¿Espías rusos en México?
El día de ayer el New York Times publicó un artículo intitulado “The U.S. gave Mexico a list of Russian spies. Mexico let me stay”. En él, su autora, Maria Abi-Habib narra el resultado de una investigación dirigida a demostrar la presencia de espías rusos sobre suelo mexicano.
De acuerdo con la investigación decenas de espías enviados por el gobierno de Vladimir Putin operarían en México con el objetivo de atacar subrepticiamente los intereses de países como Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y todos aquellos que se han sumado al esfuerzo internacional dirigido a castigar a Moscú por la invasión de Ucrania.
Según se narra, no se trataría de un caso nuevo, sino que vendría a reafirmar lo que se sospechaba bajo el gobierno de AMLO. El gobierno de Claudia Sheinbaum, lejos de denunciar la presencia de los espías, habría permitido la continuidad de la operaciones de espionaje.
Se recordará, en este sentido, que los presidentes AMLO y Sheinbaum se han rehusado a tomar una posición clara frente al conflicto entre Rusia y Ucrania. Por el contrario, en un acto de supuesta congruencia diplomática con los principios de política exterior mexicana, han esgrimido la manoseada doctrina Estrada; es decir, que el gobierno de México, de voz de su jefe de Estado, no se entromete en asuntos externos.
Conviene subrayar, en este contexto, que los citados principios de política exterior han sido manipulados y utilizados a conveniencia según mejor ha convenido a los presidentes en turno. Cuando se trata de regímenes cercanos al “movimiento de transformación” no hay doctrina o pensamiento que valga para que el jefe del ejecutivo se abstenga de brindar su respaldo.
Debe también mencionarse –y lo recordó la autora de artículo del Times- la creación del grupo de amistad México-Rusia en 2022, en el contexto de la agresión rusa sobre Ucrania. Tampoco debe olvidarse los gestos de simpatías mostrados por legisladores morenistas y del PT al gobierno ruso. Y menos aun las loas lanzadas por el senador Gerardo Fernández Noroña al presidente Putin desde la tribuna de la cámara alta, o la participación de una unidad de combate ruso en el desfile del 16 de septiembre de 2023.
En suma, mientras la presidenta Sheinbaum utiliza reiteradamente el término “soberanía” como lema de su movimiento, la prensa internacional hace eco sobre una operación encubierta organizada desde Moscú, misma que violenta la soberanía nacional y mina la relación con Estados Unidos y los países que han alzado la voz para denunciar la destrucción de Ucrania.