Somos MX, respiro opositor

Ante la profunda crisis de los partidos tradicionales y el creciente descontento social provocado por políticas fallidas, corrupción, nepotismo, inseguridad y deterioro del andamiaje institucional, surge una nueva alternativa: Somos México (Somos MX).

Esta organización ciudadana que ha ido consolidando su presencia en el panorama nacional, se encuentra a punto de obtener registro oficial como partido político y perfilarse para competir en las elecciones federales de 2027.

Un avance significativo

Tras meses de trabajo territorial, la organización anunció haber cumplido con 202 asambleas distritales, superando el mínimo legal de 200 requerido por la Ley General de Partidos Políticos; lo siguiente será comprobar ante el INE tener el número suficiente de personas afiliadas. La ley establece al menos 300 afiliados por distrito electoral o 3,000 por entidad, lo que hace un total superior a 250,000 afiliados distribuidos en los 300 distritos y las 32 entidades federativas. Una vez acreditados estos requisitos, el INE podrá otorgar el registro como partido político nacional.

El surgimiento de Somos México se entiende a partir del desgaste de los partidos vigentes: Morena, llevó a Andrés Manuel López Obrador al poder y nació en torno a su figura. Tras agotar su permanencia dentro del PRD y perder capacidad de influencia, López Obrador construyó una plataforma propia, integrando a cuadros del PRI, PAN, PRD y haciendo alianzas con PVEM y PT. Sin embargo, AMLO lo ha llevado a intentar replicar, e incluso superar, el modelo de partido hegemónico del viejo sistema político. Ahora Morena parece orientarse no sólo a dominar la vida pública, sino en transformarse en partido único, con estructuras de poder cada vez más concentradas en la familia del expresidente.

La élite del partido oficialista ha estado inmersa en señalamientos por corrupción, nepotismo, vínculos con el crimen organizado y lavado de dinero. A la estructura partidista encabezada por María Luisa Alcalde, la acompaña una red familiar, clave para sostener el proyecto de López Obrador, incluyendo a su hijo Andrés López Beltrán, secretario de Organización y a quien se le atribuye que tiene la facultad de decidir quién ingresa y cómo avanza dentro del partido, es decir, el control interno, queda acotado a un pequeño grupo.

La oposición

El PAN

Aunque históricamente, la principal fuerza opositora había sido el PAN, desde el ascenso de Ricardo Anaya y posteriormente de Marko Cortés y Jorge Romero, el partido ha sufrido una notable pérdida de identidad. La percepción pública actualmente es que se debilitó y terminó cooptado por intereses ajenos a su base militante.

En 2018, muchos panistas consideraron que Anaya actuó como “esquirol”, dividiendo a la oposición y facilitando el triunfo de Morena y en 2024, la candidata Xóchitl Gálvez careció de respaldo sólido por parte de la dirigencia e incluso, llegaron a señalarse ataques internos a su propia campaña.

Con el cambio de dirigencia, la crisis se profundizó y el liderazgo de Romero quedó evidenciado durante la votación que permitió la imposición de Ernestina Godoy como fiscal general de la república.

El PRI

Desde antes del asesinato de Luis Donaldo Colosio el partido arrastra una grave crisis. Como dirigente Colosio impulsó cambios democratizadores al interior del priismo que fueron rechazados y frenados por figuras que hoy militan en Morena: José Murat, Ricardo Monreal, Manlio Fabio Beltrones, Manuel Bartlett, Andrés Manuel López Obrador, Alfonso Durazo, Américo Villarreal padre, Raúl Salinas, Carlos Hank y Dante Delgado, entre otros.

Desde entonces, el PRI ha sufrido fracturas, divisiones internas y pérdida de credibilidad. Su presidente Alejandro Moreno Cárdenas, se debate entre dos bandos: los priistas alineados al obradorismo y aquellos que buscan mantener la identidad del partido.

PVEM, PT y MC, son percibidos como aliados funcionales de Morena, sea por acuerdos políticos o por afinidad con su proyecto. La consecuencia de esta degradación generalizada es que los partidos dejaron de representar a la sociedad y, en cambio, se convirtieron en extensiones del poder gubernamental.

Ante la ausencia de representación, una renovada esperanza

La sociedad civil comenzó a movilizarse entre 2022 y 2024, se realizaron marchas multitudinarias en defensa del INE, la democracia y las instituciones. La primera de gran escala ocurrió el 13 de noviembre de 2022 en Ciudad de México y posteriormente el 23 de febrero de 2023, el 18 de febrero de 2024, luego el 19 de mayo, una de las más concurridas y, el 8 de septiembre de 2024. Estas movilizaciones, conocidas como la “Marea Rosa”, se replicaron en más de 100 ciudades y mostraron la capacidad de organización de millones de ciudadanos sin partido.

Ese músculo social es el que ahora intenta construir una fuerza política propia. Somos México, nace justamente para ofrecer la representación que la sociedad civil, con políticos experimentados y nuevas caras, reclamó en las calles. Su objetivo, es romper con las viejas estructuras, enfrentar a la nomenklatura política y abrir paso a una nueva forma de participación ciudadana.

Somos México representa una alternativa real y un proyecto que busca rescatar la democracia desde la base social. Su avance, no sólo refleja el hartazgo con los partidos tradicionales, sino una renovada esperanza de que la ciudadanía puede recuperar el rumbo político del país.

X: @diaz_manuel

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