¿Roberto Gómez Bolaños se disparó como en Chespirito: Sin querer queriendo? Esto pasó en la vida real
Chespirito: Sin querer queriendo, en su nuevo capítulo, presentó uno de los momentos más oscuros de la serie.
Se trata de la escena en la que Roberto Gómez Bolaños se dispara en la mano y tiene que salir prácticamente en brazos de sus compañeros rumbo al hospital.
¿De verdad Roberto Gómez Bolaños vivió un momento así de escalofriante?, es lo que se pregunta el público, pues hasta ahora no se sabía nada del asunto.
Así fue la escena de Chespirito: Sin querer queriendo en la que Roberto Gómez Bolaños termina con un disparo en la mano
La respuesta es sí, Roberto Gómez Bolaños sufrió un accidente con un arma de utilería mientras grababa una escena.
La pistola, que estaba cargada con balas de salva, le provocó una fuerte herida en una mano, provocándole gran dolor y una severa hemorragia
Según su autobiografía, Roberto Gómez Bolaños fue llevado de urgencia al Hospital de la Marina, donde sólo aceptan a elementos de las fuerzas armadas del país.
Sin embargo, gracias a su fama el nosocomio hizo una excepción y recibió a Roberto Gómez Bolaños.
Aunque nunca se transmitió, el incidente quedó registrado en un video que fue a parar a los materiales convertidos en “lost media”.
Ahora, gracias a Chespirito: Sin querer queriendo, los fans pudieron conocer ese momento.
Roberto Gómez Bolaños y las consecuencias del disparo que recibió en la mano
La herida no solo fue dolorosa. Roberto Gómez Bolaños perdió movilidad y sensibilidad en dos dedos de la mano izquierda.
Esto fue un duro revés para Roberto Gómez Bolaños, pues solía escribir a máquina todos los días, actividad que tuvo que dejar por meses.
También, Chespirito dejó temporalmente otra de sus pasiones: tocar la guitarra, pues necesitó una larga rehabilitación para recuperar algo de movilidad.
El accidente marcó un antes y un después en su vida, pues su salud comenzó a desgastarse y ni su carisma ni su humor pudieron ocultarlo por mucho tiempo.
Los productores de Chespirito: Sin querer queriendo decideron incluir la escena del balazo como una metáfora de lo que le esperaba al comediante, luego que llegar al punto má alto, para luego enfrentar tensiones con su elenco y problemas con su primera esposa.