De lo destacado del 2025

La perspectiva social, el ánimo, pero sobre todo los datos y registros que alimentan las estadísticas, son concluyentes para decir que, efectivamente, el año que está por terminar fue uno de los más productivos en materia política, económica y social. Dentro y fuera del proyecto de la cuarta transformación, de hecho, el gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum ha ido avanzando en lo que ya hemos dicho: profundizar las acciones que, dicho sea de paso, han entrado en una fase de consagración porque son eficientes. Después de todo, estamos presenciando la continuidad de un andamiaje de ideas que, desde todas las perspectivas, han mejorado la calidad de vida de la población. Eso, desde luego, nos da una idea clara de que jamás regresaremos a ese pasado que nos atormentó y perturbó tanto bajo el yugo del neoliberalismo.

Recuerdo que, en aquel entonces, vivíamos una preocupación latente por las reformas que no compartían la visión y el sentir de la sociedad. El PRI, en complicidad con el PAN, fraguaron cambios a la constitución que, en su inmensa mayoría, tenía como fin entregar los recursos naturales a través de un esquema privatizador. Eso llevó a que los gobiernos de la 4T, desde los tiempos de Andrés Manuel López Obrador, buscaran y aterrizaran proyectos para apartarnos de esa realidad que, durante un tiempo importante, nos sometieron. Eso, como muchos otros aspectos, fueron cruciales para que la derecha dejará el campo libre al proyecto de transformación. Hoy, a siete años de gestión, podemos decir que la 4T, desde sus comienzos, ha entrado en acción. De hecho, el compromiso social es con el pueblo, no con los intereses ajenos.

El simple hecho de poder contabilizar las acciones que han dado un giro preponderante, son un reflejo de la nueva realidad. En ese sentido, las propias encuestas sirven de ejemplo para poder darnos una idea más clara. De ese modo, podemos decir que Claudia Sheinbaum, la imagen más visible, continúa rompiendo paradigmas. Entre los más destacado del 2025, sin duda, citamos a la jefa de estado. Y ella misma, que pidió confianza, está cumpliendo lo que prometió en campaña. Primero, de lo más sustancial, trabajar por el interés colectivo y, de paso, sumar acciones que se fueron trazando de esa propia participación. Los programas sociales, no me cansaré de decirlo, son el motor de esa responsabilidad que, para fortuna, se han duplicado y hasta triplicado en su operación. Para ello, desde luego, hay que contar con la ayuda de una estructura de gobierno que esté a la altura de las circunstancias.

Atrás ha quedado el proceso de las llamadas corcholatas. Eso quedó para el anecdotario. Hoy, en equipo, se trabaja para construir esas condiciones propicias. Uno de esos elementos claves, que ha dejado muy satisfecha a la presidenta con su labor, es la del Secretario de Economía, Marcelo Ebrard. Muchos, inclusive, pensaron que por lo que sucedió en el proceso interno nublaría edificar una relación laboral efectiva. Las cosas, de hecho, son distintas; se ha mostrado profesionalismo y entrega por una sola causa que es el pueblo de México. De ese modo, incluimos el nombre de Ebrard porque en él, desde luego, ha recaído la responsabilidad de diseñar una estructura sólida que se ha ido anclando no solo por la viabilidad, sino porque hemos entrado en una etapa en la que hemos sabido adaptarnos a los cambios vertiginosos de la tecnología. El Plan México y los Polos de Desarrollo, en buena medida, son la columna vertebral de esa industrialización que nos catapultó a aumentar el flujo de inversiones que, a la postre, traen consigo una cantidad importante de empleos.

Y qué decir de Omar García Harfuch. Toda su estrategia, por supuesto, está rindiendo frutos importantes en el país. La coordinación que hay con todos los órdenes de gobierno ha sido sustancial para actuar a tiempo. Los mismos detalles que han salido a la luz pública hablan por sí solos. Sabemos que la SSP es de las instituciones más complejas por el entorno que se maneja. Quizá, en efecto, podemos hablar de un giro distinto al que presentó Andrés Manuel López Obrador. Diría que, en todos los sentidos, Harfuch, de acuerdo con los propios datos y estadísticas, ha disminuido las actividades al margen de la ley por la participación activa que existe. Se amplió, por ejemplo, el sistema de ayuda tecnología y el despliegue de elementos, principalmente en la frontera. De hecho, las autoridades de Estados Unidos han reconocido que, como nunca, existen medidas eficientes. Aunque mucho se ha ido especulando, nos tenemos que acostumbrar porque Claudia, de ninguna forma, tiene pensado hacer movimientos en su principal columna vertebral, sobre todo ahora que son el reflejo del buen rendimiento.

Lo mismo podemos decir de Zoé Robledo. Su papel, de un tiempo para acá, abrió camino para que el acceso a la salud sea constate y de primera calidad. Lo que motivó a ello, sin duda, fue el respaldo que le ha dado la presidenta para encabezar, por segunda vez consecutiva, una de las instituciones claves de México como es el IMSS.

Por otro lado, y a pesar de la ausencia justificada de Juan Ramón de la Fuente, propiamente dicho, no está en los planes de la presidenta moverlo a otra posición. Su ausencia, que se debe estrictamente a la atención de temas de salud, está justificada. Él, en la primera semana de enero, se prevé regresará, sobre todo porque hay cumbres internacionales y convenciones mundiales que hay que atender, muchos más ahora que la relación bilateral ha entrado en una fase de consagración. En manos de ellos, inclusive, quedarán las responsabilidades de seguir llevando a México a otras latitudes, en especial para encontrar nuevos socios comerciales.

Quienes también han sido decisivos, desde las entidades, son los gobiernos de la cuarta transformación. Ellos, por su parte, hacen la labor que les corresponde, sobre todo ahora que han reforzado sus políticas públicas. Han podido hacer, sin ir más lejos, lo que muchas administraciones del PRIAN no lograron jamás. De ese tamaño es la diferencia que han marcado quienes sí cargan con el compromiso del mandato popular. Solo para mencionar un ejemplo, guiándonos en el ranking de percepción de mejores mandatarios y mandatarias de México, podemos citar el trabajo de Delfina Gómez, Evelyn Salgado, Marina del Pilar, Indira Vizcaíno, Margarita González Saravia y Clara Brugada, por supuesto. De igual forma, nos hemos acostumbrado a ese buen nivel de Alfonzo Durazo, Miguel Ángel Navarro, Alfredo Ramírez Bedolla, Javier May, Alejandro Armenta, Eduardo Ramírez y Salomón Jara. Por supuesto hay muchos más; sin embargo, a todos ellos y ellas, haciendo un balance preciso, podemos reconocerles el avance sustancial en obra, educación, salud, seguridad, ciencia y deporte.

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