¿Déjà Vu? Jeep debe retirar miles de vehículos por potencial falla e incendio del motor
Jeep está retirando del mercado cerca de 113.000 vehículos en EE. UU. Esto se produce después de que los reguladores federales de seguridad advirtieron sobre un riesgo potencial de falla o incendio del motor.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) sugirió que la causa podría ser la presencia de residuos dentro de los motores, aunque no especificó el mecanismo exacto del problema.
El retiro afecta a vehículos Jeep Grand Cherokee 4XE de los años 2023 a 2025 y a los Jeep Wrangler 4XE híbridos enchufables de los años 2024 a 2025.
Una pérdida repentina de potencia podría aumentar el riesgo de un accidente, mientras que un incendio en el motor podría causar lesiones, según indicaron los reguladores.
Stellantis aún no ha encontrado una solución, pero afirmó que está trabajando con la NHTSA y que se pondrá en contacto con los propietarios afectados cuando las reparaciones estén disponibles.
Esta es la tercera medida de seguridad importante que toma el fabricante en los últimos meses. A principios de noviembre, Stellantis retiró del mercado aproximadamente 375.000 SUV Jeep debido al riesgo de incendio y recomendó a los propietarios que estacionaran al aire libre.
Un mes antes, había retirado casi 300.000 vehículos por un posible problema de desplazamiento involuntario.
Aquí te explico algunas de las principales causas por las que Jeep ha tenido tantos retiros (“recalls”):
Principales razones de los múltiples retiros en Jeep
Creciente complejidad tecnológica
Muchos modelos recientes de Jeep incluyen sistemas híbridos (como el 4xe), software complejo, módulos electrónicos, baterías de alto voltaje, etc.
Esa complejidad abre más posibilidades de fallas: errores de software, defectos en el paquete de baterías, problemas de comunicación entre módulos, etc.
Por ejemplo, hay un retiro reciente por un error de software en el módulo de control híbrido que puede causar pérdida de potencia.
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También han sido retirados modelos por riesgo de incendio en las baterías de los híbridos – celdas con “daño en el separador” que pueden provocar fuego.
Estrategia de producir en volumen compartiendo componentes
Jeep es parte de Stellantis, y comparte muchas piezas (motores, transmisiones, componentes electrónicos) con otros modelos de Chrysler, Dodge, Fiat, etc.
Esto significa que un defecto en un componente compartido puede provocar retiradas masivas que afectan a muchos modelos.
Además, algunas fuentes apuntan a que la empresa prioriza la rapidez de lanzamiento de modelos para ganar participación de mercado, lo que puede desembocar en menos pruebas rigurosas antes de las ventas.
Problemas de calidad en ciertos componentes
Ha habido retiros por fallas en airbags debido a soldaduras defectuosas en módulos de control.
Problemas de transmisión: algunos modelos Jeep (como Cherokee o Renegade) han usado transmisiones automáticas complejas (por ejemplo, cajas de 9 velocidades) que han generado quejas.
Problemas estructurales o de ensamblaje: por ejemplo, molduras de ventanas que se pueden desprender.
Alta supervisión regulatoria
En mercados como Estados Unidos, hay una fuerte regulación de seguridad vehicular (NHTSA, por ejemplo) que obliga a los fabricantes a reportar y corregir defectos potencialmente peligrosos. Cuando se reportan muchos incidentes (o riesgos), se activan más campañas de retiro.
Expectativas del cliente y reputación
Cuando una marca tiene muchos retiros, la percepción pública puede amplificarlos, incluso si algunos son por fallas “menores”.
Además, cuanto más grande y popular es un modelo (como el Wrangler 4xe), más unidades hay circulando, lo que puede aumentar el número absoluto de reportes.
