Michoacán y la fuerza política del PT

Hace unos días, a través de este espacio de opinión, justificamos la inexorable alianza que han constituido los partidos de izquierda en nuestro país. Sin ir más lejos, comentamos, que una sociedad de esa naturaleza, además de constituir una fuerza social muy nutrida, ha sido parte sustancial del cambio para cimentar el proceso de transformación de la vida pública de México. Con esa fuerte relación, y lo trascendental de los temas que ligan a uno y otro partido, hay un futuro prometedor que ofrece continuidad a estas políticas públicas que abandera la presidenta constitucional, Claudia Sheinbaum. Es verdad, a veces hay puntos de vista distintos que pronuncian algunos legisladores, especialmente en ambas cámaras legislativas. Eso, con total libertad, habla del derecho legítimo a disentir, en especial por la relevancia de los asuntos. Pasó en San Lázaro con el tema de Cuauhtémoc Blanco.

En efecto, ese tema se trasladó al pleno del Congreso Local de Michoacán. Y, como en cualquier otro parlamento donde la libertad de expresión debe fluir, la fracción del PT, que encabeza Reyes Galindo, fijó claramente su posición. Eso, hasta cierto punto, define al Partido del Trabajo, aliado incondicional de Morena, como una expresión que se guía por una declaración de principios que deviene de ese respaldo ciudadano que, nos consta, ha sabido ganarse en la labor territorial con base en los distintos sectores. De hecho, eso coloca al PT como un partido congruente que no titubea cuando se trata de un posicionamiento claro. Eso, ya lo dijimos, no impacta negativamente en la solidez de una coalición que, como tal, viene caminando desde hace décadas en esa lucha democrática del país.

En Michoacán, por ejemplo, el PT es una fuerza consagrada; tiene estructura y mucho trabajo territorial a lo largo y ancho del territorio. Eso es, en ese sentido, ahondar en lo que puede llegar a capitalizar en un futuro inmediato. Lo hizo en las pasadas elecciones intermedias del 2021. No hubiese sido posible el triunfo de Morena en Michoacán, sin los votos claves que aportó el partido del trabajo a la causa. Fue un digno representante de la coalición Seguimos Haciendo Historia. Eso, como tal, lo hizo ganar mucho terreno y reconocimiento, sobre todo por la capacidad de liderazgos como Reginaldo Sandoval, Reyes Galindo y Baltazar Gaona. Todos ellos, desde cualquier ángulo, son vistos como los principales activos políticos de aquella entidad que, por cierto, es pionera de esa lucha social por la democratización. Eso implicó, por supuesto, labor y dedicación; no es algo que se lleve a cabo de la noche a la mañana. El PT, al igual que lo ha hecho Morena, ha tenido que picar piedra en las localidades para darle voz y representación a los sectores sociales, máxime a todos aquellos que viven en condiciones de vulnerabilidad.

Como punto de referencia, en la pasada elección presidencial, el Partido del Trabajo en Michoacán, en un aproximado de votos en coalición, le aportó más de un millón de voluntades a Claudia Sheinbaum. Eso, a la par, fue el detonante que desencadenó triunfos importantes en distritos cruciales. En el congreso local, por ejemplo, la fracción parlamentaria del PT, que encabeza Reyes Galindo, tiene una columna vertebral muy nutrida que, además de la representación numérica, les ha permitido ser partícipes de los proyectos constitucionales para darle legitimidad a las declaratorias de ese paquete de iniciativas que ha enviado el ejecutivo federal. Por eso y por muchas razones, el partido de la bandera roja ha captado mucho la atención. Eso, por supuesto, es consecuencia de los años y años de caminar abanderando, como hemos visto, las demandas que aquejan al grueso de la sociedad.

Y como son tiempos de efervescencia por el clima electoral que se avecina en 2027, también los liderazgos del PT se asoman a los reflectores de la prensa. Se les ve, por ejemplo, muy a menudo en el acompañamiento de temas sustanciales que son vistos como fundamentales en los servicios sociales. Por eso hoy, sin exagerar, el Partido del Trabajo, en esa consagración de liderazgos, tendrá la oportunidad de proponer un perfil para quienes aspiran a medirse en la encuesta interna de Morena de cara al proceso intermedio por la gubernatura. Y en un sistema de apertura, especialmente de participación democrática, Luisa María Alcalde, en ese compromiso que existe, deberá dar cabida a quienes tengan aspiraciones legítimas. Algo parecido a lo que aconteció con las corcholatas presidenciales que, a su vez, sumaron a Manuel Velasco y Gerardo Fernández Noroña. Eso, a la par de sellar una coalición inexorable para ratificar el triunfo histórico del 2018, fue punta de lanza para ganar la mayoría calificada en ambas cámaras legislativas. Al referirnos a eso, por obvias razones, tenemos que considerar la importancia de los números en cada una de las fracciones. Desde luego, no hay punto de comparación con la fuerza dominante que tiene Morena, sin embargo, no le serviría de nada sin el apoyo incondicional del PT y PVEM.

Resulta entonces fundamental, con esa fuerza consagrada que tiene el PT en Michoacán, que sea tomado en cuenta para el proceso de definiciones a la gubernatura. Y, en ese nivel de competencia interna, tan solo en el PT, Reginaldo Sandoval es, por mucho, la carta más fuerte para integrarse a la evaluación que ponga en marcha el CEN del partido guinda. Y alguien que ha tomado ese liderazgo a nivel nacional como él, tiene grandes posibilidades no solamente de competir, sino de ganar el sondeo. Mientras eso pase, Luisa María, llegado el momento, no debe excluir a nadie, sobre todo cuando se tratan de aliados incondicionales que han manifestado ese estrecho compromiso social con las causas que encabeza Claudia Sheinbaum.

En Michoacán, que es uno de los territorios más combativos e históricos en la lucha democrática de México, debemos darle el reconocimiento que se merece el Partido del Trabajo. Ellos, a pulso, se han ganado ese lugar digno que representan en muchos municipios que gobiernan y, de paso, en esa nutrida fracción parlamentaria que, por supuesto, son aliados incondicionales de la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum. Por eso el PT, que también es la cuarta transformación, tiene que tener, por congruencia y principios, un representante en la encuesta que la dirigencia de Morena detalle en la convocatoria en el momento en que se oficialice el arranque.

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