claudia Sheinbaum, a partir de 2024 habrá un ejercicio mucho más pleno y fortalecido del famoso bastón de mando. A diferencia de aquellos que amagaron con que Iztapalapa no votaría por Omar si es que el criterio se hubiese aplicado a partir de la diferencia porcentual, García Harfuch ha reiterado disposición para avanzar en equipo, sin rencores.

3. Disciplina:

– Virtud relevante: La disciplina se relaciona con la virtud de la templanza o sophrosyne en Aristóteles. La capacidad de controlar los impulsos y actuar con moderación es esencial para un líder político honorable. La disciplina en la toma de decisiones y la implementación de políticas contribuye a un gobierno estable y efectivo. Además de la sensatez con la que Omar actuó, ha ganado adeptos que le miran carrera presidencial por el magnetismo de su carisma y sencillez. Aquella proyección resulta muy interesante, más si es que se toma en cuenta la cantidad de años que Harfuch le ha apostado a la vida pública en contraposición, por ejemplo, de los más de 18 años de carrera política de Brugada. La última muy admirable, y la de García Harfuch con una efervescencia interesantísima pensando en que este es el primer ejercicio de contienda interna y política al que apuesta.

4. Personalidad noble y evitar ataques o descalificaciones:

– Virtud relevante: La virtud de la magnanimidad o megalopsuchia se refiere a la grandeza de espíritu y la nobleza. Un líder político honorable no se dedica a ataques personales ni descalificaciones. En lugar de ello, demuestra respeto por la dignidad de los demás y busca el bien común a través del diálogo y la cooperación.

Tal vez, el mayor de los triunfos de Omar García Harfuch ha sido el de ceder ganando, con el orgullo de haber cumplido el objetivo: ganar la encuesta, fortalecer y avivar una militancia que desde el triunfo lopezobradorista parecía no motivada, despertar interés por la izquierda en sectores clasemedieros y clase media alta así como devolver y sembrar en sus compañeros policías una sensación de esperanza, de saber que uno de los suyos pudo y que a través de la virtud, todo policía que quisiera aspirar a un cargo público tendría que sentirse naturalmente capaz de hacerlo.

En conjunto, un líder político que encarna estas virtudes aristotélicas contribuye al bienestar de la sociedad. Ganar una elección de manera honorable no solo implica alcanzar el poder, sino también ejercerlo de manera justa, ética y efectiva para el beneficio de la comunidad. Aunque el poder no siempre vaya de la mano con un cargo o candidatura específico, pues como bien se dice, no es el cargo sino el encargo. La virtud, según Aristóteles, es la clave para alcanzar la eudaimonia, o la vida floreciente y plena.

Las mujeres más competitivas

Rocío Nahle será precandidata única de Morena en Veracruz.

Margarita González Sarabia lo será en Morelos.

Claudia Delgadillo en Jalisco.

Alma Alcaraz en Guanajuato.

Clara Brugada en la Ciudad de México.

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