La maquinaria está lista: Batres para presidenta de la Corte

El domingo inician las campañas judiciales.

 

Candidatos para todo: ministras y ministros, magistradas y magistrados, juezas y jueces para todo el país.

 

Esa es la democracia, según el discurso oficial.

 

Pero atrás de la propaganda hay otros datos y eso pasa por las estructuras de gobierno, de su partido y de las organizaciones afines.

 

¿Para qué?

 

Para actuar y promover por todos los medios los nombres -o los números, porque quién los conoce- a los interesados de ir a votar el 1 de junio.

 

Las estadísticas no dan para el entusiasmo, pues según la presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE, tan identificada, tan incondicional) no espera más allá de un 15 por ciento de participación ciudadana.

 

Poco importa cuánto se gaste, pues ha habido una gran danza de cifras, de casillas a instalar, de funcionarios de casillas ahora rebautizados centros de votación y así la indefinición.

 

LOS PROGRAMAS SOCIALES

 

Pero eso es secundario.

 

Hoy toca hablar de las aspirantes a presidir la Suprema Corte de Justicia Nacional (SCJN) para deshacerse de Norma Lucía Piña Hernández, tan incómoda a Palacio Nacional desde Andrés Manuel López Obrador.

 

La reforma judicial, como en los países bananeros, tiene dedicatorias personales y en este caso las beneficiarias son tres: Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel y Lenia Batres Guadarrama.

 

¡Ah, Lenia Batres!

 

Es la única ministra designada por el dedo presidencial de Andrés Manuel López Obrador tras enviar ternas al Senado de la República con la instrucción evidente de no aprobar a la vacante abierta por Arturo Zaldívar.

 

Hoy es la favorita.

 

Y mire usted: Yasmín Esquivel, la otra aspirante a presidir el máximo tribunal del país, no pasa por buenos momentos porque, ya sabe usted, está confrontada con la UNAM y las barras de abogados.

 

Por lo tanto, en espera de la decisión final del jefe superior, Lenia Batres Guadarrama puede seguir en campaña y en espera desde el domingo próximo -cuando inician las campañas- para ser la beneficiaria del voto corporativo.

 

Con una acotación: en la Ciudad de México nadie le quita la popularidad y en el país está la estructura de los grupos morenistas duros y por supuesto de la burocracia afiliada al ISSSTE, donde su hermano Martí Batres es director.

 

Pero también los cuerpos electorales del gobierno con nombres de beneficencia pública -Jóvenes Construyendo el futuro, Sembrando Vida, Pensiones para el Bienestar y demás- con sus visitas casa por casa.

 

Veremos los resultados… salvo que el jefe máximo cambie de opinión a petición de su empresario favorito.

 

IMSS-BIENESTAR SIN ULLOA

 

1.- Pidió licencia para irse a dirigir IMSS-Bienestar pero el diputado Carlos Ulloa sigue en casa en espera del nombramiento oficial.

 

Dicen en las altas esferas: fue un error porque primero debió darse la designación y luego el proceso legislativo para permitirle llegar.

 

Mientras sigue al frente de IMSS-Bienestar Alejandro Svarch, cuya llegada cayó muy mal por su cuestionado desempeño en Cofepris.

 

Ni modo: Ulloa ha tenido la mala suerte como Salomón Céspedes, a quien también de antemano se le designó para el Instituto Nacional de Migración donde sigue firme Francisco Garduño, designado por Andrés Manuel López Obrador.

 

Y 2.- Vaya otro avance, a propósito de promociones electorales: ya se preparan reformas para guardar información de los programas sociales a fin de declararlos de seguridad nacional.

 

De esa manera, es la pretensión, no conoceremos los padrones de beneficiarios ni cuánto ni cómo reciben los recursos pagados con los impuestos de todos los mexicanos.

 

   @urenajose1

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