El oportunismo político de Alejandra del Moral nos avergüenza a muchos

Alejandra del Moral lo hizo. Con sus actos, se sumó a la larga lista de ex militantes de otros partidos políticos que han decidido sumarse a Morena y a la campaña de Claudia Sheinbaum.

Del Moral, agradable, carismática y sencilla, fue capaz de vender la idea de que ella representaba a un PRI renovado que estaba dispuesto a plantar cara frente a la corrupta Delfina Gómez, quien, como es sabido, fue acusada de imponer diezmos a los trabajadores de Texcoco. (No se trata de una especulación periodística, sino que así fue determinado por el Tribunal Electoral)

Gracias a su discurso engatusador “Ale” movilizó a un buen número de mexiquenses que salieron hace un año a expresar su repudio ante la ex secretaria de Educación Pública. Muchos creyeron en ella. Y ahora ha mostrado su verdadero rostro.

Ante las posibles desavenencias que habría tenido tenido con Alito Moreno, y ante la remota posibilidad de que el PRI haga un buen papel en las próximas elecciones, Del Moral decidió dejar al partido que la hizo presidenta de Cuautitlán y sumarse a una campaña que amenaza con la destrucción de la democracia electoral.

¿Buscará Ale ahora un buen cargo en el gobierno de Morena? ¿Qué opciones podrían satisfacer el apetito político de la mexiquense?

¿Quedará contenta con una embajada quizás en un destino remoto o en un país más pobre que México? ¿O habrá decidido apuntarle a Madrid, Roma o Paris? ¿Le gustará Europa o estará dispuesta a aceptar un destino más modesto como Lima o Tegucigalpa? En este contexto, uno duda enormemente que le importe contribuir a asestar otro golpe en la cara al valioso personal del Servicio Exterior Mexicano.

¿O tal vez preferirá Del Moral quedarse en México y sumarse al gobierno de Claudia? Es un personaje de alto nivel y bien conocida. Por tanto, no resultaría descabellado que aspirase a una secretaria de Estado.

¿Se imagina el lector una traición monumental al estilo Del Moral en democracias como Estados Unidos, España, Canadá o Francia? Sí, sí, hay de todo en todos los países. Sin embargo, el cinismo y el oportunismo al estilo mexicano conllevarían en esos países la muerte política de cualquier personaje que se atreviese a cruzar el umbral de lo moralmente permitido.

Los actos de Alejandra del Moral han sido reprobables y nos llenan de vergüenza. La mujer que un día inspiró un poquito de confianza se ha sumado al proyecto del autoritarismo y del desmantelamiento de las instituciones.

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