Pikachu se vuelve símbolo de protesta contra arresto político en Turquía
En medio del clima de tensión política que vive Turquía, un manifestante disfrazado de Pikachu se convirtió en el rostro —inesperado pero viral— de las protestas contra el arresto del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, principal rival del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Las imágenes del personaje inflable huyendo de la policía antidisturbios en Antalya, sur de Turquía, recorrieron el mundo, al encapsular una mezcla de creatividad y represión que define estas movilizaciones.
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El detonante: la detención de Imamoglu
Las protestas estallaron el 19 de marzo tras el arresto de Imamoglu, acusado de corrupción y “vinculación con el terrorismo”, cargos que sus seguidores consideran políticamente motivados.
El alcalde, visto como el mayor contendiente de Erdogan en las elecciones de 2028, ganó en 2019 con el apoyo de 15 millones de votantes, según datos de Al Jazeera. Su detención avivó el malestar en un país donde el mandatario lleva más de dos décadas en el poder.
Pikachu, el ícono de la resistencia en Turquía
El video del Pikachu fugitivo, captado por el fotoperiodista Ismail Koçeroğlu, se volvió un símbolo de las protestas. “El público cree que Imamoglu fue arrestado injustamente”, escribió Koçeroğlu en Instagram. El disfraz —junto a otros como un dinosaurio inflable usado días antes— refleja la táctica de los manifestantes para evadir la identificación policial y, al mismo tiempo, llamar la atención global.
“Ni siquiera sabía que había protestas en Turquía hasta que vi a Pikachu corriendo. Eso muestra el poder de los memes”, comentó un usuario en redes.
Represión y censura: casi dos mil detenidos
El gobierno respondió con mano dura:
1,879 personas detenidas en ocho días, según el ministro del Interior, Ali Yerlikaya.
Periodistas atacados: Un fotógrafo de la AFP fue arrestado en su casa; la BBC denunció la expulsión de uno de sus reporteros.
Medios silenciados: El canal opositor Sozcu fue suspendido por 10 días bajo acusaciones de “incitar al odio”.
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La Unión Europea y Estados Unidos expresaron preocupación. Marco Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense, advirtió sobre la “inestabilidad” en un aliado clave de la OTAN.
