La CONALITEG debería considerar al sexenio 2006-2012 como el periodo del espuriato

Marx Arriaga, director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG) debería tener la iniciativa para que se aprobase que en alguno de los libros de texto gratuitos de educación primaria, el sexenio de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa (2006- 2012) sea presentado cómo ‘El Espuriato’, ya que llama la atención que ningún período presidencial del país lleve en su referencia más extendida históricamente su propio nombre, en cualquier lugar a dónde se haga referencia al general Porfirio Diaz y su dictadura de tres décadas, ‘El Porfiriato’ (el unico caso) es algo tan común para todos, que ni caemos en la cuenta; en todos los demás gobiernos es (por ejemplo) el período de Benito Juárez en la presidencia, o bien el sexenio de Gustavo Díaz Ordáz, o de Enrique Peña Nieto, y así con todos los personajes que, brevemente o bien cumpliendo su perido presidencial se les ha conocido o se les nombra.

Si bien en alguno de los libros en cuestión, y de forma acertada, se cita al nombre de Lorenzo Córdova, un funcionario que sirvió a la élite, de forma completamente opuesta al pensamiento se su ya desparecido padre, por cierto., el sexenio del gobierno de Calderón, nacido de un ofensivo fraude electoral, con evidencias de sobra y que al llegar a la presidencia dió al traste con casi ocho décadas de paz social en el país, merece ser llamado por su nombre: el abyecto Espuriato; indispensable es que los niños tengan bien presente lo que sucedió en ese fatídico año 2006 con todas sus lesivas consecuencias para México, mismas pestes que, al día de hoy, padecemos todos.

Y no, no es suficiente con recordarlo en las conferencias del pueblo, ni que prácticamente todo su gabinete de seguridad purgue condenas en prisiones de máxima seguridad tanto en México cómo en los Estados Unidos; desde su vicepresidente de facto, Genaro García Luna, hasta Ramón Pequeño, pasando por Luis Cárdenas Palomino, mano derecha del primero y muy cercano al empresario ya carente de prestigio, Ricardo Salinas Pliego; debe quedar en claro a todos los mexicanos, desde niños, que el juicio de la historia es implacable, y tatuado en el pensamiento del grueso de los mexicanos, que a principios del siglo XXI se vivió un vergonzoso periodo que echó a perder una transición democrática que (todavía) lucia posible, y este es: El Espuriato.

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