Plasticidad musical y literaria del jazz

IRREVERENTE

Les platico:

La primavera entró con frío en éstas bárbaras y mal gobernadas comarcas del norte.

El mismo día que la presidenta Claudia Sheinbaum se apersonó aquí para el cambio de estafeta que se dio en la Caintra, a media hora de distancia, cruzando el seco Río Santa Catarina, tuvo lugar una experiencia que envolvió con su fantasía al público que llenó el Centro Cultura Fátima, de SPGG.

En un receso que nos dio la polvareda de los desiertos saharianos de Texas, Carlos Fuentes y su troupe de excelentes artistas ofrecieron anoche una singular velada donde para muchos fue sorpresa descubrir una nueva faceta de Cristina Sada Salinas.

La ex candidata al Senado; apoyadora de Morena y de López Obrador; activista política, social y promotora de la educación, fue la productora del evento de anoche y además… compone canciones.

Tres de ellas fueron incluidas en el extenso y variado repertorio del concierto “Huellas de mis memorias”:

“Mi herencia”, dedicada a su padre, el industrial Roberto G. Sada; “Recuérdame” y “En el mar…”

Cristina fue presentada por Carlos como una compositora que pone en jaque a quienes interpretan sus obras.

Y esto se vio en la ejecución que hizo de las mismas la cantante y comunicadora, Ana Haydeé Calderón Hinojosa.

El “trío” de jazzistas -así los nombró Carlos- compuesto por él al piano, el bajista Ricky Martínez y Fernando Rodríguez en la batería, en realidad fue un octeto, gracias al virtuosismo de Daniel Ontiveros, en el clarinete; la violinista Priscila Portales y Luca Marty, espléndido guitarrista, hijo de los afamados pintores, Sylvia Ordóñez y Arturo Marty.

Otra sorpresa fue la aparición al inicio del segundo acto, de Balbina Sada, ataviada toda de negro y un abanico rojo, que subió al escenario desde los pasillos, para ofrecer una de sus piezas dancísticas al compás de “La Llorona”.

La función fue una recopilación de las huellas de Carlos en su amplia trayectoria musical.

Incluyó piezas de su autoría y de la época del pop de los 80´s y 90´s.

El catálogo abarcó música mexicana y obras de autores europeos; todo en arreglos jazzísticos.

Si Johann Sebastian Bach tuvo 21 hijos y por ello en buena parte su amplio despliegue como compositor, quién sabe cuántos críos tenga Carlos Fuentes.

Por lo pronto, junto a sus “cómplices” de anoche, nos dimos cuenta en esta primera entrega de sus anunciados conciertos, que es igual de prolífico que el genio alemán, al menos en piezas musicales…

La audiencia de anoche fue eminentemente sampetrina, aunque también vino gente de otros códigos postales.

Cajón Desastre

Mañana, cambio completo de programa, pero antes -hoy mismo- les compartiré en otro artículo, mis andanzas del mismo día de ayer jueves 20, durante la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum y lo que le escuché decir y que le dijeron, en las reuniones de petit comité o “cuadros chiquitos”, que sostuvo con industriales regios, no propiamente del G10, porque ese ya es ahora de los 40 y más, debido a la pulverización y dilución empresarial regia que vivimos, debido a la dispersión y degradación de linajes y herrajes.¿Arre? ¡Arre!

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