¿Y ahora?

El presidente Donald Trump está mandando un mensaje en dos partes: castigos arancelarios a empresas automotrices no vinculadas al T-MEC y narcoaranceles a México por negarse a ofrecer resultados concretos en la destrucción física, operativa y política de los cárteles de narcotráfico que están contrabandeando fentanilo a los adictos estadounidenses.
El mensaje de fondo está muy claro… para quien lo quiera entender: terminó ya el período de la globalización económica que se inició de manera formal a finales de 1989 con la propuesta del Consenso de Washington: pasar de mercados nacionales a mercados integrados internacionalmente creando unidades productivas que podrían considerarse casi como economías de escala.
El ciclo globalizador duró apenas 36 años, ayudó a dinamizar la economía y provocó estrágos en los países bajos o intermedios que se confiaron en la integración comercial y descuidaron reconversiones industriales propias. El presidente Trump ha comenzado la reconstrucción de unidades productivas exclusivamente estadounidenses, dejando a la vera del camino a los países que se confiaron en que la globalización de mercados no iba a tener fin.
Desde 2017, el presidente Trump advirtió por dónde era el camino y en su campaña para el segundo período a la presidencia lo reiteró: la nueva consolidación de la ingeniería económica de Estados Unidos como unidades nacionales de producción.
Con el neoliberalismo neoliberal —valga el juego de palabras— de José López Portillo a Enrique Peña Nieto y el posneoliberalismo neoliberal —otro retruque verbal— de López Obrador y Sheinbaum Pardo, México quedó atado al modelo del Tratado 1.0 y 2.0 y con pasmo está viendo que a Trump no le interesan sus socios comerciales sino sólo su MAGA en reconstrucción.
O México construirá muy rápido un nuevo modelo de desarrollo industrial y agropecuario nacional o sufrirá varios años de recesión económica por debajo del magro 2 por ciento promedio anual del ciclo del Tratado.
Zona Cero
Ahora faltan los narcoaranceles que están anunciados para el martes 2 de abril, pero que podrían adelantarse este fin de semana: las tarifas comerciales de importación como instrumento de castigo para obligar a México a destruir -no sólo combatir- a los cárteles del narcotráfico, a los grandes capos del crimen organizado y —con insistencia de Trump—a narcopolíticos . Por lo pronto, los narcoaranceles están contenidos en el cerco de seguridad nacional de EU a México por sus cuatro costados.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.
@carlosramirezh