¿Por qué México pueda preservar y fortalecer sus ventajas comerciales en la exportación de automóviles hacia EE.UU.?

La reciente imposición por parte del presidente Donald Trump de aranceles del 25% a las importaciones de vehículos y autopartes está teniendo un impacto significativo en la industria automotriz mexicana.

Aunque el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) exime ciertos productos de estos aranceles, se estima que más del 50% de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos no están protegidas por el acuerdo y, por lo tanto, están sujetas a estas tarifas adicionales. ​

Esta situación ha llevado a fabricantes como Stellantis a detener temporalmente la producción en sus plantas de Toluca y Saltillo, afectando a millas de trabajadores y generando incertidumbre en el sector. La industria automotriz es crucial para la economía mexicana, representando el 5% del PIB y el 32% de las exportaciones totales del país. ​

Además, se prevé que estos aranceles resulten en un aumento en los precios de los vehículos tanto en Estados Unidos como en México, lo que podría reducir la demanda y afectar negativamente las ventas. Los analistas estiman que el precio promedio de los automóviles podría incrementarse en aproximadamente 3,000 dólares debido a estas tarifas. ​

A pesar de estos desafíos, el gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, mantiene una postura optimista, enfatizando que las pausas en la producción son temporales y están relacionadas con evaluaciones de mercado.

México busca preservar sus ventajas comerciales bajo el T-MEC y continuar fortaleciendo su industria automotriz en medio de este entorno comercial complejo.

Para que México pueda preservar (e incluso fortalecer) sus ventajas comerciales en la exportación de automóviles hacia Estados Unidos, hay varias estrategias clave que puede seguir, tanto a nivel gubernamental como industrial.

Aquí te dejo algunas ideas:

1. Adaptarse a la transición hacia autos eléctricos (EVs)
Inversión en electrificación: México necesita atraer más inversión para fabricar autos eléctricos y baterías, ya que EE.UU. está empujando fuerte hacia una economía automotriz más verde.

Alianzas con fabricantes globales: Apoyar y facilitar que marcas como Tesla, BMW, GM, entre otras, amplíen su producción de EVs en el país.

Cadena de suministro local: Desarrollar proveedores nacionales de componentes clave para EVs, como celdas de batería, motores eléctricos y software.

2. Mejorar la infraestructura logística y energética
Infraestructura ferroviaria y portuaria: Facilitar exportaciones rápidas y eficientes.

Energía limpia y confiable: Muchos fabricantes buscan energías renovables. Garantizar esto es una ventaja competitiva.

3. Aprovechar el T-MEC (Tratado entre México, EE.UU. y Canadá)
Cumplimiento de reglas de origen: Asegurar que los autos cumplan con el porcentaje requerido de contenido regional (75%) para evitar aranceles.

Trabajo conjunto en política comercial: México puede negociar y adaptarse a nuevas regulaciones ambientales y laborales, manteniendo el atractivo para inversiones.

4. Invertir en capacitación técnica y tecnológica
Formación especializada: Capacitar a trabajadores en tecnologías nuevas (robótica, mecatrónica, software automotriz).

Centros de innovación: Fomentar hubs de desarrollo automotriz y electromovilidad, en alianza con universidades y empresas.

5. Diversificación y resiliencia
Reducir dependencia de un solo mercado: Aunque EE.UU. es clave, también puede buscar expandirse hacia Sudamérica, Europa o Asia.

Cadena de suministro resiliente: Hacer frente a posibles disrupciones (como las vistas durante la pandemia) con mayor planeación estratégica.

 

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